Al Diputado Carlos Varela, del sector Asamblea Uruguay en el Frente Amplio, tuvimos el gusto de conocerlo años atrás cuando participó en una delegación parlamentaria invitada a visitar Israel .Se considera un gran amigo de Israel, lo cual no significa que no tenga críticas-y muchas- a su gobierno. Condena fervientemente el antisemitismo, aunque cree que a veces se presenta como tal expresiones populares que no deben ser vistas de esa forma, como pasó recientemente en relación a Carnaval.
Acaba de asumir por quinta vez como RN en la bancada del Frente Amplio, el partido en el que milita desde 1971, cuando fue creado. Aceptó conversar con nosotros analizando el presente y mirando al futuro.
Le deseamos éxito en su gestión, al igual que a toda la nueva legislatura, que todos trabajen positivamente por Uruguay.
La entrevista fue extensa. Tiene dos partes, ambas aquí incluidas. La primera, sobre la nueva legislatura y temas nacionales. La segunda, sobre antisemitismo y la guerra de Israel contra el terrorismo.
P: Carlos acaba de asumir la nueva legislatura y tú nuevamente como diputado, miembro de la bancada del Frente Amplio. La gran diferencia es el paso de oposición a oficialismo. ¿Con qué espíritu lo encaras?
R: Acabamos efectivamente de asumir el 15 de febrero la nueva legislatura. Uno siempre cuando comienza una etapa de este tipo en el Parlamento o en cualquier otro ámbito de la vida, siempre lo hace con muchísima expectativa, con muchas incertidumbres y también con muchas esperanzas.
En mi caso, como esta es mi quinta legislatura, la experiencia acumulada tanto en el gobierno como en la oposición me generan expectativas moderadas en cuanto a la capacidad de posibilidades de desarrollar lo que uno siempre quiere hacer, como parte de un colectivo, obviamente. Por sobre todo en este caso, porque la composición de la Cámara de Diputados nos enfrenta a un particular desafío. El gobierno, el Frente Amplio en este caso, no tiene mayoría, así que va a requerir de un esfuerzo enorme y creo que positivo de conciliación, de búsquedas de acuerdos, de búsquedas de consenso, que yo creo que va a ayudarnos a fortalecer lo que más nos importa que es la institucionalidad.
P: Creo, modestamente, que este punto que mencionás, aunque sea una limitación lógicamente para el Frente Amplio, es positivo para el país, porque como bien dijiste, obligará a redoblar esfuerzos para lograr acuerdos. Eso es bueno, sano creo yo.
R: Así es. Te diré que si uno escucha los discursos que todos los legisladores y legisladoras de todos los partidos hicieron el 15 de febrero comprometiéndose en el sentido de buscar caminos de acuerdo, da un panorama alentador en el sentido que acabo de señalar. Ojalá esas promesas se cumplan.
P: ¿Cómo ves el ambiente general? En campaña siempre me chocó esa tendencia a presentar en términos negativos todo lo que hace o hacía el gobierno. ¿Cómo garantizar que se trabaje por el país, juntos, aunque haya diferencias?
R: Creo que hay una situación que nosotros tenemos que trabajar, todos, todos los partidos políticos, y es ayudar a que en Uruguay no se genere, más allá de las diferencias naturales y que insisto deben existir para fortalecer un sistema democrático, no se genere lo que se están denominando últimamente, por lo menos en la región, la grieta.
P: En Uruguay siempre hubo una capacidad de diálogo mayor que en otros lados creo yo, pero a veces, en determinados momentos, me dio miedo que las cosas se agraven.
R: Hay un gran riesgo de que, más allá de las diferencias, estas nos lleven a una situación límite de enfrentamiento que no tiene ningún sentido y que no tiene ningún resultado. Creo que el Uruguay enfrenta una enorme cantidad de desafíos como pocas veces sucedió en materia, por ejemplo, de seguridad, en materia de diferencias sociales, en materia de marginalidad, que van a exigir que desarrollemos políticas de Estado más allá de las posiciones de los partidos y más allá de los periodos de gobierno. Esto va a exigir un gran esfuerzo, un gran sentido de la responsabilidad y yo espero que todos estemos a la altura de las circunstancias.
P: ¿Le reconocés logros al gobierno saliente del Presidente Luis Lacalle Pou?
R: Un primer logro que es obvio pero que hay que resaltar es el mantenimiento y el fortalecimiento de la institucionalidad. No es menor que el 15 de febrero de este año se hayan cumplido 40 años ininterrumpidos de democracia, el período más largo democrático en la historia del país y yo creo que eso también es mérito de todos los gobiernos que han actuado desde el 85 a la fecha y la reconozco obviamente como debe ser al gobierno saliente. Insisto, esto parecería una obviedad y decirlo naturalmente, pero cuando uno ve el mundo y la región, el mantenimiento de la institucionalidad y el fortalecimiento de la misma es un mérito de todos los gobiernos que hay que reconocer.
P: Es muy cierto. Puede parecer lo más normal, tan básico, pero no es sobreentendido.
R: En materia económica se logró mantener un equilibrio macroeconómico con algunas deficiencias que lamentablemente el actual gobierno va a sufrir, pero bueno, la inflación está en un nivel bajo, las cuentas generales del país tienen algunas dificultades que vamos a tener que encarar pero que no parecen ser de extrema gravedad y la imagen del país en el exterior se mantuvo en los niveles que nos dejó el Frente Amplio y eso no es poca cosa porque Uruguay necesita inversiones y la seriedad institucional, jurídica y política es un elemento absolutamente imprescindible para lograrlo. El gobierno saliente trabajó en ese sentido. Después hay una enorme cantidad de problemas que nos dejan, aumento de la pobreza infantil, una educación en crisis, problemas de seguridad gravísimos que se comprometieron a solucionar y que no lo pudieron hacer.
Hoy el narco está realmente en una actitud de enorme agresividad y de desarrollo sobre todo en barrios marginales que nos tiene muy preocupados, pero bueno, son tareas que deberá encarar el próximo gobierno en el sentido de la respuesta anterior, desarrollando políticas de Estado que deben comprometer a toda la sociedad en la dirección correcta.
Venezuela, Cuba, Nicaragua
P: El presidente Lacalle Pou bloqueó la posiblidad de invitar al cambio de mando, la asunción de Yamandú Orsi como Presidente de la República, a las autoridades de Venezuela,Cuba y Nicaragua por ser dictaduras violadores de los derechos humanos. El FA no está unido en la forma en que ve a esos regímenes. Ha habido dentro del partido pronunciamientos que miminizaban el carácter dictatorial de esos regímenes, amparándose en cosas como que cada país decide lo que hace…y estoy diciendo el espíritu, no citando literalmente¿Cuál es tu postura?
R: Fue una decisión que tomó el Presidente dentro de su prerrogativa. Nosotros ya teníamos la información que ninguno de los mandatarios de esos países iba a concurrir, así que en ese sentido no se modifica absolutamente nada con relación a la presencia de mandatarios que, por las perspectivas que tenemos, será récord en el primero de marzo en la asunción del compañero.
Respecto a los temas vinculados a las posturas que tenemos con relación a Venezuela, a Nicaragua y a Cuba, el Frente Amplio ha tomado posiciones oficiales, públicamente, y mi posición son las del Frente Amplio.
El flagelo del antisemitismo
P: Quisiera plantearte algunas preguntas sobre temas que preocupan a la colectividad judía uruguaya. El antisemitismo ha ido seriamente en aumento, en gran medida por la propaganda palestina, que inventa acusaciones infundadas contra Israel. Siempre dije que el antisemitismo debe preocupar no sólo a los judíos sino a la sociedad toda, porque la daña. ¿Cómo lo ves?
R: Realmente creo que es uno de los temas importantes a plantear. Obviamente mi posición es absolutamente clara respecto a rechazar cualquier práctica de antisemitismo, cualquier práctica de discriminación o de actitud contraria a los intereses de cualquier colectivo, sea este racial, religioso, filosófico, político o cultural. Toda mi vida me he parado en el mismo lugar y desde mi práctica política no he modificado la misma, sino que la he acentuado.
Es cierto que en los últimos años, pero fundamentalmente a partir del 7 de octubre con el ataque terrorista de Hamas sobre Israel, el antisemitismo ha explotado negativamente en el mundo. También en Uruguay algunas prácticas se han visualizado y eso nos debe preocupar particularmente porque la historia nos muestra que cuando estas cosas suceden lo que viene después es de extraordinaria gravedad. Entonces esto hay que enfrentarlo frontalmente sin ningún tipo de tapujo, con claridad parándose uno donde se debe parar y es sin no dar ni un minuto de tregua a este tipo de prácticas.
P: Carlos, yo siempre dije que no es cierto eso de “estamos solos”, que el pueblo judío tiene muchos amigos. Al mismo tiempo, creo que sería muy importante que justamente los no judíos con los valores bien puestos, que tienen posturas como ésta que has manifestado, salgan públicamente con mayor fuerza a plantear esta idea. ¿No te parece?
R: Yo comparto que hay que salir con mucha más fuerza los que no son judíos sobre el tema judío en cuanto a denunciar y a combatir el antisemitismo. Eso lo comparto y creo que ha sido mi actitud permanentemente. Estableciendo en cada oportunidad las prioridades que existen en materia de acción política, de discurso, etc.
La humanidad toda está pasando un momento muy particular donde hay enormes riesgos democráticos, no solo por el antisemitismo, pero esta es una expresión de esos riesgos y no creo que se deba permanecer pasivo ante este cambio de época que estamos viviendo, que lamentablemente no creo que sea positivo, sino muy negativo. Entonces sí, una actitud permanente muy activa, muy vigilante es lo que corresponde.
Mi vida ha sido así, desde los 17 años soy un militante político, he atravesado por momentos muy duros y siempre he participado, así que no voy a modificar esa conducta, aunque sí veo con mucha preocupación una sociedad en general muy pasiva, muy poco participativa, muy atenta al celular y muy poco atenta a la participación ciudadana. Eso sí me preocupa, y no solo pasa en Uruguay.
Parodia y antisemitismo
P: Cuando fue lo de los parodistas Caballeros y después dos murgas,todos con elementos antisemitas y demonizadores de Israel, tú y yo intercambiamos mensajes,sin concordar en varios puntos. ¿Ves ahora el peligro del fenómeno,que un marco de cultura popular sea escenario de esas expresiones de odio? Y ni que hablar que sin mencionar siquiera el salvaje ataque terrorista a Israel del 7 de octubre.
R: De alguna manera esta pregunta está vinculada a esto, pero yo tengo una posición diferente y tú lo sabes porque hemos intercambiado mensajes al respecto. Lo que sucedió con el grupo parodista Caballeros creo que fue una extralimitación en cuanto a la relación que existió. Yo lo voy a explicar, sé que contigo lo hemos conversado, pero seguramente puede haber lectores de esta nota que no conozcan qué fue lo que pasó.
Primero, no voy a abundar sobre el carnaval uruguayo porque deberíamos hacer una nota aparte por las características que tiene el mismo, que es excepcional a nivel mundial. Pero una de las categorías que tiene el carnaval montevideano fundamentalmente, aunque también en algunos departamentos del interior, es la de los parodistas y los parodistas hacen parodias. La parodia, no voy a explicar cuál es el género porque cualquiera lo puede entender, puede ser sobre un hecho histórico, sobre una personalidad, sobre un libro, una película, etcétera.
Tiene que ser sobre algo que exista. Y en este caso fue una parodia sobre la obra de Shakespeare, El Mercader de Venecia, donde hay un personaje judío que tiene determinadas características que establece el propio autor, creo que en el 1600, no recuerdo exactamente. Lo que hace este grupo de parodistas es parodiar esa obra y aparece el personaje, Shylock, que es judío, con algunas características estereotipadas, que no es exactamente la invención del autor de la parodia, sino de la obra de Shakespeare y del propio humor. Ya te comenté yo en uno de los mensajes que intercambiamos, que el propio humor judío, que a mí me encanta, genera determinados estereotipos.
Llevar eso a denunciarlo como una práctica antisemita me pareció una barbaridad, no lo comparto.
P: Entiendo lo que decís, pero los parodistas eligieron esa obra y no otra, que incluye, sí, estereotipos negativos del judío. Nadie los obligó a elegir eso. ¿Concebís que osen hacer algo similar hoy en día ridiculice o difunda estereotipos negativos de afrodescendientes o sobre homosexuales? La verdad que no creo.
R: Comprendo las sensibilidades, pero fíjate que sucedió lo siguiente: el conjunto fue la segunda rueda del concurso de carnaval, hizo exactamente la misma actuación desde el punto de vista textual, hizo una modificación muy sutil en una escena, de hecho ese paso no había sido señalado por nadie, porque en realidad creo que quienes censuraron o quienes criticaron la actuación no la habían visto, miraron por YouTube una parte, y sin embargo no tuvo ningún tipo de repercusión la segunda actuación, ni ningún tipo de denuncia, lo cual me congratula porque creo que no correspondía. Yo insisto en lo que siempre he señalado, hay una línea que debe respetarse entre lo que es el antisemitismo evidente, claro, como una práctica ideológica y política, y lo que puede ser una creación artística, que se puede compartir o no, le puede a uno gustar o no, pero no puede pasarse de una hipersensibilidad que termine en una especie de censura. El resultado de lo que sucedió es que varios conjuntos que no mencionaban el tema, lo han hecho en forma irónica en sus actuaciones, generando ninguna actitud antisemita, quiero aclararlo, ni contra el pueblo judío, ni contra Israel, pero sí como una especie de denuncia por lo que muchos comprendimos como un acto desmedido con relación a una expresión artística.
Creo que fue una tormenta en un vaso de agua porque rápidamente se disipó con una reunión que tuvo el Director responsable de los parodistas con el Comité Central Israelita. Lo conozco personalmente a él mismo, estaba muy angustiado por la situación, porque cualquier característica puede tener menos de ser antisemita, y creo que la situación quedó finalmente superada.
En realidad, durante toda mi vida, escuché humor no sólo en Carnaval. Carnaval era un reflejo de lo que pasaba en la sociedad sobre afrodescendientes gallegos. Soy descendiente de gallegos, te aclaro. Obviamente, homosexuales, gente con discapacidad, etcétera. En los últimos tiempos, para bien o para mal, cada uno tendrá su opinión, yo creo que para bien, ha existido una especie de corrección política en el humor que ha llevado a que algunas expresiones se vayan abandonando.
Aclaro, porque está implícito lo que estoy diciendo. También se hacía permanentemente humor sobre judíos, y como vuelvo a decírtelo, las principales expresiones humorísticas sobre judíos eran de judíos. Ahora, eso ha cambiado bastante, insisto, para bien o para mal, porque creo que hay mucha autocensura al respecto, pero esto pasó toda la vida.
Lo mismo con las dos murgas que tú mencionas, que sí hacen mención a la situación actual, en el caso de Gaza, una de ellas va en el contexto de un couplet que habla de las guerras en general, y la otra sí es mucho más específica respecto a la situación de Palestina y de Israel. Yo puedo no compartir y no comparto la expresión de esa murga, pero el Carnaval editorializa y lo hace sobre múltiples temas. El no compartir una cuarteta, porque es eso, no es más que eso, no puedo yo manifestarlo como una denuncia de antisemitismo de ninguna manera, y aparte no comparto la censura o la autocensura sobre el tema que sea.
P: Entiendo eso, pero no hubo nada con ese tono sobre otras guerras, aunque las hayan mencionado. Y sobre la autocensura , creo que es muy lindo hablar de libertad de expresión y derecho a decir lo que uno quiere en el arte, pero no tengo dudas: si esa libertad de expresión difunde nociones que aportan al odio y no al diálogo, no es válida. Los derechos de uno terminan donde empiezan los del otro, así lo creo yo.
R: Puedo, insisto, discrepar con lo que se dice, pero nunca denunciarlo para impedir que alguien se manifieste. En resumen, denuncio en todos los lugares el antisemitismo, lo rechazo y lo combato, pero de ninguna manera puedo admitir que las expresiones que se hicieron en el marco de una expresión cultural, que pueda gustar o no, se pueda tildar de antisemitismo, y muchísimo menos, Ana, de que se haya demonizado a Israel. Hay que tener mucho cuidado de no pasar una raya que pueda ser contraproducente a los que buscamos justamente denunciar este tipo de prácticas.
P: Sabés que valoro mucho tu sinceridad y tus posturas, por eso te pedí esta entrevista, aunque en este punto discrepamos. Otra pregunta sobre el tema antisemitismo. Como dijo hace tiempo Miguel Brechner,hay antisemitismo también en la derecha. Pero hoy en día en ciertos sectores de la izquierda,es un fenómeno central. Mi duda es si los elementos realmente democráticos dentro del FA pueden imponerse o si los más radicales llevarán la voz cantante.
R: Comparto que hay antisemitismo en la derecha y también a la izquierda, notoriamente, y en otras expresiones que no son tanto de la izquierda como de la derecha, hay mucho antisemitismo lamentablemente cultural, que no estaría identificado necesariamente con una ideología determinada. Esa es nuestra preocupación y nuestra angustia por combatirlo, pero quisiera hacer una puntualización. Rechazo la noción que mencionaste que en el Frente Amplio haya algún partido o sector que no sea democrático, no existe, no es real, se puede tildar de radical, aunque lo de radical también es muy relativo, pero de ninguna manera comparto que algún de los sectores que comparten, insiste, la existencia y la vigencia del FA amplio sean antidemocráticos.
Es más, lo paradójico es que algunos de esos sectores que se tildan, y pondría entre comillas, como “radicales”, son los que más lucharon y más vidas ofrendaron por la democracia y la libertad de este país cuando había dictadura.
Así que creo que en ese sentido tienen más que testimonios y pergaminos para no poder ser tildados antidemocráticos. Distinto es que tengamos distintas posturas y distintas posiciones respecto al conflicto de Medio Oriente y fundamentalmente sobre el conflicto de Israel y Gaza. El Frente lo ha laudado con declaraciones oficiales del Frente Amplio, no de cada sector que lo compone, a los cuales me remito y adhiero. Lo otro es una discusión permanente que como con otros temas tenemos en el Frente en un debate democrático permanente que desde nuestro punto de vista no dificulta la acción colectiva sino que la fortalece.
Uruguay, Israel y la guerra
P: ¿Qué política vislumbras en el tema de Israel?
R: Yo creo que Uruguay va a mantener la misma política exterior que ha tenido durante los gobiernos del Frente Amplio y durante el gobierno de Lacalle Pou. Obviamente un rechazo absoluto a la violencia y a la agresión, una permanente vigencia y defensa de la legitimidad del Estado de Israel.
Uruguay tiene en ese sentido una historia que nos enorgullece respecto a este tema y también obviamente a la existencia de los dos estados, tanto el de Israel como el de Palestina, y hay una práctica que es la política exterior de Uruguay, la no injerencia en los asuntos internos de otros estados y una búsqueda permanente a la paz y a la coexistencia pacífica entre Estados.
P: Yo apoyé siempre la idea de dos Estados, si es en mutuo respeto, paz y seguridad. Ahora, lamentablemente, no lo veo factible, y no puedo olvidar todas las oportunidades en las que los palestinos dijeron que no.
R: Creo que para discutir de esto precisamos mucho más tiempo. En la historia del conflicto, claro que los árabes han cometido sus errores, pero creo que Israel también.
Israel y la lucha contra el terrorismo
P: ¿Comprendés la lucha de Israel contra el terrorismo?
R: Por supuesto, no hay ninguna duda en lo personal, en lo colectivo y en lo sectorial, que Hamás y todas las organizaciones terroristas deberían desaparecer, no sólo por por lo que le hacen a Israel sino por lo que le hacen a su propio pueblo, que muchas veces es el más perjudicado y la actual guerra lo demuestra. Pero Israel tiene el derecho a defenderse de Hamás o de cualquier enemigo como cualquier estado que lo agreda.
Creo que a veces se ha confundido la crítica que se puede hacer al gobierno de Israel con lo que tiene que ver con la defensa del Estado de Israel. Los gobiernos son coyunturales y las prácticas de un gobierno determinado pueden ser apoyados o criticados. Yo soy muy crítico del gobierno de Israel, pero de ninguna manera esto puede obviar el derecho que Israel tiene de defenderse y ojalá de acabar con jamás y con las otras organizaciones terroristas que suelen asolar la región.
Hay otro capítulo distinto que tiene que ver con lo que sucede lamentablemente en todas las guerras, por lo menos desde el siglo XX, que tiene que ver con la existencia de determinado tipo de armamentos, con determinado tipo de estrategias y tácticas que han terminado generando en la población civil no beligerante víctimas extraordinariamente importantes en cantidad. Sucedió en la Segunda Guerra Mundial, en la Primera Guerra Mundial y en todas las demás guerras, y ha sucedido la guerra de Gaza. Pero eso lamentablemente no tiene que ver con la acción de un Estado determinado, con un gobierno determinado, sino con el avance de las tecnologías y las estrategias de guerra.
Por lo tanto, insisto para hacer una síntesis de esto, que entiendo, entiendo, comparto y ojalá se logre el objetivo en la lucha contra el terrorismo que Israel ya está llevando adelante.
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P: Que así sea. Ambos pueblos saldrían beneficiados. Muchísimas gracias por tu tiempo y tus valiosos conceptos.¿Quisieras agregar algo?
R: Sí. Me gustaría contar que en pocos días más, 10 y 11 de marzo, voy a participar en un encuentro internacional de legisladores, invitado por la Liga Antidifamación, a través del Comité Central Israelíita en Uruguay, que se va a realizar en Santiago de Chile con el objetivo de crear una red parlamentaria de lucha contra el antisemitismo y contra la discriminación. Mi participación, aceptando esa invitación, creo que fortalece mi compromiso y mi postura respecto a este tema. Así que no creo que tenga mucho más que agregar, pero creo que más allá de comentarios de naturales, discrepancias o matices, creo que tengo un testimonio de vida que compromete con el pueblo judío, con el Estado de Israel, más allá de sus gobiernos, una permanente solidaridad con relación a su situación.
P: Así es Carlos, y por eso me era importante esta entrevista. Sé, porque nos hemos escrito al respecto, que tenés también discrepancias, pero no en cuanto al derecho de Israel a vivir en paz y defenderse, y sobre la necesidad de combatir los odios, el antisemitismo entre ellos. Así que gracias mil por esta entrevista.
R: A vos Ana por el interés y por esta oportunidad.