by Dr. Reza Parchizadeh
Irán y Argentina firmaron un Memorando de Entendimiento en 2013 para aparentemente liderar una investigación conjunta sobre el notorio caso del incidente terrorista AMIA donde una importante organización judía en Buenos Aires había sido bombardeada en 1994. El título completo del MOU era “Memorando de entendimiento entre el Gobierno de Argentina y el Gobierno de la República Islámica de Irán sobre los asuntos relacionados con el atentado terrorista contra la sede de la AMIA en Buenos Aires el 18 de julio de 1994”.
En un ataque suicida, una camioneta cargada de explosivos ingresó a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y explotó, matando a 85 personas e hiriendo a más de 300 en el proceso. El ataque ha sido el incidente terrorista más mortífero en suelo argentino hasta la fecha.
En 2006, el fiscal federal argentino Alberto Nisman acusó a los líderes iraníes y a la fuerza paramilitar ideológica del régimen, el Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos (CGRI) de diseñar el ataque a la AMIA, y a su fuerza indirecta libanesa, Hezbolá, de ejecutarlo. Sin embargo, una tendencia en la política argentina que quiere una relación cálida con los islamistas en Irán nunca favoreció ese anuncio oficial, y desde entonces ha buscado constantemente paralizar cualquier investigación sobre el caso.
Cuando finalmente llegó al poder en Argentina esa corriente liderada por Cristina Fernández de Kirchner, firmó el mencionado MOU con el régimen iraní. Sobre la base de ese acuerdo, los dos gobiernos, en cooperación con Interpol, formarían una comisión internacional de investigación que investigaría el caso entrevistando a las autoridades iraníes acusadas por Nisman, y cuyo juicio sería considerado definitivo por ambas partes.
En respuesta a la firma del memorando, la comunidad judía de Argentina lanzó una amplia campaña de esclarecimiento y llenó una petición para declarar inconstitucional el acuerdo con Irán. El argumento de la comunidad era que la evidencia de la participación del régimen iraní en el ataque a la AMIA era innegable, y que el gobierno de Kirchner quería encubrir esa participación internacionalizando el procedimiento y dando influencia al principal sospechoso del caso.
Nisman también se opuso al memorando de entendimiento, calificándolo de “interferencia indebida del poder ejecutivo” en el trabajo del poder judicial, y acusó al presidente Kirchner y al ministro de Relaciones Exteriores Timerman de tratar de encubrir el caso. Incluso compiló un dossier de 300 páginas sobre los esfuerzos del gobierno de Kirchner para encubrir el incidente de la AMIA, pero antes de que tuviera la oportunidad de presentar sus hallazgos al Congreso, Nisman fue asesinado a tiros el 18 de enero de 2015. Su caso de asesinato, así como las del atentado a la AMIA siguen abiertas.
Después de que Kirchner perdiera las elecciones presidenciales más tarde ese mismo año y Mauricio Macri llegara al poder, su Ministerio de Justicia eliminó de inmediato todos los obstáculos para que el memorando fuera declarado inconstitucional, eliminando efectivamente el MOU con el régimen iraní. Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel en ese momento, elogió la medida como un "cambio de dirección bienvenido" en la política exterior de Argentina y expresó su esperanza de que las relaciones entre los dos países mejoren aún más.
Sin embargo, la puesta a tierra de un Boeing 747 iraní-venezolano en Buenos Aires en junio con presuntos vínculos con la Guardia Revolucionaria iraní y el aparato de seguridad del régimen de Maduro, que luego sacó a la luz el hecho de que los vuelos de ese tipo de aviones han sido algo habitual en Argentina por un tiempo, volvió a levantar el espectro de la AMIA y ha hecho que muchos se cuestionen el alcance de la presencia militar y de seguridad de la República Islámica, así como la influencia política en Argentina. El capitán del avión, Gholamreza Ghasemi, es un oficial de alto rango de la Fuerza Quds, la misma rama del CGRI que planeó el atentado a la AMIA en 1994.
La oposición y algunas autoridades judiciales han acusado al gobierno argentino de intentar encubrir los vuelos regulares de aviones venezolano-iraníes afiliados al régimen a Argentina y han iniciado una amplia investigación sobre el caso. Muchos de los actuales funcionarios del gobierno argentino son los mismos que firmaron el controvertido acuerdo AMIA con el régimen iraní durante la presidencia de Kirchner, incluida la propia Kirchner, quien ahora es vicepresidenta de Argentina.
Un grupo de senadores republicanos de EE. UU. se quejó recientemente de que la administración Biden no ha respondido a los llamados del poder judicial argentino para intercambiar información sobre el caso Boeing. Creían que la administración estaba al tanto del alcance del proyecto de infiltración del IRGC en Argentina y América del Sur, pero ocultó información a los fiscales argentinos por temor a socavar los esfuerzos para revivir el acuerdo nuclear con Irán. Los Guardias fueron designados como “organización terrorista extranjera” por los Estados Unidos en abril de 2019. Tal vez como respuesta, el Departamento de Justicia de los EE. UU. buscó acción al pedirle a Argentina que confisque el avión por sospechas de que está vinculado a “grupos terroristas internacionales”.
Más recientemente, la policía argentina arrestó a cuatro iraníes con pasaportes franceses falsos bajo sospecha de ser miembros de la Guardia Revolucionaria. Fueron detenidos en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en Buenos Aires antes de abordar un vuelo de KLM a Ámsterdam. La prensa especula que después de que se expusieran las verdaderas identidades de estos agentes iraníes, sus supervisores intentaron evitar su arresto reubicándolos en otro país. La orden de aprehensión de estos cuatro fue emitida por el juez federal Federico Villena, quien también está a cargo de investigar el caso de la avioneta vinculada a la Fuerza Quds.
En un momento en que el régimen iraní está a punto de adquirir un arma nuclear, la evidencia acumulada sobre el vínculo entre el bombardeo de la AMIA y el avión del IRGC en Argentina y su impacto en la reactivación del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) puede convertir toda la historia en un tema explosivo en el ámbito de la política internacional en los próximos días.
El Dr. Reza Parchizadeh es teórico político y analista de seguridad. Forma parte del consejo editorial de Al-Arabiya Farsi, así como de la Revista de Estudios Interdisciplinarios de Oriente Medio de la Universidad Ariel. Tuitea bajo @DrParchizadeh.
