Agradecemos a Stafi Weintraub, Tamar Rausky y a Andrés Aksler por las fotos
La comunidad judía, en conjunto con diversas organizaciones cristianas, respaldó activamente esta movilización. En el evento, se contó con la presencia destacada de figuras gubernamentales, legisladores y miembros prominentes de la sociedad civil. Los discursos estuvieron a cargo de representantes evangélicos y rabinos, así como de la Embajadora de Israel, Michal Hershkovitz, y el Presidente del CCIU, Roby Schindler.
Llegué un rato antes y tuve la oportunidad de presenciar a personas llegando de los cuatro costados de la Plaza Independencia. La tarde estaba gris y amenazante. El acto fue breve y serio, con discursos concisos y emotivos. Dada la situación actual de Israel, enfrentándose a una guerra con la organización terrorista Hamas, se enfatizó la importancia de brindar todo el apoyo posible.
Me conmovió profundamente ver y sostener carteles que pedían la liberación de los secuestrados, destacando el caso del bebé Kfir, que cumplió 11 meses en cautiverio. El mensaje más impactante fue el de "Solidaridad con Israel", mostrando las banderas de Israel y Uruguay. Detrás del cartel, se encontraban autoridades comunitarias y miembros conocidos de nuestra sociedad.
Los asistentes sostenían banderas de Uruguay e Israel, así como carteles con consignas como "Hamas es Isis" y "No más terrorismo". Repentinamente, comenzó a llover, y la plaza se llenó de una energía mágica. Como mencionó el Rabino Dolinski, el cielo también lloró, simbolizando el sufrimiento de más de cien israelíes que, desde el 7 de octubre, no están en sus hogares, enfrentando condiciones infrahumanas. Se rogó por su regreso sano y salvo a casa.
El acto culminó con la entonación de los himnos de Uruguay y luego de Israel.
