Entrevistas

Tzvika Mor cree que sólo la guerra le devolverá a su hijo secuestrado

La opinión pública israelí, y en cierta medida también el mundo, conocen bien las imágenes de las concentraciones ciudadanas junto a la Plaza de los Secuestrados en Tel Aviv, en las que se clama por la liberación de todos los secuestrados y se comparte el dolor de los familiares. En épocas de estancamiento en las que no hay liberación de secuestrados, salen desde allí también críticas al gobierno, que muchas familias consideran deberían hacer más para llegar a un acuerdo con Hamas que permita recuperar a todos los secuestrados, aún si tienen claro en general que el obstáculo general es Hamas. El regreso a la guerra contra Hamas preocupa sobremanera a numerosas familias cuyos seres queridos están aún en Gaza, seguras de que ello los pone en peligro.

Pero hay también familias de secuestrados que tienen otro encare. Comparten el dolor y también tienen críticas en ciertos puntos al gobierno-más que nada porque exigen que se llegue a un acuerdo en cuyo marco todos sean liberados de una vez y no en tandas-, pero se oponen a hacer concesiones a Hamas e inclusive a  terminar la guerra, convencidos de que únicamente el incremento de la presión militar sobre Hamas hará posible recuperar a sus hijos.

Diez familias de secuestrados formaron el “Foro Tikvá”, que en español significa “esperanza”, encabezado por Tzvika Mor , cuyo hijo Eitán (25) está en manos de los terroristas. Fue secuestrado del festival Nova cuando trabajaba de guardia en el lugar, junto a su amigo Eliahu Libman, quien originalmente se creyó estaba secuestrado y luego se confirmó había sido asesinado el 7 de octubre, al hallarse hace un año su cuerpo en territorio israelí.

Tzvika Mor y su hijo Eitán, hoy secuestrado

 

Cabe señalar que hay familias que no suelen expresarse públicamente y no es de descartar que sean más los que tienen esta posición. O quienes piensan así, aunque no sean parte del “Foro Tikvá”. El común denominador entre todas es el ferviente deseo de recuperar a sus hijos aunque haya discrepancias acerca del mejor camino a seguir para hacerlo.

Conversamos con Tzvika Mor, fundador del “Foro  Tikvá”,  al reanudarse la guerra hace ya unos días. Él y su esposa Efrat esperan el regreso de Eitán de casi 25 años, el mayor de sus ocho hijos.  De ambos lados, son hijos de sobrevivientes de la Shoá. Tzvika acaba de presentar su Doctorado en Déficit Atencional y su esposa Efrat está ahora en un año sabático de su trabajo como maestra jardinera para niños con necesidades especiales.

Este es el testimonio de Tzvika Mor.

 

P: Tzvika, Israel ha vuelto a atacar blancos de Hamas en Gaza, recalcando que el alto el fuego pactado se había terminado y que dio varias semanas de chance a Hamas para liberar más secuestrados  pero como no lo hizo, había que volver a la guerra. No es secreto que hay muchas familias de secuestrados preocupadas por esta decisión. ¿Cómo la ve usted?

R: Yo considero que lo que está ocurriendo ahora es justamente lo necesario. Es que  Hamas nunca nos va a devolver a todos los secuestrados, tampoco si llegamos a un acuerdo. Y por lo tanto debemos presionar. Ninguno de los acuerdos logrados hasta ahora fue sin presión. 

P: Por otra parte sabemos que los operativos militares también ponen en peligro a los secuestrados. Hay testimonios claros de secuestrados que fueron liberados que contaron al respecto. También su hijo Eitán puede estar en peligro.

R: Es cierto. Pero si Eitán no estuviera secuestrado ahora, sería un soldado en Gaza y también en esa situación estaría en peligro. Durante la guerra, la consideración que hay que tener es cuidar al Estado de Israel. Pero en nuestra era individualista progresista, parece que el Estado tiene que servir al individuo y suicidarse por él  Pero eso no puede pasar. Yo quiero a mi hijo en casa pero al mismo tiempo entiendo que hay aquí un país, que Israel no se puede rendir ante Hamas. No hay alternativa, bajo ningún concepto. Espero que la presión actual obligue a Hamas a flexibilizar sus posiciones y que veamos a los secuestrados en casa.

P: Tzvika, le soy sincera. Usted irradia una postura muy convencida, mucha determinación, pero me imagino que habrá momentos en su día, o quizás cuando ya pone la cabeza sobre la almohada al irse a dormir, en los que se pregunta si todo esto no pone más aún en riesgo a Eitán y los demás secuestrados. No es una cuestión de “progresismo” como usted dijo. Yo soy una persona muy de centro. Y creo que salvar a los secuestrados es un valor supremo en el Estado judío. Claro que hay que salvaguardar la seguridad de toda la ciudadanía. A lo que voy…¿no hay momentos en los que teme que la postura que usted defiende no logre recuperar a su hijo?

 

R: La verdad, no, no me lo digo en ningún momento. Estoy seguro que solamente la presión sobre Hamas puede cambiar su postura. Hamas no tiene interés en un acuerdo, lo que quiere es seguir gobernando Gaza y por eso siempre  querrá dejar secuestrados en sus manos. Es por eso que nunca dio una lista ni permitió visitas de la Cruz Roja internacional, para no estar comprometido con los nombres y los números que tiene Israel. No veo ninguna alternativa a la presión. Pensemos un poco…si Hamas dice ahora ¿quieren de vuelta al soldado Matan Angrest? Queremos a cambio tener el control de Jerusalem Este.¿Se lo vamos a dar? Claro que no. Si hubieran dicho eso para recuperar a Kfir Bibas ¿habríamos podido darles Jerusalem oriental? Claro que no. En este sentido, civiles y soldados están al mismo nivel porque los usan a todos para extorsionarnos.

 

P: De entrada estuvo claro que hay diferencias en los tonos, matices y encares de distintas familias de secuestrados. Usted encabeza el “Foro Tikvá” que tiene esta postura. No es algo uniforme.

 

R: Así es. En el Foro Tikvá somos formalmente diez familias pero hay familias de secuestrados que no hablan públicamente. Estoy seguro que no somos los únicos que pensamos así. Pero te diré una cosa: creo que no importa realmente qué piensan las familias. El tema de los secuestrados es un tema del público todo, del pueblo de Israel. Y no tengo dudas de que el pueblo quiere una victoria sobre Hamas que logre recuperar a los secuestrados. El pueblo no está dispuesto a que nos rindamos ante Hamas.

 

P: ¿Estaría de acuerdo con que el gobierno proclame el fin de la guerra para recuperar a todos, se retire, y luego halle la oportunidad de atacar a Hamas?¿O lo vería como una rendición?

R: Si existiera una posibilidad así claro que la aceptaría, pero no creo que sea factible porque si nosotros firmamos un compromiso internacional, habrá garantías y quizás también sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.  No sería  tan fácil volver a atacar a Hamas para destruirlo. Y está claro que Hamas, si nos retiramos y terminamos la guerra, dejará pasar unos años sin hacer nada notorio, para poder reconstruir sus capacidades  y volver a atacarnos después.  Israel no se lo puede permitir y no puede enviar a sus enemigos un mensaje de debilidad. Inclusive a otro plano, vale la pena recordar que un país débil que se rinde ante el terrorismo es un país con el que nadie querrá hacer negocios ya que no tiene columna vertebral, no es estable. Y digo con sinceridad: claro que si Hamas devuelve a todos los secuestrados a cambio de que nos vayamos completamente de Gaza, yo como padre de Eitán no me puedo oponer, pero  en ese caso no sé cómo Israel piensa proteger a la población y garantizar la seguridad de los ciudadanos que viven en la zona adyacente a Gaza.

 

P: ¿Recibió alguna señal de vida de Eitán?

R: Sí, hace un mes y medio, de secuestrados que fueron liberados en el alto el fuego. Lo único que puedo decir es que está vivo, no puedo decir más al respecto.

P: ¿Se puede generalizer y afirmar que las diez familias que forman parte del Foro Tikvá son gente de derecha?

R: Sin duda.

P: Pero hay también en el Foro de Familias de los Secuestrados gente que dice abiertamente que votó a Netanyahu y ahora lo critican duramente. El ejemplo más notorio es Eináv, la madre del secuestrado Matán Zangauker.

R: Es cierto. Yo creo que hay gente que cuando lidia con la necesidad de salvar a su hijo, pone eso en primer lugar por sobre todo. Pero hay también un núcleo duro de gente que no sólo está convencida de que otro camino es el correcto y que con ese camino salvan al país todo y también a los secuestrados. 

 

P: ¿Y toman en cuenta el riesgo que no vuelvan?

R: Creo que enorme cantidad de familias cuyos hijos fueron a combatir contra Hamas, son conscientes de que quizás no vuelvan con vida. O que vuelvan sin manos o sin piernas. Yo no veo razón ninguna para que ellos, los combatientes, corran el riesgo de entregar sus vidas para salvar al país en la guerra , y nosotros no. Personalmente considero que al colocar el tema de los secuestrados como el valor supremo que no debe ser dañado por nada del mundo, se cometieron dos errores. Uno fue mostrar desconexión con la entrega suprema de los combatientes y sus familias, y además, con eso se perjudica a los propios secuestrados ya que al proclamar constantemente cuán importantes son y que no renunciaremos a ellos, Hamas escucha y tiene claro que pagaremos un precio muy alto para recuperarlos. Eso es un craso error.

 

P: ¿Hay aquí una lucha entre el corazón y la razón?

R: Sin duda. Pero este es un conflicto que tiene toda madre de Israel cuando su hijo se enrola al servicio militar obligatorio y va a una unidad de combate. Desde ese momento, sabe que corre riesgos, y que cuando estalla una guerra, el peligro es mayor aún. Si Israel fue creado sólo para los individuos en forma particular, no para el pueblo en general, para la soberanía judía, no podremos vivir aquí. Y esto es así no sólo para Israel.

 

La familia 

P: Dejemos el análisis de lado ahora. Pasemos a la familia, a vuestra vida en el último ya casi año y medio desde que Eitán fue secuestrado. ¿Cómo viven?

R: Como padres, tratamos de que haya buen ánimo en la casa. Tenemos 8 hijos. Eitán es el mayor. Tratamos de que se sienta optimismo, alegría, Fe, que cada uno esté en sus marcos de actividad. Lo hicimos desde el principio. No queríamos que nuestra vida se convierta en una locura. Y claro que todos recibimos ayuda de asistentes sociales.

P: ¿Cómo es la escalerilla de edades?

R: Tenemos hijos de 6, 9, 14, 17, 20, 22 y 23 años. Todos viven en casa menos uno que está sirviendo en una unidad de combate y una hija que está casada . De ella ya tenemos un nieto. Y Eitán, que estaba viviendo de alquiler con un amigo, trabajando fuera, en otro lado. 

 

P: Me imagino que siento el mayor de 8 hermanos, Eitán es una figura central en el hogar.

R: Por supuesto.Dentro de poco, después de Pesaj, cumple 25. 

P: Él estaba trabajando en el festival Nova como guardia, había ido con su amigo Elyalim Libman, que durante cierto tiempo se creyó también estaba secuestrados y luego fueron hallados sus restos en Israel, al descubrirse que habían sido sepultados por error junto con los restos de otra de las víctimas. 

R: Así es, fue una tragedia.

P: El padre de Elyalim, Eliahu, fue el jefe del consejo local Kiryat Arba junto a Hebron, donde también viven ustedes . ¿Cómo está la familia?

Elyakim Libman,asesinado en NOVA

 

R: Están bien dentro de todo, encaminando el regreso a la vida. Desde el 7 de octubre les nacieron otros tres nietos.  Son una familia heroica. Y sufrieron la muerte de seres queridos por el terrorismo ya antes del asesinato de su hijo en Nova. El tío también fue asesinado, y sus asesinos fueron liberados en el marco del intercambio por el soldado Gilad Shalit.

P: Cuánto simbolismo hay siempre en todo esto….

R: Así es

El secuestro y la esperanza en el reencuentro

P: ¿Imagina el momento que Eitán vuelva?

R: Por supuesto. Todo el tiempo lo imaginamos. También estamos construyendo una sinagoga por él en nuestro barrio ya que como es nuevo aún no tiene sinagoga. 

P: Para ustedes como familia religiosa ese es un enorme homenaje, aunque Eitán ya se había alejado de la observancia religiosa ¿verdad?

R: Así es.Y ya estaba viviendo y trabajando fuera de casa. Pero mantenemos una excelente relación, un hermoso vínculo. 

P: ¿Cuándo fue la última vez que hablaron con él?

R: Yo fui el último de la familia que habló con él , el viernes antes de Simjat Torá o sea antes del ataque del 7 de octubre.

P: Ustedes son una familia religiosa, así que dado que en Kiryat Arba, donde viven, no hubo alarmas, ni se enteraron durante el Shabat de lo que estaba pasando.

R: Así es.Nos enteramos recién al terminar el Shabat.

P: ¿Cuándo entendieron que Eitán estaba secuestrado?

R: En realidad durante diez días estaba considerado desaparecido, nadie sabía decirnos qué había pasado con él. Tras ese lapso, nos confirmaron que está en Gaza.No nos dijeron en base a qué pudieron determinarlo pero sí confirmaron que estaba en Gaza. Y no sabían si estaba vivo. Recién tres semanas más tarde nos dijeron que sí.

Sobre la paz, la guerra y el mensaje central

 

P: Tzvika, entiendo que si usted vive en Kiryat Arba, no vota al partido de izquierda Meretz. Pero he conocido a varias personas de derecha convencidas de que hay que buscar la forma de vivir en paz con los palestinos. ¿Cómo ve usted el tema? ¿El 7 de octubre le cambió algo al respecto?

 

R: Pienso ahora exactamente lo que pensaba antes, que es imposible. Lo digo porque leo lo que ellos escriben, conozco el Pacto palestino que fue el documento fundacional de la OLP, conozco la carta constitucional de Hamas y tengo claro que lo que todos ellos quieren es destruirnos. Y cuando hablan de paz, nunca es realmente para lograr un acuerdo de paz sino una etapa hasta que puedan aniquilarnos. Por eso nunca creí en ellos.

P: Y a pesar de eso ¿el 7 de octubre lo sorprendió?

R: Si, sin duda.  No me sorprendió el nivel de maldad porque los árabes habían hecho lo mismo en Hebron en 1929,  pero claro que esto tuvo otra envergadura.Y no podía cree que pueda pasar algo así sin que nuestras fuerzas y servicios de seguridad sepan frenarlo a tiempo.

P: Tzvika ¿hay algo más que quisiera decir?

R: Quisiera recalcar que volvimos a nuestra tierra ancestral  después de 2.000 años, aunque siempre hubo presencia judía aquí. Y debemos tener claro que somos un pueblo, no un cúmulo de individuos que encontraron un lugar casual en Medio OIriente. Somos un pueblo milenario y nos quedaremos aquí, no nos iremos nunca  porque esta es nuestra tierra. Aquí están nuestras raíces y tenemos un destino que hemos venido a concretar . Yo vivo a la luz de esa idea y por eso vivo en Kiryat Arba junto a Hebron , la ciudad de los Patriarcas. Al final, todo estará bien para el pueblo de Israel aunque no puedo decir qué pasará con cada uno a nivel individual. Nuestra vida es muy frágil, independientemente de esta guerra. Una persona puede levantarse a la mañana y a las pocas horas, Dios no permita, morir en un accidente de tráfico. Pero la vida del pueblo es eterna. Yo trato siempre de conectar las dos cosas. 

Ana Jerozolimski
(31 Marzo 2025 , 09:34)

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