Por Guillermo Lafferiere
Debe de tenerse en cuenta que parto del supuesto que los ucranianos no recibirán fuerzas extranjeras para su defensa, y considero su capacidad militar notoriamente inferior en calidad y cantidad a la de los rusos.
Mantener el ímpetu de la ofensiva es vital para los rusos por dos motivos: Coloca a los ucranianos en la situación de "reaccionar" frente a las acciones rusas. lo que genera que no puedan aplicar sus propios planes; y segundo, comienza a generar en los ucranianos la idea que la acción rusa no puede contenerse. Ahora bien, aun las tropas más adiestradas se cansan y requieren reabastecerse, para volver a ser empeñadas.
Una forma es la de ir alternando los medios en contacto con el enemigo con los que se encuentran en reserva, eso puede hacerse un tiempo relativamente corto. La otra manera es que elementos completos sean relevados por los que vienen en un segundo escalón ofensivo.
Si los rusos han empeñado +/- entre el 75 y el 80% de su ejército en esta campaña, tienen resto para mantener el impetu de las operaciones hasta hacer colapsar a los ucranianos, SIEMPRE QUE ESTOS ULTIMOS NO COMBATAN EN LOCALIDADES.
La decisión de Zerensky de armar a civiles es pésima.
Repartir armas a quien quiera portarlas en un canto a la anarquía en un momento en que el gobierno debiera tener un férreo control de sus medios. Aumentará sensiblemente el nivel de bajas civiles pues no estarán en condiciones de enfrentar a tropas de combate. Es muy distinto a cuando en la 2da GM se daban armas a grupos que operaban en la retaguardia del enemigo. Asimismo es una demostración de la debilidad ucraniana para con sus FFAA tratar de atender esta situación.
Así como no veremos mediación alguna de estas playas en la guerra entre Rusia y Ucrania, tampoco habrá tropas de combate de la OTAN peleando junto a los ucranianos.
Podrán esgrimir que Ucrania no es miembro de la OTAN ( le han dado largas a ese tema, vean sino el discurso del Sr. Zelensky en Munich de pocos días atrás); pero la razón por la que no habrá tropas es la misma por la que no ingresaron a la OTAN.
Admitir a Ucrania significaba automáticamente una crisis con Rusia, que desde hace años manifiesta su oposición a este tema, uno que como venimos comentando desde hace mucho ya, resulta crítico para la elite política rusa, tan crítico que hoy están en guerra por ello.
La enorme diferencia entre la claudicación de 1938 en Munich en relación a Checoslovakia y la situación actual sobre Ucrania radica en las armas nucleares.
Si estas no estuviesen ahí, y con líderes políticos de otra talla a los actuales en Occidente, seguramente tropas de otras naciones estarían hace semanas reforzando a Ucrania; y tanto por presencia o por su acción podrían haber impedido que Rusia avasallara a Ucrania.
Pero al haber armas nucleares, insisto con esto pues algunos seguidores no lo han leído todavía, resulta imposible alcanzar una victoria sobre el otro al estilo 2da GM.
No es políticamente aceptable recibir en suelo propio un ataque nuclear por una situación que no se perciba como vital a la supervivencia de la nación. Y Ucrania, duro es escribirlo, no es una amenaza a la existencia de miembro alguno de la OTAN.
Rusia sabe eso, como también lo conocen de sobra los líderes de todo Occidente. Alguno por ahí puede (sin haber leído mis trabajos) creer que hay espacio para una guerra entre potencias nucleares donde una de ellas se imponga sin hacer uso de las mismas.
Esa situación es una verdadera quimera. Ninguna nación con capacidad nuclear se dejará avasallar por otra con esas armas sin recurrir a una respuesta nuclear. La clave de la paz entre la URSS y la OTAN en la Guerra Fría fue esa situación y no otra cosa.
Se libraron confrontaciones enla periferia, pero no entre ellos. Otro ejemplo lo dan Pakistán y la India. Pueden intercambiar fuegos de artillería en la Línea de Control que los separa, tirotearse y disputarse remotos puestos en remotas montañas; pero Islamabad y Delhi saben que una guerra total entre ellos usaría armas nucleares. Entonces, lamento decirles que por más que se lo reclamen, ningún líder de Occidente despachará tropas de ningun servicio a combatir a Ucrania.
Asistiremos a largos debates como el de hoy en los Comunes, a declaraciones pomposas, a augurios horrendos sobre un futuro ominoso y a las archianunciadas medidas económicas;
pero nada real será aportado para cambiar la situación donde las cosas se miden, es decir los campos de batalla de Ucrania. Hoy jueves 24 de febrero a las 22 Hs con @elialjanati haremos un spaces twitter para conversar de estas cosas.