Entrevistas

Una historia de amor desde Filipinas a Israel, golpeada el 7 de octubre

Con Sunshine Levy -ex Pérez- del kibutz Ein Hashlosha

Apenas conocí a Sunshine Levy (37)  en Netivot, donde reside ahora temporariamente la comunidad del kibutz Ein Hashlosha de la que ella es parte, sentí que sería extraño hablar con ella de muerte y dolor. La suavidad de su voz, la delicadeza de su andar, chocaban con el tema que me había llevado hasta ella, el hecho que su padre adoptivo Rami Negbi, encargado de seguridad del kibutz, fue la primera víctima mortal de Ein Hashlosha aquel terrible 7 de octubre del 2023, uno de los cuatro muertos en el lugar. Tenía 57 años cuando fue asesinado. 

Sunshine nació en Filipinas y su apellido era Pérez. Rami viajó en su momento a Filipinas, conoció a la mamá de Sunshine, se enamoraron y tiempo después se casaron. Cuando se conocieron, Sunshine ya tenía 4 años, hija del primer matrimonio de su padre. Su madre se mudó a Israel y la niña creció con su abuela. Al fallecer la abuela, su madre y Rami trajeron a Sunshine ya de 13 años, a Israel, que se convirtió en su nueva casa. Nunca abandonó el kibutz y nos cuenta cuánto ama el lugar.

Esta es su historia.

 

De las Filipinas a ciudadana israelí

P: Sunshine, has tenido muchos sobresaltos en tu vida e imagino que cambiar de país no es sencillo. ¿verdad?

R: Así es pero el kibutz me acogió muy bien. Me enseñaron hebreo y aprendí muy bien. Venir de una familia muy pobre en las Filipina a Israel, al kibutz, para ´mí fue como una vida de ensueño. Y ni que hablar del hecho que en el kibutz  conocí a mi esposo, Dor Levy, nacido en Ein Hashlosha. Estamos juntos desde que concluimos la secundaria, yo tenía 17 años, él 19, estaba en el ejército.

P: ¿También tú hiciste el ejército?

R: Sí, no tenía obligación de enrolarme, pero me presenté como voluntaria. Y al terminar el servicio militar me concedieron la ciudadanía. 

P: Y hablando de estatus oficial ¿Rami, el esposo de tu mamá, te adoptó oficialmente?

R: Rami me preguntó si quería que lo haga, pero yo le dije que no me parecía necesario ya que el día que me casara cambiaría de todos modos mi apellido.  Yo sé que pertenezco a la familia. Tenía a mi madre y Rami, su espos, era como un padre para mí, y también un gran amigo. Siempre supe que si necesitaba algo, podía recurrir a él. Él era la “dirección”, él me cuidaba, siempre se preocupaba por mí, mi hermana (hija de Rami y mi mamá) y mi madre. Me trató siempre como un padre, como mi esposo actúa con nuestros hijos, a los que les da amor, los cuida, se preocupa por ellos, es exactamente lo mismo. Sí. Rami era un padre para mí en  todo sentido.

P: ¿Cómo está hoy tu mamá, habiendo perdido a su gran compañero?

R: Está bien…bueno…¿Qué significa “está bien”? Nadie está bien, ¿sí? Pero intentamos vivir la vida en lo posible. Viajó por un tiempo a Filipinas a pasar un poco con sus hermanos, con amigos. 

Tiempos felices, en la mesa familiar, en la noche del Seder de Pesaj. Rami, que de hecho la crió como padre, su mamá, su hermana , su esposo Dor y los hijos de ambos.Sunshine toma la foto.
Sunshine y Dor en su boda, con los padres de ella y su hermana

 

Explicar a los niños sobre “los malos” que mataron al abuelo

P: ¿Y tú? ¿Cómo es tu vida?

R: Con mi esposo tenemos dos hijos, Tomer de 3 años y Corinne de 5. Son  dos niños encantadores. Por el momento, no vemos efecto alguno de lo sucedido pero habrá que ir haciendo un seguimiento. Son pequeños.  Cada tanto, surge el recuerdo y la falta del abuelo.Rami era su abuelo en todo sentido.. Tomer todavía cree que Rami está en el kibutz. Cuando le preguntamos ¿dónde está Rami? Responde, en el kibutz. 

Rami, de bendita memoria, con su nieto

 

P: ¿Qué les explicaron sobre lo que pasó?¿Que Rami los cuida desde el cielo?

R: No, pero no porque no tengamos fe, sino que no decimos a los niños algo que no estamos seguros que sea lo mejor. A Corinne le dijimos que Rami murió. Consultamos a psicólogos, psiquiatras cómo presentar el tema. Mi esposo y yo nos asesoramos muy bien, nos explicaron qué palabras utilizar y cuándo decir cada cosa. Buscamos pues el momento adecuado. 

P: ¿Cuál fue ese momento?

R: Una noche, a eso de las 22.30 de la noche, la chiquita comenzó a hablar sobre la situación. Vimos que ella estaba muy atenta a los hechos. Le dijimos que hay algo que queríamos decirle. Y le pregunté si recuerda que le habíamos dicho que había gente mala en el kibutz. Ella respondió que sí. Entonces dije: “ellos mataron a Rami”. Ella se quedó callada y dijo: “lo asesinaron”. Como si hubiera modificado el término. No sabíamos que conocía la diferencia entre los términos. Le dijimos que sí, que él había ido al trabajo y “los malos” lo asesinaron en el trabajo. 

Y son las palabras más simples que ellos entienden. No sé hasta qué punto entiende el fallecimiento de alguien. Pero ella estaba tan triste, en mi vida no la había visto tan triste y empezó a llorar. Nosotros también lloramos con ella.

P: Qué duro imaginarlo siquiera…

R: Sin duda. Después de eso, es como si le hubiese sido tan difícil aceptarlo, que se quedó dormida, como desmayada. Estábamos un poco estresados ​​por eso, que se fue a dormir así. Cada tanto empezó a hablar, preguntar sobre los “malos”, si venían al kibutz. Le dijimos que no, que ya no hay malos en el kibutz, hay soldados nuestros y cuidan el kibutz. Y tiene todo tipo de reflexiones sobre los malos. 

Rami con su nieta

 

 

Una jornada de horror

 

P: ¿Cómo fue el 7 de octubre en tu casa?

R: Cuando empezó la alarma, entramos todos a la habitación protegida, el “mamád”, que es la habitación de los niños y de juegos, parte de la casa. En la mitad de la noche, Corinne había venido a nuestra habitación, pero yo no la había sentido. Con mi marido, cada vez que hay una alarma de “Tzéva Adom” , una voz que dice eso, que significa “color rojo”, que es como suena en la zona adyacente a Gaza, y entonces tenemos que ir al “mamád” tenemos una señal, con un golpecito, él ya sabe que hay una alarma. En Ein Hashloshá no hay tiempo, dicen que hay 15 segundos, pero son menos. Ya en el refugio seguimos durmiendo. Eran las 6.30 de la mañana del sábado. Mientras tanto, mi esposo estaba con el teléfono junto a la puerta (porque no hay señal cuando se cierra) y luego me dijo que tenía que salir porque es parte de la kitát konenut , o sea la unidad de respuesta rápida del kibutz), junto con Rami. Para mí era lo normal porque ese equipo de emergencia siempre es el primero en salir a ver dónde hay daños cuando caen cohetes.

 

P: Pero esta vez era algo muy diferente y aún no lo sabías… 

R: Así es. Mi esposo se vistió, se colocó el chaleco antibalas, tomó el arma y luego dijo: “Salgo”. Lo miré entonces… por lo general me da un abrazo, un beso y se despide. Pero lo miré y sentí que todo era tan diferente, lo recuerdo tal cual. Llevaba una remera azul, no llevaba casco, con chaleco, parecía muy serio, sentí en mi corazón un poco de temor, pero me dije, todo bien, es sólo una alarma, ¿qué más puede ocurrir? Cerré la puerta del “mamad”; él se fue y yo seguí durmiendo con los niños. Pero de fondo todo el tiempo se oían disparos… Un helicóptero que disparaba muy cerca…Resultó que era un helicóptero que estaba en Nirim y exploraba los campos de la zona. Por lo general, cuando hay un helicóptero y disparos, se trata de una infiltración. Estaba  segura que en corto rato llegaría el ejército. Y entonces cuando escuché el helicóptero pensé que el ejército estaba persiguiendo a los terroristas que se habían infiltrado. Así que no estaba preocupada. Y aún no habíamos recibido nada relacionado con eso en los mensajes en la red del kibutz. Pero pronto entendí que algo no era normal…se escuchaban explosiones, disparos….

 

Algo distinto de siempre

P: ¿Incluso antes de saber acerca de la invasión masiva, en términos de la alarma “tzeva adom”, sentiste que era diferente de lo habitual?

R: Completamente diferente a lo habitual… Se oía el ruido mucho más cerca, mucho más fuerte. Mucho, mucho ruido. Entre tanto, mis hijos empezaron a despertarse. Creo que eran pasadas las 8… De repente escuché ruidos de personas corriendo, hablando y gritando “Allahu Akbar”. 

P: Ay Dios…me imagino…

R: Terrible. Me dije: ¿cómo? no puede ser que estén aquí. ¡No puede ser! En cierto momento me dije: “De acuerdo, están aquí, pero el ejército los está persiguiendo. Pase lo que pase, los alcanzarán antes de que entren a nuestra casa”. Y me dije: hay que estar en silencio. Si conservamos el silencio, no llegarán. No sé si apagué el aire acondicionado o fue porque hubo un apagón… 

En cierto momento le envié un mensaje a mi esposo, Dor, le dije: “Escuché gritos de “Allahu Akbar”. Y él me respondió: “Lamentablemente, esta es la situación”. 

P: Él ya sabía que había terroristas…

R: Sí… eran ya las 8.30 y él había salido cerca de  las 7. A esa hora más o menos Rami ya había sido asesinado. Dor lo sabía.  Pero no me dijo. Dor debía ir con Rami en el coche. Al parecer Rami recibió un informe que en la zona de Noa Glasberg, de Marcelle (la mamá de Liora) –ambas fueron asesinadas, además de Silvia Maransky- que en esa zona había ruido. Al parecer Rami salió en esa dirección, sin esperar a nadie. Y Dor, que debía acompañarlo, por suerte no fue con él.

P: Cuatro muertos en el kibutz…cada uno un mundo, pero es casi un milagro que no hayan sido muchísimos más. Noa, hija de Arie y Rita Glassberg, que fueron enviados (Shlijim) de Hanoar Hatzioni en Uruguay hace muchos años…Marcelle que había ido a ayudar a su hija que vive en el kibutz…¿Y Silvia?

 R: Silvia, que era argentina, murió quemada en la casa. Todos sus nietos e hijos viven fuera del kibutz . Ella estaba sola. Rengueaba, no pudo escapar. Otro caso muy diferente fue de otra mujer de edad, Jacqueline, que logró saltar  por la ventana.  

P: Y volviendo a tu esposo…

R: Cuando él salió, enseguida entendió que estaba ocurriendo otra cosa, que los disparos no eran normales. Fue por caminos por los que no suele ir, para asegurarse de no toparse con terroristas.No me dijo que había terroristas pero sí sabía…Y (los terroristas) no vinieron en seguida a nuestra casa. Anduvieron antes por otras partes del kibutz. 

 

 

Terroristas intentando entrar por la ventana del refugio

P: ¿Cuándo llegaron los terroristas a tu casa?

R: A casa llegaron recién alrededor de las 11. Los niños ya se habían despertado y cuando preguntaron qué era el ruido les dije que era Arie, uno de los miembros del kibutz, que estaba cortando el césped con el tractor. En determinado momento, los terroristas trataron de abrir la ventana de acero de nuestro refugio. Trataron con algo de metal, se oye “tic, tic”, y cada vez que intentan abrir entraba un poco de luz al mamád.

 

P: Me cuesta imaginar el terror que sentirías.. 

R: Claro…Los niños ya gritaban. Ya no servía de nada decirles que es un tractor o lo que sea, porque se dieron cuenta que alguien está haciendo un gran esfuerzo por abrir la ventana de acero. sino ven que se esfuerzan mucho por abrir la ventana de acero. Abrazo a mis hijos, me despido de ellos, porque ¿qué más podía hacer? 

P: ¿Qué quieres decir que te despides? 

R: Sentí que se acaba… Les digo que los quiero y gracias por la felicidad que me hicieron sentir.

P: ¿Sentiste que iban a morir?

R: Sí, que iba a morir… Hace unos meses, en uno de los moshavim, un terrorista entró en una casa y asesinó a todos los niños y la familia entera. Sentí que ahora era nuestro turno. Y no tenía tiempo, y el poco tiempo que tenía lo aproveché para despedirme de mis hijos. Y los abracé… Fue cuestión de segundos mientras abrían…. Tomer gritaba…y Corinne también. El chupete ya no ayudaba, lo tiró… Los abrazo y les digo que los amo. Yo estaba esperando ese momento, cuando nos dispararan y perforaran el cuerpo. Así me lo imaginé.En cierto momento, vimos que no podían abrir la ventana de acero porque aunque no estaba con llave, se había atrancado. Empezaron entonces a romper  las otras ventanas de mi casa. 

P: ¿Escuchaste que intentaban entrar a la casa?

R: En el momento en que escuché una ventana romperse, todavía recuerdo el estrépito. Rompieron nuestra puerta trasera de vidrio. Ese momento me hizo actuar, pensé que la puerta de nuestro “mamad” no se podía cerrar con llave… nadie pensó en cerrarla con llave, ni siquiera sé cómo se hace… el hecho de estar dentro, siempre significa que estoy protegida. Entonces en el momento en que escuché que empezaban a entrar a la casa, escuché mucho ruido de gente, entendí que eran tres personas. 

P: Y los niños….me imagino…

R: Lloraban. Hasta hoy me cuesta escucharlos llorar… porque me devuelve un poco al “mamad”. Me colgué de la puerta, y mis hijos sobre mí… Y en ese momento los escucho. Hacía mucho calor, me sudaban las manos... Y los escuché dentro de la casa, tirando, rompiendo cosas. Pensé entonces que vendrían hacia mí… cambié entonces de posición, más cómoda para sostener la puerta…Traté de  girar la puerta, una y otra vez, hasta que de repente se cerró - no sabía que así se cerraba… mientras tanto los niños lloraban y gritaban… Los terroristas daban vueltas por nuestra casa, probablemente buscando objetos de valor. Y fue todo cuestión de segundos….

P: ¿Puede ser que eran civiles, no terroristas? 

R: La verdad es que no lo sé... Tenemos cámaras en nuestra casa… y fotos de sus caras. Mi marido vio que uno estaba armado y venían otros dos más. Tal vez eran civiles gazatíes…

 

Una pequeña gran heroína

P: ¿Cómo se lidia con una situación imposible como esa?

R: Tan pronto como sentí que realmente estaba en buena posición para sostener con fuerza el picaporte, tuve un instante de calma que sentí que debía  explicarles a mis hijos lo que estaba pasando… Para que entendieran y no solo gritaran… aunque claro que no gritaban porque sí, tenían sus motivos.. 

Le dije a Corinne: “Corinne, hay gente mala dentro de casa y quieren entrar a nuestro “mamad” y no les dejaremos”. Mi hija, tan pequeña, de repente se recompuso, y se paró a mi lado y pude pedirle que colaborara. Mis manos transpiraban… entonces le dije: a mi niña: ‘¿recuerdas la tela que te gusta, la ropa de bebé que te gusta, ve al cajón, sabes dónde está? Tráemela, quiero ponerla sobre el picaporte para mi mano no se resbale. Ella va y viene, me trae tela. Y así esperamos que entren, todo era cuestión de segundos…

De repente la siento, me acaricia así en mis piernas, trata de calmarme… y Tomer grita y ella se dirige a él y le dice “Tomer, aquí estoy”, y lo acaricia. Una niña de cuatro años…

P:  Ustedes se salvaron, aunque perdiste a Rami, tu papá…¿Cómo fue?

R: En cierto momento los escucho al otro lado de la puerta del “mamad”, los escucho susurrar en árabe… entonces, intentan abrir y yo les devuelvo… una y otra vez… Entonces se ríen y dicen en hebreo ¿por qué cerrar con llave? 

Entonces, hablan un poco más y luego, en cierto momento, simplemente nos dejan, simplemente nos dejan y se van.

P: ¿Por qué?

R: No lo sé. No sé qué pasó. Luego, cuando llegué a Eilat , el primer lugar al que nos evacuaron, según lo que entendí, Luis Rothman, nuestro vecino, tenía un arma pequeña y simplemente disparó en todas las direcciones e hizo que algunos terroristas se escaparan y aparentemente los atrajo… 

P: ¿Y él está bien? ¿No entraron a su casa? 

R: No entraron a su casa... Todo el que pasaba simplemente disparaba. Digamos que vio a unos terroristas yendo a la casa de una mamá sola con su niña, cuando vio que intentaban abrirle la ventana, les disparó. 

Eso es lo que entendí, que probablemente hizo que todos fueran hacia él. 

De hecho, todo ese tiempo no solté la puerta … y ​​​​los niños… Corinne estaba relativamente bien, no lloraba haciendo mucho ruido, pero Tomer, sí, Tomer estaba muy asustado y para calmarlo tuve que ponerlo sobre mí mientras sostenía la puerta… Eso fue hacia las 11 y recién hacia las 13:30 vinieron a ver cómo estábamos, algunos miembros de la kitát konenút.

 

El contacto a los saltos con el esposo

P: ¿Sabías que estaba pasando con Dor durante ese tiempo? 

R: No. En cuanto los terroristas salieron, no le escribí a Rami porque sé que en caso de emergencia en el kibutz son muchos que lo llaman… entonces me dije, esperaré a que llegue un momento más calmo y le informaré, evidentemente sin saber que ya estaba muerto. Envié entonces un mensaje al grupo diciendo que terroristas habían estado dentro de mi casa, que sostuve el picaporte y no los dejé entrar; les dije, sostengan bien la puerta. En efecto, muchos me dijeron que después del mensaje que había enviado, empezaron a cuidar la puerta. Algunos, que viven al otro lado del kibutz, no sabían que había terroristas en el kibutz. En la zona más hacia el sur, donde yo vivo, cada tanto teníamos cobertura pero en la parte norte, gran parte de la gente estaba incomunicada…

P: Es increíble…y gente dentro del kibutz se enteró por mensajes desde afuera de lo que estaba pasando.

R: Así es. Itay, mi jefe, me escribió hacia las 11 qué tal estoy. No sabía nada de los terroristas. Le dije “hubo terroristas en mi casa, averigua cómo están tus padres”. Él hizo una captura de pantalla de mi mensaje, se las envió a sus padres, diciéndoles: “entren de inmediato al refugio”. A las 8.30, un vecino de uno de ellos la vio a la madre colgando ropa….por suerte Itay les escribió.

P:¿Cuándo te reuniste con tu esposo?

R: A las 13.30 vino con dos personas del kibutz a quienes les habían entrado en su casa. Habíamos fijado un código para saber si abrir, para que supiéramos que era alguien nuestro y no otra persona, y escuché su voz. Yo había salido un instante y había hecho una cadena de sillas para bloquear la entrada… no sé por qué lo hice, mi marido dijo, sin duda hiciste ruido al hacerlo a las 8 de la mañana cuando descubrí que había terroristas dentro del kibutz. 

En resumen, les resultó un poco difícil abrir la puerta, pero finalmente lo lograron. Entraron, llegaron al salón, vieron el desorden, todo en el piso. Vieron un bolso que no era nuestro, lo definieron como “objeto sospechoso” Dor estuvo 2 minutos, me abrazó y se fue. Yo volví a entrar en el “mamad” y cerré la puerta, con el pequeño conmigo porque lloraba. Recién a las 5 de la tarde volvieron y preguntaron si estábamos bien, trajeron a mi madre para que pudiera descansar un poco y cuidar la puerta Recién por la noche, tarde, volvió mi marido y nos intercambiamos en la guardia frente a la puerta, lo dejé un poco descansar porque ese día no se había sentido bien por la mañana.

 

La evacuación a Eilat

P: ¿Cuándo se fueron ustedes del kibutz? 

R: Recién el domingo. Después de estar en el “mamad” 36 horas, el domingo, alrededor de las 5 de la tarde nos evacuaron con vehículos militares directo a Eilat? Como mi ventana de acero estaba mal, fuimos a lo de mi madre. Cuando supimos que nos evacuarían, unas 2 horas antes, volvimos a nuestra casa con bolsas de basura, recogimos lo posible del suelo – estamos acostumbrados a ser evacuados , pero no de esa manera.  Tomé lo que era importante de los niños y para nosotros en esas bolsas de basura, lo llevamos a lo de mi madre y colocamos en un bolso. Y así fue…

P: Sunshine, con todo el dolor de lo vivido, me alegra que puedas estar aquí contando tu historia. Y que tu mamá, tú, Dor y vuestros hijos, estén bien. Y siempre recordarán seguramente a Rami.

R: Siempre. De eso no hay ninguna duda.

P: Muchas gracias.

R: A ti.

 

Ana Jerozolimski
(23 Enero 2025 , 12:26)

Ultimas Noticias Ver más

MiSinai
Mundo Judío

MiSinai

23 Enero 2025


El Milagro Más Grande de Todos - Combinando Misericordia y Severidad - Sin Dudas - Carne, Lácteos y Parve  

Una mirada al panorama geopolítico emergente en la Siria post-Assad
Noticias

Una mirada al panorama geopolítico emergente en la Siria post-Assad

23 Enero 2025


Por Reza Parchizadeh Fuente: www.israelnationalnews.com/news

Esta página fue generada en 0.2625830 segundos (9546)
2025-01-23T16:39:38-03:00