"Cualquier clase de ayuda humanitaria tiene que comenzar por la liberación de los rehenes”
La situación que vive Israel, el horror del 7 de octubre, lo duro de la guerra y de no haber logrado aún recuperar a los secuestrados por Hamas, afecta no solamente a los israelíes sino al mundo judío en general. Los judíos en la diáspora laten en general con Israel, y en el último ya casi medio año, lloran y se angustian junto a los israelíes. También se enfurecen con el mundo por muchas de sus posturas.
Entre ellos está también el escritor argentino Marcelo Birmajer, férreo defensor de Israel, quien además perdió a su hermano Reuven- originalmente llamado Eduardo Rubén- asesinado en un atentado con armas blancas en la Ciudad Vieja de Jerusalem el 23 de diciembre del 2015. El dolor por su hermano lo marcó. Pero ya desde antes , desde el atentado contra la AMIA en 1994, su postura frente al conflicto árabe israelí y la lucha contra el terrorismo se tornó categóricamente condenatoria del extremismo palestino y todo el que apuesta a tratar de matar israelíes y dañar al Estado judío.
Estamos en contacto asiduamente con Marcelo, con quien comparto numerosas de mis notas y entrevistas, en el marco de un grupo formado por gente interesada en la realidad israelí. Marcelo Birmajer nos envía a menudo comentarios sobre lo que leyó de nuestra pluma. A veces pueden ser elogiosos y otros pueden ser respetuosas e ilustrativas discrepancias. Siempre con argumentos, firmes y tajantes, y respetuosos al mismo tiempo.
Estos días estuvimos pues comentanto el trágico incidente en el que Israel mató a 7 cooperantes de la organización “World Central Kitchen”. Evidentemente, Marcelo era plenamente consciente de lo complejo de la situación, que nada le agradaba. Pero son varios los aspectos que le molestan de la situación general.
Con su permiso, reproducimos algunos de los comentarios que nos envió, que luego convirtió en un hilo de cinco partes en su cuenta personal en la red social X, que vale la pena seguir.
“No se le puede pedir a los israelíes que vuelvan a poner en riesgo a sus civiles, o que abandonen a los rehenes. Cualquier clase de ayuda humanitaria tiene que comenzar por la liberación de los rehenes”, recalcó.” Todas las ONG deberían comenzar por liberar a los rehenes”.
No lo dice explícitamente pero al parecer tiende a creer que si Hamas liberara a los secuestrados, Israel podría permitirse poner fin a la guerra, aún si quedan blancos de Hamas por destruir. Compartimos esa sensación. Así lo plantea Birmajer: “¿Cómo evitar que se repita una tragedia como la de los cooperantes que murieron en un ataque accidental de Israel en su guerra de auto defensa contra la secta islamonazi Hamas en la Franja de Gaza? Liberar inmediatamente a los rehenes. Esa es la mejor solución”.
Marcelo habla de Hamas como islamonazis. La terminología que usa no es un mero exabrupto. Este conocido escritor judeo-argentino está convencido de que Hamas es como los nazis, al igual que otros grupos radicales fundamentalistas islámicos. “Es fundamental el concepto de que estamos luchando contra el islamonazismo y contextuarlo en el antecedente del Berlín de la Segunda Guerra Mundial ¿Había cooperantes que llevaban alimento a los alemanes bajo el mando de Hitler? No. A ninguno de ellos. Solo después de la rendición”.
No alcanzamos a contestarle al respecto, pero pensamos que Israel no se lo puede permitir. No porque la lógica planteada no sea la justa, sino porque políticamente, inclusive si está claro que la culpa de la guerra es de Hamas, Israel no se puede permitir imágenes de una crisis humanitaria sin agua ni comida que crucen el mundo .No va con sus códigos ni tampoco con su ubicación en el mapa internacional.
Marcelo agrega sobre el punto anterior y la comparación con la Segunda Guerra Mundial: “No por ningún tipo de castigo colectivo sino porque cualquier dilación en la derrota incondicional del nazismo, o del islamonazismo, representa un peligro inmediato mortal, y de padecimientos inenarrables, para los civiles al alcance de los islamonazis”.
Comentamos con amargura e incredulidad cómo pudo pasar un error como el del lunes por la noche con el disparo a los cooperantes. Un error que le cuesta caro ante todo a las víctimas por cierto pero también a Israel. Marcelo recalca: “Fue un error.La prueba de que fue un accidente bélico de los que ocurren en todas las guerras es que hace unos meses un batallón de las Fuerzas de Defensa de Israel disparó fatalmente fuego amigo contra tres rehenes israelíes que habían logrado evadirse de Hamas en Gaza”.
Indudablemente aquel caso fue especialmente estremecedor. Soldados y oficiales reclutados comentaban a sus familias y amigos, que su sueño era llegar a algunos de los secuestrados y lograr salvarlos. Cada uno lo sentía como una redención personal. Y ahí llegó aquel nefasto 15 de diciembre del 2023. Exactamente dos meses y una semana después del asalto de Hamas al sur de Israel y el secuestro de 253 personas, la enorme mayoría israelíes y algunos extranjeros, en Sayaíe, tres figuras se presentaron ante las tropas con cautela, a cierta distancia, y fueron identificadas por error como terroristas, por lo cual las balearon y mataron. Para horror de los soldados, poco después se confirmó que no eran terroristas sino secuestrados que habían logrado escapar al parecer al morir sus captores en un ataque israelí: Alon Shimriz , Yotam Haim y Samer Talalke murieron al instante. Estuvieron libres dos días, lograron sobrevivir y finalmente tuvieron un terrible bien.
También eso, recuerda Marcelo Birmajer, fue un error.