“La Niña que miraba los trenes partir”, el penúltimo libro del escritor Ruperto Long-por ahora por cierto-una emotiva y apasionante novela histórica que ya ha recorrido decenas de lugares y ha sido traducida a varios idiomas, está ahora accesible también a los lectores israelíes que no dominan el idioma español. “Haialdá shebíta barrakavót hajolfót” es el título que se le dio en hebreo-mínimamente distinto del original-, editado por la editorial “Tésha Neshamót” encabezada por Uriel Kon.
Este argentino-israelí enamorado de Uruguay y su literatura, así como del vínculo que entabló con el Embajador de Uruguay Bernardo Greiver por el ahínco y entusiasmo con que éste empuja los proyectos que abraza en nombre de la cultura nacional,ya ha publicado 94 obras de autores extranjeros traducidos al hebreo, entre ellos numerosos latinoamericanos y por cierto también varios libros de escritores uruguayos.
El lanzamiento del libro de Long en hebreo se llevó a cabo este martes por la noche en Tel Aviv, en la vereda junto a la entrada a la editorial-ya que la cantidad de gente presente, más aún en medio de una sexta ola de Coronavirus habría complicado realizar el evento en su interior- y dejó a todos los presentes encantados.
Nos atreveríamos a afirmar que todos disfrutaron de los pormenores contados por Ruperto Long así como también por su cuidado en no contar demasiado, pero sí lo suficiente como para incentivar a todos a leer el libro. Claro está desde ya que será una forma especial de facilitar a hijos y nietos de uruguayos israelíes, que crecieron hablando español en casa pero manejándose en su vida diaria con el hebreo, poder leer ahora esta gran obra literaria uruguaya en el idioma que mejor dominan.
Cabe recordar que “La niña que miraba los trenes partir” es la novela histórica de Ruperto Long basada en la saga de Charlotte Grunberg, Directora de la Universidad ORT, quien de niña, logró salvarse en la Segunda Guerra Mundial junto a su hermano mayor Raymond y sus padres, llegando finalmente a Uruguay cuando tenía 19 años. Charlotte había sido renuente a contar su vida durante mucho tiempo. Afortunadamente, los delicados pero insistentes esfuerzos de Long terminaron siendo fructíferos, Charlotte accedió a abrir su corazón y sus recuerdos, y todos los lectores ganamos. Su propia familia se enteró a raíz de ello de detalles de la vida de su querida Charlotte de niña, en su Bélgica natal y Francia, de cómo se salvaron de los nazis . Ella, literalmente, escondida en roperos. Charlotte en un estante y su hermano Raymond en otro. El solo imaginarlo permite entender cabalmente por qué Ruperto Long sintió, cuando Charlotte se lo contó por primera vez a nivel personal, pero sin ampliar demasiado, que esa historia debe conocerse.
Recomendamos leer-puedes hacerlo apretando aquí- una de las entrevistas que realizamos a Charlotte.
Esta es una primera entrega sobre el lanzamiento de “La niña que miraba los trenes partir”, en hebreo, a través de los testimonios del propio escritor y del Profesor Michel Strawczynski, hijo de Raymond , el hermano mayor de Charlotte.
Publicaremos por separado la entrevista al editor Uriel Kon y fragmentos de las conceptuosas palabras del Embajador Greiver en el evento.
Ahora, compartimos una primera entrevista, que es sólo un adelanto, con Ruperto Long.