Ronen Bar responde con firmeza a intención de destituirlo
Nadie puede estar realmente sorprendido, pero el anuncio del Primer Ministro de Israel Biniamin Netanyahu sobre su decisión de destituir a Ronen Bar, jefe del Shabak (Servicio General de Seguridad), confirma que la crisis interna en Israel es de gran gravedad. Netanyahu se dirigió a la nación en un mensaje grabado que difundió por las redes sociales, recalcando que en un país en guerra en siete frentes, es esencial que haya una relación de gran confianza entre el Primer Ministro y el jefe del Shabak, y que entre él y Ronen Bar esa confianza no existe. Por lo tanto, agregó, decidió llevar al gobierno su intención de destituirlo.
Cabe recordar que Ronen Bar fue nombrado al cargo por el antecesor de Netanyahu Naftali Bennett.
Es indudable que la confianza es necesaria y que el Primer Ministro tiene derecho a no querer trabajar con gente en la que no confía. El problema es cuando el comportamiento del Primer Ministro hace pensar que toma decisiones motivado por consideraciones ajenas al bien del país y la ciudadanía.
La respuesta del jefe del Shabak Ronen Bar, en un sendo comunicado difundido a la prensa , dejó en claro el elemento central: el deber de confianza de quien ocupa su cargo no es personal sino hacia la ciudadanía israelí, con la que tiene un compromiso. Reproducimos más abajo su respuesta completa. Pero primero, cabe señalar que la decisión de Netanyahu de colocar ante el gobierno su decisión de despedir al jefe del Shabak, puede ser vista en dos contextos diferentes.
Uno es todo lo que tiene que ver con la catástrofe del 7 de octubre , por la que nadie duda que el Shabak tiene gran parte de la responsabilidad. En una investigación del propio Shin Bet queda claro que las decisiones políticas tomadas concretamente por el Primer Ministro , jugaron un papel clave en la situación que hizo posible el horror de la masacre. Pero Netanyahu, que ya destituyó al Ministro de Defensa Yoav Gallant, presionó al jefe anterior del ejército Herzi Halevi a dimitir y ahora quiere despedir al jefe del Shabak, no considera que él, número uno del sistema, tenga que irse y ni siquiera acepta formar una comisión oficial de investigación.
De todos modos, el propio Ronen Bar recalca que el tema del 7 de octubre y su responsabilidad en lo ocurrido no es la razón de su despido. Y el hecho es que hasta ahora, casi un año después de la masacre, no se había tomado esta decisión.
Algo que Ronen Bar no menciona explícitamente pero que ineludiblemente surge al tratarse de entender el por qué de la decisión de Netanyahu, es el hecho que tres de sus principales asesores en la oficina del Primer Ministro, están siendo investigados por el Shabak .Esto, bajo sospecha que trabajaron nada menos que para Catar, para presentar a este país positivamente ante la opinión pública, a pesar de su papel en el apoyo masivo a la organización terrorista Hamas. Todos habrían recibido sumas importantes de dinero a cambio. Y este domingo se informó que se había iniciado otra investigación en la propia oficina de Netanyahu, cuyos detalles no se ha autorizado por ahora publicar, y la pregunta ineludible es si acaso destituyendo a Bar el Primer Ministro considera que pone fin a todo ello, aunque ninguna investigación a ese nivel puede ser un mero capricho del jefe del servicio.
Lo seguro, volviendo al primer tema planteado, es que el Primer Ministro no acepta nada que lo señale a él como responsable de lo ocurrido el 7 de octubre y sus derivaciones. Está confirmado a distintos niveles que en puntos claves en los que se habría requerido una acción firme contra el terrorismo, Netanyahu optó por la contención, lo cual no calmó ni a Hamas ni a Hezbolá sino todo lo contrario. Son diversos los testimonios de altos jefes de seguridad que recalcan que se le propuso a Netanyahu repetidamente eliminar a los jefes de Hamas y él se opuso, por dar sólo un ejemplo.
No está claro que el camino hacia la destitución de Ronen Bar sea tan sencillo. Por ley, una decisión así-sin precedentes en Israel- debe ser tomada claramente por razones concretas y justificadas y sin consideraciones ajenas al tema. Para confirmarlo, debería consultar primero con la asesora jurídica del gobierno Gali Baharav Miara, pero también a ella la quiere destituir, alegando que actúa contra la línea del gobierno y no le deja trabajar. Quienes la defienden sostienen que ella tiene el deber de impedir determinadas acciones del gobierno, si contradicen la ley.
A continuación, la respuesta completa de Ronen Bar, que puede ser interpretada como una postura que no le hará al gobierno un trabajo fácil en el intento de quitarlo de su puesto.
“Habiendo sido quien encabezaba el Shabak el 7 de octubre, asumí la responsabilidad por la parte del servicio (en lo ocurrido) y señalé claramente que mi intención es actuar de acuerdo a esa responsabilidad antes de finalizar mi período, como se esperaba de todos. Por lo tanto, está claro que la intención de mi destitución no es por el 7 de octubre. El Primer Ministro aclaró que la decisión deriva de su afirmación que existe entre nosotros una continua falta de confianza.
El Shabak bajo mi liderazgo, llevó a cabo una investigación exhaustiva que señaló fallas de Inteligencia y en los procesos internos el 7 de octubre, que ya se ha comenzado a corregir. Además, la investigación señaló una política que había sido llevada a cabo durante años, con énfasis en el año anterior a la masacre, por parte del gobierno y quien lo encabeza. La investigación revela que durante largo tiempo el nivel político hizo caso omiso deliberado de las advertencias de la organización.
La necesidad de investigar todos los factores, incluyendo las políticas del gobierno y del Primer Ministro, y no sólo las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shabak, que se investigaron a sí mismos a fondo, es en interés de la seguridad pública. Si no insisto en esto, con todos los precios personales que pagaré, no estaría cumpliendo con mi trabajo por la seguridad del país.
La investigación de la verdad es un valor supremo en el Shabak. El público tiene derecho a saber qué condujo a la masacre y al desmoronamiento de la concepción de seguridad del Estado de Israel.
Mi responsabilidad pública es la base de mi decisión de continuar en mi cargo en el futuro próximo, esto a la luz del potencial de escalada, las altas tensiones de seguridad y la posibilidad real de un regreso a los combates en la Franja de Gaza, en lo que el Shabak juega un papel central.
Paralelamente, debo completar mi compromiso personal y el compromiso del servicio para con el regreso de los secuestrados, la conclusión de una serie de investigaciones delicadas y la maduración óptima de dos candidatos para mi reemplazo, que elegirá el Primer Ministro; esto es lo que exige su función estatal y la extrema sensibilidad del Shabak , en virtud de su misión y en virtud de la ley que le concede poderes amplios y extremadamente sensibles.
En una reunión anterior, informé al Primer Ministro que tengo la intención de completar lo anterior antes de renunciar a mi cargo en coordinación con él, y esto en vista de mi responsabilidad hacia el público, la seguridad del Estado y el funcionamiento del Servicio de Seguridad General en beneficio del Estado de Israel.
Como se indicó anteriormente, el deber de confianza que debe el jefe del Shin Bet es, ante todo, hacia los ciudadanos de Israel; este concepto es la base de todas mis acciones y decisiones. La expectativa del primer ministro de un deber personal de confianza cuyo propósito contradice el interés público es una expectativa fundamentalmente inválida que es contraria a la ley del Shin Bet y contraria al valor de la (mamlajtiut) que guía al Servicio de Seguridad General y su gente”.
Aclaración: mamlajtiut, una palabra singular en hebreo, no puede ser traducida con un solo vocablo al español. Se trata de un encare responsable de preocupación por el Estado y respeto a sus instituciones y su gente, sin consideraciones estrechas que no sirvan al bien del país.
Tras la difusión de dicho comunicado, el Shin Bet envió a la prensa un corto agregado: “El jefe del Shabak aclaró al Primer Ministro en su encuentro, que en toda decisión que sea tomada, respetará la ley”.
Preguntamos al Shabak si eso significa que respetará cualquier decisión del gobierno, también destituirlo, sin una lucha jurídica para impedirlo. No hemos recibido respuesta.
