Al Ing. Ruperto Long lo hemos entrevistado en diversas ocasiones, siempre sobre temas que pasan por la cercanía entre Uruguay e Israel o por su respeto y amor por la historia judía y su excelente relación con la colectividad judía uruguaya. Tenemos siempre presente, con especial emoción, su libro “La niña que miraba los tres partir”, cuyo epicentro era la historia de la querida y hoy lamentablemente ya fallecida Charlotte Grunberg, Directora de la Universidad ORT, durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy, lo entrevistamos como Presidente del LATU, tras su reciente visita a Israel relacionada a un aspecto concreto y esperanzador de la amistad uruguayo-israelí: la decisión de abrir una oficina de Innovación de Uruguay en Jerusalem, cuya concreción se demoró por la guerra desatada por la masacre del 7 de octubre del 2023.
P: Ruperto querido, esta entrevista la tomo como un testimonio sobre la amistad uruguayo-israelí de la que siempre has sido un gran defensor. Y es relevante realizarla ahora, justamente en época electoral, porque me pregunto si dirías que se trata con certeza de un asunto de Estado que no cambia esté quien esté en el poder. O sea, que se mantiene la amistad, ya lo sabemos. Pero sería iluso pensar que todo queda igual. ¿Cómo lo ves?
R: La excepcional amistad entre Israel y Uruguay, que se manifiesta de tantas maneras, fue forjada por numerosos hombres y mujeres que en su momento estuvieron a la altura, y contribuyeron con su palabra y sus acciones a construirla. Entre ellos, en lugar destacado, políticos y gobernantes. ¿Cómo no recordar la actitud de Luis Batlle Berres y Rodríguez Fabregat en ocasión de la votación en la ONU en 1947, o el memorable discurso de Wilson llamado “El Israel que yo vi”, o a Luis Alberto Lacalle Herrera inaugurando el Memorial del Holocausto con citas en hebreo? El actual gobierno se ha mantenido firme en la misma actitud, siempre solidario con Israel. Pero sería iluso pensar que, cualesquiera fueran los gobernantes en el poder, esa relación se va a preservar de la misma manera. Esa amistad ejemplar es una planta que hay que regar día a día para mantenerla bien viva. Y no todos los políticos uruguayos tienen el mismo compromiso con Israel, eso es bien claro.
P: Traigo esto a colación a raíz de tu reciente visita a Israel. ¿Qué me puedes contar al respecto, sobre el marco, la razón del viaje, tu programa? No sé si estuvo relacionado al LATU que presidís o al marco de apoyo a Israel que incluye a figuras de toda Latinoamérica.
R: El motivo central de mi viaje fue el de reforzar los vínculos de LATU con organizaciones amigas en Israel, de cara a la próxima apertura de una Oficina de Innovación de Uruguay en Jerusalem. Así, entre otras, mantuve reuniones con el ministro de la Diáspora Amichai Chikli, con el presidente de la Organización Sionista Mundial Yaakov Hagoel, con la vicepresidenta del Technion Lihi Zelnik-Manor -una de las principales instituciones tecnológicas del mundo, con la que firmamos nuestro primer acuerdo hace 33 años-, con jerarcas de la Autoridad de Innovación de Israel y con el Director General de OurCrowd Jonathan Medved, con quienes somos socios en una aceleradora instalada en nuestro Parque de Innovación en Montevideo. Con todos ellos hablamos sobre nuestra futura Oficina de Innovación y las formidables oportunidades que esa cercanía nos va a brindar.
P: En efecto, un tema clave, pendiente, es la apertura de esta Oficina de Innovación en Jerusalem, lo cual fue anunciado hace ya bastante por el Presidente de la República. ¿En qué está? Entiendo que estaba planeado para hace ya un tiempo.
R: La iniciativa es liderada por la ANII, con el apoyo activo de LATU y de Uruguay Innovation Hub. Su sede física estará emplazada en la Universidad Hebrea de Jerusalem, con la cual ya se alcanzó un acuerdo al respecto. Todo se ha demorado por el terrible ataque sufrido por Israel el 7 de octubre del año pasado. Yo tenía arreglado para viajar allí al mes siguiente. Debí postergar mi viaje casi un año. Finalmente decidí llevarlo adelante, de todos modos, para dejar en claro nuestro compromiso. De común acuerdo con los socios en esta iniciativa, uno de mis objetivos era dejar fijada la fecha de inauguración de la Oficina. Sin embargo, estando en Israel, el conflicto escaló aún más, por lo que debimos dejar en suspenso la fecha de inauguración. Pero la decisión sigue plenamente vigente. Por nuestra parte, vamos a perseverar hasta que sea una realidad.
P: ¿Y no quedará congelado ahora si llega a haber cambio de gobierno? Lo pregunto imaginando que tú, como miembro del Partido Nacional, esperás sin duda que eso no suceda.
R: Israel es uno de los líderes mundiales en innovación. Pero, además, ha desarrollado instrumentos que facilitan mucho el relacionamiento, tanto con institutos técnicos como con emprendedores privados. Tenemos extraordinarias oportunidades por delante en este camino. Por tanto, sería un grave error congelar la situación y desperdiciar todo lo ya avanzado, solo por los vergonzosos prejuicios antisemitas que recorren el mundo, y que tampoco son ajenos a nuestro país, como lo hemos visto luego del 7 de octubre. Lo que sí puedo asegurar es que si no hay cambio de signo en el gobierno, esa decisión se va a concretar.
P: Aunque aún no se inauguró esa oficina ¿dirías que está claro ya cuál sería su actividad, hay algún plan concreto?
R: Tenemos un plan inicial de trabajo, que de seguro se ampliará y enriquecerá a medida que avancemos. Lo esencial será facilitar la conexión entre las instituciones, empresas y emprendedores de los dos países, a efectos de llevar adelante proyectos conjuntos.
P: ¿Qué ganaría Uruguay de esa vertiente de cooperación?
R: La relación es ganar-ganar, ambos países salen favorecidos con las diferentes alianzas que se van a forjar. De variadas maneras: proyectos de investigación y desarrollo conjuntos de instituciones y empresas uruguayas e israelíes, con posibilidad de aplicar a fondos de los dos países, o de terceros, como la Unión Europea y el BID; start-ups uruguayas que tendrán mayores oportunidades de acceder a capitales de inversión; desarrollos tecnológicos israelíes a los que podrán acceder empresas uruguayas en mejores condiciones. Y muchas otras posibilidades más.
Así vi a Israel
P: La guerra cobra un alto precio en todo sentido. Afecta también el sentir de la gente. ¿Tuviste oportunidad de hablar con israelíes, de captar directamente comentarios sobre la situación?
R: Si bien viajé con una agenda intensa, siempre hay tiempo para breves diálogos con personas que uno no conoce, o incluso para algún cafecito con amigos. Me sorprendió la entereza para convivir con una situación tan dramática. Y su compromiso para seguir siempre adelante, subrayo esto último. Como un mandato. Por supuesto que, seguramente, “la procesión va por dentro”. Sin embargo, a pesar de los pesares, uno percibe que la gente siente que la forma de que el sacrificio de los que están en la primera línea no sea en vano, es manteniendo el país en marcha. Y me refiero a los israelíes, en general, no solo al pueblo judío, que es su columna vertebral, porque también vi israelíes cristianos y musulmanes con la misma actitud.
P: Es ineludible abordar también el tema de tu impresión de Israel en tu primera visita desde la masacre del 7 de octubre del año pasado. ¿Cómo encontraste al país un año después? ¿Algo te sorprendió o confirmaste nociones que ya tenías? Bueno, parte ya lo has respondido en la pregunta anterior.
R: He tenido el privilegio de visitar muchas veces Israel, por razones diversas. Y siempre me ha provocado admiración ver cómo han sido capaces de desarrollar un país tan pequeño (del tamaño de Tacuarembó más Rivera), con escasos recursos naturales y con tantas dificultades a la vuelta de la esquina. Pero nunca había estado en una situación de guerra, que ya lleva más de un año. Ahora, mi admiración no ha hecho otra cosa que acrecentarse.
Uruguay, de cara a la segunda vuelta
P: Ya que estamos conversando antes de la segunda vuelta, no puedo evitar preguntarte cómo ves tú la situación y cómo resumirías la gestión del Presidente Luis Lacalle Pou.
R: El Uruguay ha dado un salto en estos últimos años. La capacidad de innovación -clave para un desarrollo pleno en el siglo XXI- se ha acrecentado a un ritmo vertiginoso. Eso afecta sectores con mayor tradición -lácteos, arroz, cárnicos- y áreas más nuevas -software, logística, madera y derivados-, entre otras. El Presidente Luis Lacalle Pou ha liderado estos cambios, y muchos otros. Como si el título con resonancias bíblicas del libro “Thou Shalt Innovate” (“Tú deberás innovar”) de Avi Jorisch -gran escritor y amigo- nos hubiera sacudido. Hoy muchos indicadores de Uruguay se asemejan a los de un país desarrollado. Sin embargo, aún queda un buen trecho por recorrer. Sería poco sabio alejarse de ese camino ya probado. Confío que los uruguayos no lo harán.
P: Muchas gracias Ruperto por tu tiempo y por todo este análisis que has compartido con nuestros lectores. Que vuelvas siempre a ver a Israel creciendo, pero en paz. Y que el domingo, el resultado sea el mejor para Uruguay.
R: Que así sea. Muchas gracias a ti.