Con mucha pena recibimos la triste noticia del fallecimiento, a la edad de 93 años, de Eliezer Palmor (z”l), quien fuera hace décadas un gran Embajador de Israel en Uruguay, tras un tiempo de deterioro en su estado de salud. Fue sepultado en Jerusalem.
Eliezer fue diplomático y escritor, plasmando en libros, entre otras cosas, precisamente algunas de sus experiencias como representante oficial de Israel en una diversidad de destinos.
Durante 30 años se desempeñó en cargos variados, especialmente en Europa y América Latina, también en momentos álgidos . Trabajó en la embajada de Israel en Bruselas, luego en Oslo y Buenos Aires. Luego tuvo a su cargo la embajada de Israel en Francia-y escribió un libro sobre las relaciones entre el Presidente Mitterand y los judíos- y posteriormente fue Embajador de Israel en Uruguay y ante la UNESCO en París.
Siempre acompañado de Shoshana, su otra mitad desde jóvenes, Eliezer marcó presencia y dejó impronta por donde pasó.
Cada ser humano es un mundo en sí mismo, no sólo una continuación de quienes le antecedieron. Pero conociendo a los hijos de Eliezer (z”l) y Shoshana –hasta los 120, con salud- uno entiende de qué hogar sionista y pleno de valores llegaron, dónde crecieron. Yigal,el mayor, ex vocero de la Cancillería israelí-entre otros cargos diplomáticos- es desde hace tiempo el Director de Relaciones Internacionales de la Agencia Judía. Emi, la hija menor, destacada abogada, fue Directora General del Ministerio de Justicia de Israel.Y por sobre todo,ambos, personas de bien.
Vayan a todos ellos, a Shoshana,Yigal, Emi, a la nuera Osnat y a los nietos Nadav, Yoash, Nimrod y Yuval, nuestro pésame de corazón.
Y que no sepan más de dolor.
Así lo recuerda Itzjak Shoham, su número 2 en la embajada en Uruguay
Conocí a Eliezer cundo llegó a Montevideo en 1987 a cumplir su misión com Embajador de Israel en Uruguay.
Yo era en aquel entonces Primer Secretario y Cónsul en la Embajada.
Mis temores ante quien vendría a reemplazar al gran Menajem Carmi z”l resultaron infundados.
El nuevo Embajador era un profesional encantador, culto, con don de gentes y dominio del idioma ( uno de los tantos que manejaba)
Inmediatamente se creó una relación profesional y familiar que se mantuvo a lo largo de los años.
Eliezer cultivó las relaciones con Uruguay, con los lideres de los tres partidos políticos en pugna, así como con la maravillosa Comunidad Judía con maestría fortaleciendo así la cooperación entre nuestros dos países.
Con Shoshana dejaron un recuerdo indeleble.
Bendita sea la memoria de Eliezer.
Itzhak Shoham