Por Guillermo Lafferriere
Es importante lo de Macron al buscar una cumbre entre Biden y Putin por la crisis en Europa y trataremos de dar una perspectiva de esta iniciativa para los lectores del Semanario Hebreo Jai
Macron está evidenciando en política exterior un liderazgo europeo mucho más fuerte y al mismo tiempo realista. Fuerte porque busca que sea en un marco "europeo" que ese acuerdo se de, si se llega claro. Y realista porque en el estado de cosas actual, la llave de todo esto no está en Europa, sino en Washington. ¿Pero cuál es la llave? Lo que venimos expresando de mucho tiempo atrás: una fórmula que haga que Ucrania no ingrese a la OTAN y sea absolutamente definitiva esa situación. Ello en modo alguno suena fácil de encontrar desde las posiciones que se enuncian en Moscú y en Washington.
A la distancia luce como un amigo me expresara, un choque entre una mirada realista, la de Moscú, frente a otra más idealista, la de Washington. Esta última apoyando el derecho de las naciones, en este caso Ucrania, de elegir su destino sin presiones de ninguna especie. Detrás de cada posición los medios también son diferentes para respaldarlas.
La principal herramienta de Moscú, es la militar, de la cual ayer mismo y antes también, describimos las diferentes opciones a su disposición; desde la menos violentas hasta la que considero mayor uso hace de la fuerza.
Del lado de Washington la herramienta económica es la que se esgrime, ya que en modo alguno habra guerra de Washington con Moscú por Ucrania solamente. La administración Biden dice que las medidas serán sin precedentes por lo duras para Rusia, dando a entender que casi se paralizaría la actividad en ese país, y eso implicaría que su capacidad de sostener el uso del recurso militar sería muy pobre. Saben que no soy economista. Considero que es una de las herramientas importantes en la estrategia. Pero realmente tiendo a dudar cuando ella solamente se esgrime como lo que hará que otro deje de operar militarmente. En ese sentido veremos. Finalmente es bueno recordar, que Rusia no necesita hacerse de toda Ucrania para debilitarla todavía más, y que asimismo no recomendaría apostar a que Rusia se "canse" de su despliegue militar sumando tiempo al mismo con distintas iniciativas diplomáticas para que así se retire.
Todo esto se da en un marco de creciente tensión en la frontera del Donbas, con acciones que pueden deberse a tropas de un lado y del otro no suficientemente disciplinadas. Finalmente, y volviendo a Macron, es importante que la convocatoria que hace sea a discutir la seguridad europea como un todo, algo que a los oídos de Moscú debe haber sonado bien.
Nada está resuelto y la inestabilidad en Europa oriental sigue ahí.