Este martes 2 de mayo ha sido la jornada más violenta en mucho tiempo en la zona adyacente a la frontera entre Israel y la Franja de Gaza, al haber disparado los terroristas más de 30 cohetes y varios morteros hacia comunidades civiles en territorio israelí. Claro está que el dato es parcial, dado que en el momento de escribir estas líneas, 21.30 del martes en Israel, continúan fluyendo los reportes sobre alarmas detonadas en diferentes partes del sur y explosiones que se oyeron en la ciudad de Sderot, que se estima pueden ser interceptaciones del sistema defensivo anti misiles Cúpula de Hierro.
El sur de Israe está desde hace horas bajo una lluvia de cohetes lanzados desde la Franja de Gaza. Todos, dirigidos hacia blancos civiles, con la intención de matar. Así lo captaron los propios palestinos.
— Jana Beris (@JanaBeris1) May 2, 2023
Imagen: @AbuAliEnglishB1 pic.twitter.com/ORP79elibu
Según fue publicado en la prensa local, expertos de seguridad investigan qué problema puede haber con la Cúpula de Hierro, que suele tener un éxito de interceptación que supera el 90%, pero este martes alcanzó sólo el 67%. Cabe recordar que el sistema es activado únicamente cuando se capta que el cohete en camino impactará en una zona habitada.
De tarde resultaron heridos tres trabajadores extranjeros en una obra en construcción,a causa de las esquirlas que salieron despedidas del impacto de uno de los cohetes que cayó en la ciudad de Sderot.
Y por la noche se informó que otros 12 heridos habían sido trasladados al hospital Barzilai de Ashkelon, al parecer todos por esquirlas de los cohetes.
Por la tarde,los palestinos dijeron que varios civiles habían resultado heridos por restos de un proyectil de la Cúpula de Hierro israelí, pero luego fuentes palestinas confirmaron que todas las heridas eran de miembros del clan Al-Masri en la zona de Bet Hanun, alcanzados por morteros que los propios palestinos dispararon hacia Israel pero que por error no cruzaron la frontera y cayeron en su propio territorio.
Todo comenzó al comunicarse por la mañana que Jader Adnan, miembro de la organización terrorista Yihad Islámica acusado de terrorismo e incitación al terrorismo- que se hallaba hace 86 días en huelga de hambre en una cárcel israelí- había fallecido. Desde febrero, cuando fue detenido en su aldea aledaña a Jenin, se declaró en huelga de hambre rehusando recibir ningún tipo de tratamiento.
La Yihad Islámica y Hamas responsabilizaron a Israel de su muerte y proclamaron juntas que los cohetes de este martes “son sólo el comienzo de la reacción”.
A raíz de la situación y el intenso disparo de cohetes hacia Israel, el Ministro de Defensa Yoav Gallant se reunió con el Comandante en Jefe del Estado Mayor de Tzahal (las Fuerzas de Defensa de Israel), proclamando al terminar que “quien intente dañar a Israel, se arrepentirá”.
Poco después, el Primer Ministro Netanyahu encabezó durante varias horas una reunión de consultas con la cúpula de seguridad-no con sus ministros, salvo el de Defensa- para evaluar cómo responder. No se publicó ningún comunicado oficial al respecto pero sí citas filtradas a los medios, de fuentes de seguridad afirmando que habrá una respuesta contundente a los ataques desde Gaza. Por la tarde Israel ya atacó posiciones armadas de Hamas pero no fue más allá del nivel general al que usualmente se llega.
En el sur, en la zona adyacente a Gaza que fue hoy directamente hostigada por el disparo de los cohetes, la población se debate entre el deseo de vivir en calma y la conciencia de que dejar a los terroristas que tengan la última palabra sin que se les responda, es receta segura para una nueva escalada.
El alcalde de la ciudad de Sderot Alon Davidi fue terminante al respecto. “Es hora de poner fin a los juegos de palabras. Si hay blancos claros y conocidos, hay que actuar y ocuparse de los mismos”, aseguró. “Decenas de cohetes han sido disparados hacia Sderot y las comunidades de la zona adyacente a Gaza con el objetivo de asesinar ciudadanos israelíes. No se puede seguir con la política de contención”.
Davidi entró en detalles. “Exhorto al Primer Ministro, al ministro de Defensa y al gabinete, a eliminar a los jefes de Hamas y Yihad. Nosotros actuamos en lugares mucho más lejanos. Pero no hacemos lo suficiente a un kilómetro de aquí para evitar los disparos hacia Sderot y las comunidades de la zona y los intentos de asesinar israelíes”.