Mientras el pueblo de Israel se prepara para dar este miércoles el último adiós a los hermanos Kfir y Ariel Bibas, secuestrados el 7 de octubre del 2023 por terroristas palestinos de su casa en el kibutz Nir Oz, así como también a su madre Shiri, mientras ya imaginamos la multitud de ciudadanos con banderas de Israel que saldrán a las calles a rendirles homenaje, recordamos a otros niños que también fueron asesinados por ser judíos.
No sólo el millón y medio de niños asesinados por los nazis en la Shoá, sino también numerosos niños israelíes que fueron víctimas de terroristas árabes. Ya antes del surgimiento de los nazis modernos de Hamas. A manos de terroristas de la OLP y de organizaciones diversas, de quienes se presentan como luchadores por la libertad pero eran simplemente asesinos salvajes.
Esta es una dura selección un tanto arbitraria, que deja fuera numerosos ejemplos trágicos y dolorosos. Y debemos recalcar un punto clave: hubo atentados en el territorio soberano de Israel y en los territorios en disputa, contra civiles y soldados, contra adultos y niños, desde siempre, mucho antes de la conquista en 1967 de los territorios de Cisjordania (Judea y Samaria) y Gaza, que los palestinos alegaron era la razón del conflicto, con gobiernos de izquierda al frente y con gobiernos de centro y derecha. El común denominador, siempre, fue el deseo de matar judíos.
En enero de 1952, 7 terroristas irrumpieron a una casa particular en el barrio Beit Israel en Jerusalem y mataron a una jovencita de 19 años.
El 17 de mayo de 1954, terroristas tendieron una emboscada a un ómnibus que viajaba de Eilat a Tel Aviv, abrieron fuego a corta distancia, subieron al vehículo y mataron a 11 personas a distancia cero. Dos niños, Jaim y Miri Firstenberg, cuyos padres fueron asesinados, lograron esconderse debajo de otros cuerpos. Cuando los terroristas bajaron del ómnibus, creyendo que ya estaban a salvo, Jaim se erguió y llamó a su hermana. Un terrorista lo oyó, subió nuevamente al bus y le disparó en la cabeza.
El 24 de mayo de 1955, un terrorista infiltrado desde Gaza, ocupada por Egipto-que apoyaba a los así llamados “fedayín”, irrumpió a una boda en el moshav Patish en el Neguev, mató a una mujer y dejó a 24 heridos de bala.
El 11 de abril de 1956, 3 niños y un joven fueron asesinados y 5 resultaron heridos en Kfar Jabad, cuando terroristas abrieron fuego en una sinagoga local repleta de niños y adolescentes.
Y tanto, tanto más, también en aquellos tiempos, antes de 1967.
Y ahora, poniendo énfasis en los atentados cuyas víctimas fueron niños, recordamos con dolor…
Recordamos a Hallel Yaffa Ariel de 13 años, acuchillada repetidamente en su cama en Kiryat Arba, por un palestino no mucho mayor que ella que se infiltró al lugar, en el 2016.
Y el asesinato de la bebita Shalhevet Pass de un balazo en Hebron en el 2001.
Y el atentado en el kibutz Metzer en el 2002 en el que un terrorista de nombre Sirhan, afiliado a los Mártires de Al Aksa de Al Fatah, se infiltró al kibutz Metzer , asesinó a Revital Ohayon, de 34 años, y sus dos pequeños hijos Matan de 5 y Noam de 4, cuando estaban en la cama, matando además a otros dos civiles, Tirtza Damari e Itzjak Drori.
Y el atentado del 2 de mayo del 2004, en el que terroristas palestinos asesinaron en Gush Katif a Tali Hatuel y sus cuatro hijas de entre 2 y 11 años, cuando viajaban en su automóvil. Tali estaba en su octavo mes de embarazo. Tras los disparos iniciales, los terroristas se acercaron al coche y balearon a Tali y todas las niñas de corta distancia para cerciorarse de su muerte. Fue obra conjunta de la Yihad Islámica y los Comités de Resistencia Popular.
Y no se olvidará nunca el terrible atentado de la familia Fogel en Itamar en el 2011. Así relató la secuencia de lo ocurrido, el portal de información sobre terrorismo palestino, una página israelí en inglés- Palestinian terrorism- tomando como referencia lo que vio Tamar, la hija mayor de Udi y Ruti Fogel, de 12 años, cuando volvió a su casa tras una actividad de los jóvenes de su comunidad . Se sorprendió al ver que la puerta estaba cerrada, porque sus padres le habían dicho que la dejarían abierta para ella.
“Tamar entró en la casa y la encontró hecha un desastre: todo estaba revuelto y desordenado. Desconcertada y desesperada, empezó a buscar a su familia. Los cuerpos de sus dos hermanos menores, Yoav, de 11 años, y Elad, de 4, yacían en el suelo, rodeados de grandes charcos de sangre. Tamar buscó a sus padres, Ehud y Ruth, en su dormitorio y los encontró muertos en el suelo. A su lado estaba su hermana de tres meses, apuñalada en su cuna. Tamar encontró a sus dos hermanos Roi, de ocho años, y Shay, de dos, escondidos en una habitación de la casa”.
Los asesinos eran dos primos Amjad Awad y Hakim Awad, uno de ellos menor de edad. Ambos estaban afiliados al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), una organización que nada tiene que ver con el yihadismo de Hamas, pero que está motivada por el mismo odio a los judíos.
El problema, recordemos, no es sólo Hamas. Ni fronteras. Ni quién gobierna Israel. El problema es la incapacidad palestina de aceptar la existencia del pueblo judío en su tierra ancestral.
