En base a materiales de Beit HaNasí, el despacho oficial del Presidente de Israel
Este miércoles 7 de julio finaliza el período de Reuven Rivlin como ciudadano número uno de Israel, iniciándose la Presidencia de Itzhak (Buyi) Herzog, quien fue electo semanas atrás por la Kneset, Parlamento de Israel, por amplia mayoría.

Vale la pena echar una mirada a estos últimos 7 años , recordando ante todo que la posición de Presidente del Estado no es en Israel un cargo de gobierno aunque sí tiene un papel muy relacionado a la política en la época post-electoral, al ser, por ley, quien decide a quién encomendar la formación del gobierno, tras sus reuniones con los representantes de todos los partidos electos a la Kneset. Si bien en general eso suele ser bastante claro y no parece depender en absoluto del criterio del Presidente, en los últimos años ha habido más de una ocasión en la que las situaciones eran más límites y podía incidir la interpretación de la situación por parte del Presidente.

El Presidente saliente fue electo al cargo hace 7 años, cuando era diputado del partido Likud. Esto, tras una larga trayectoria política, diputado y finalmente Presidente de la Kneset. Sus posturas en lo relacionado al conflicto con los palestinos-que suelen ser las que determinan las “etiquetas” de izquierda o derecha-siempre estuvieron del lado más conservador del mapa político israelí. Tal como declaró a “Semanario Hebreo” años atrás, cuando era Presidente de la Kneset, se oponía a la creación de un Estado palestino independiente y a toda posibilidad de retirada israelí de Judea y Samaria.
Pero eso no contradecía su profunda convicción sobre lo imprescindible de vivir en paz con los palestinos y, muy especialmente, sobre lo imperioso de garantizar siempre respeto a todas las minorías que componen la sociedad israelí, igualdad de derechos, absoluta libertad de cultos y convivencia pacífica entre todos.


La Presidencia de Reuven Rivlin estuvo marcada por un constante llamado a la paz y la coexistencia pacífica, por una búsqueda de lo que une a los distintos sectores de la sociedad israelí, partiendo precisamente de las advertencias sobre la creciente división interna, en lo que se convirtió en el famoso discurso sobre “las tribus” . En esa ocasión, un año después de asumir, en el 2015, Rivlin habló de las grandes distancias entre la población secular, los así llamados “religiosos nacionalistas”, el público ultraortodoxo (haredi) y la ciudadanía árabe. Se mostró preocupado por la división, pero su discurso fue también un motor que impulsó numerosos proyectos de búsqueda de entendimiento y diálogo destinado precisamente a promover el acercamiento.

También destacó repetidamente el vínculo especial con el pueblo judío y recibió en Beit HaNasí a representantes de numerosas comunidades en la diáspora, así como a líderes de variadas comunidades judías dentro de Israel, recalcando que el Estado de Israel cumple un papel especial en el mundo judío.


Con esto de fondo, uno de sus mensajes centrales fue siempre la condena del antisemitismo y la advertencia sobre el peligro que constituye tanto para los judíos mismos como para las sociedades en cuyo seno se manifiesta. Asimismo puso énfasis en la memoria de la Shoa y en la responsabilidad que tiene al respecto no sólo el pueblo judío sino también la comunidad internacional.

Rivlin dio gran importancia a la necesidad de destacar la sensibilidad social como motor para el desarrollo y crecimiento.
Fue con ese concepto de fondo que en el 2017, de cara al 70° aniversario de la independencia de Israel, el presidente anunció un programa especial de amnistías.
En ese marco fueron perdonados más que nada presos de avanzada edad o quienes sufrían de serios problemas de salud, presos cuyos hijos no tenían cuidado ninguno de sus padres por estar encarcelados, presos que habían sido abusados o que ellos mismos habían sido víctimas de crímenes, aquellos que estaban en prisión por no pagar multas o quienes estaban presos por primera vez por crímenes considerados menores.
El programa no incluyó a ningún preso por asesinato, homicidio, crímenes de seguridad, crímenes sexuales o crímenes bajo la autoridad de tribunales militares.


Por otra parte, a fin de intentar fortalecer la confianza entre los israelíes de origen etíope y las autoridades que tienen a su cargo el cumplimiento de la ley, el Presidente y el Ministro de Justicia lanzaron en su momento un programa especial en el que exhortaron a menores y jóvenes de dicha comunidad que habían sido procesados por crímenes relacionados a la alteración del orden público, a que presenten solicitudes formales para que se cancele su registro criminal. Esto, para quienes no habían recibido sentencias en custodia.
En otro orden de cosas, al entrar en vigencia la ley que prohibe la prostitución, el Presidente lanzó en diciembre del 2020 un programa destinado a cancelar el registro criminal a quienes viven de prostitución. Esto, sólo para quienes no habían recibido sentencias en custodia. El objetivo era era ofrecer oportunidades de entrada al mercado laboral .
Reuven Rivlin finalizó una Presidencia no exenta por cierto de discusiones y polémicas y en cierta medida marcada por sus tensiones con el Primer Ministro Biniamin Netanyahu. Pero fueron 7 años de constante trabajo en pro de la sociedad, de buscar lo positivo y destacar la necesidad de trabajar juntos por el país. “No pensemos que estamos condenados a vivir juntos sino destinados a ellos”, dijo en más de una oportunidad en referencia a árabes y judíos.
Rivlin recalcó que Beit HaNasí es la casa del pueblo de Israel, destacó que Israel es un Estado judío y democrático, que en su marco todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y que la única forma de progresar será destacando las fortalezas de cada uno en pro de la sociedad toda, en lugar de concentrarse en las divisiones internas , aunque también las hay.
