Señor Canciller, fue tan alevosa la distorsión de la realidad en la votación de días atrás en el Consejo Económico y Social de la ONU en Ginebra acusando a Israel de violar los derechos de las mujeres palestinas, que me pareció importante compartir con usted algo de información. Es que prefiero pensar que usted no conoce la verdad en el tema de Israel y la mujer árabe, y que por eso indicó al representante uruguayo en el Consejo votar tan mal. Realmente, sería gravísimo pensar que la Cancillería uruguaya vota a sabiendas algo tan mentiroso.
Por eso, creo que es oportuno contarle que la mujer palestina a la que hace referencia la resolución, vive bajo gobierno de la Autoridad Nacional Palestina si está en Cisjordania, o de la organización terrorista Hamas si está en la Franja de Gaza. Precisa recurrir a Israel si necesita por ejemplo un permiso para pasar a territorio israelí, pero si no, se halla bajo gobierno palestino. No de un Estado independiente, pero gobierno palestino que maneja todos los asuntos diarios de la población. Además del tema cultural , de una sociedad patriarcal en la que la mujer debe luchar por sus derechos y tiene aún numerosas batallas que librar, el problema de fondo que influye también sobre la mujer es que ni en Cisjordania ni en Gaza funcionan regímenes democráticos. La Autoridad Palestina realizó sus últimas elecciones en enero del 2005. Si van 15 años sin democracia, eso jamás puede influir bien sobre la mujer. Y en Gaza, desde junio del 2007 gobierna con puño de hierro Hamas, un régimen islamista que enseña a sus niños que deben convertirse en mártires matando judíos, elogiando en sus publicaciones también a las mujeres que han participado en atentados suicidas contra Israel. ¿Usted sabía que en la resolución que Uruguay apoyó no se dice nada al respecto? Le aviso, por las dudas.
Pero vayamos a lo positivo. Le cuento un poco sobre las mujeres árabes ciudadanas de Israel. Algunas se presentan como palestinas con ciudadanía israelí, otras dirán árabes israelíes, otras árabes ciudadanas de Israel, cada una con su estilo. Lo seguro es que todas gozan de los beneficios de vivir en una sociedad libre y democrática en la que su capacidad es lo determinante para avanzar personal y profesionalmente.

Quizás lo más apropiado ahora sería contarle de la diplomática Rasha Atamny, árabe musulmana, que hace 3 años fue nombrada en su primer destino al exterior, como portavoz en la Embajada de Israel en Turquía y ahora está en la Embajada de Israel en Seúl, Corea. Es que ella misma contó, tras participar en el Model UN club en el marco de sus estudios en la Universidad Hebrea de Jerusalem, sobre sus impresiones de los tres meses que pasó en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

“Un momento decisivo que viví allí me acompañará por siempre. Estaba escuchando desde mi asiento en el comité de DDHH una discusión sobre violación de los derechos de las mujeres. En ese momento ya me había acostumbrado a la continua andanada de acusaciones lanzadas contra Israel por muchos países del consejo. La discriminación de Israel en la ONU es muy obvia y decepcionante. Pero esta vez era diferente. Esta vez, estaba escuchando discursos pronunciados por Siria, Arabia Saudita, Irán, Irak y Egipto, todos condenando ´las violaciones sistemáticas de los derechos de las mujeres por parte de Israel´mientras yo, árabe, musulmana de origen palestino, estaba representando a Israel en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.
Dio en el clavo esta joven diplomática árabe israelí ¿verdad?
Otras mujeres árabes exitosas me impactaron personalmente cuando las entrevisté ya años atrás. No las olvido jamás. La Dra. Soheir Assady, jefa del departamento de Nefrología del Centro Médico Rambam de Haifa, una mujer interesantísima, osada, convencida de su sueño en la vida y de sus fuerzas para concretarlo.
La otra, la Dra. Rania el-Ukbi, la primera médica beduina del Neguev, ginecóloga en el hospital Soroka en Beer Sheba.
Y claro está que no son las únicas.
Ya que mencioné el hospital Rambam, le cuento algo muy actual : la jefa del departamento Coronavirus es la Dra. Haitam Hussein, árabe israelí que en la entrevista que nos concedió meses atrás nos contó sobre la lucha conjunta de todos los equipos médicos, judíos, árabes, todos, para combatir el virus.
Están también Hana Mansur-Khatib, la primera mujer que ocupa el cargo de Qadi, juez en la religión islámica, en las cortes musulmanas de Israel. Y ya que le mencioné a una mujer árabe israelí con hijab, por su fe religiosa, le cuento también de Sarah Abu Kaf, catedrática en la Universidad Ben Gurion de Beer Sheba , de Iman al-Khatib, diputada –la primera legisladora israelí que lleva hijab-y Sabrin Sa´adi, la primera oficial musulmana en la Policía de Israel.

Le cuento Canciller que también hay otros nombres que yo personalmente no conocía. Me los dio un amigo muy apreciado, Yoseph Haddad, árabe israelí, que vive difundiendo la verdad sobre la situación de los árabes en el país, su país, y sostiene que Israel es el lugar en el que mejor viven los árabes en toda la región. Lo dice, claro, por experiencia propia. Fue él que me contó de la Dra. Rawia Aburabia, experta en Relaciones Internacionales. Y de la Dra. Yasmin Abu Freiha, médica beduina que investiga enfermedades genéticas. Y de Julia Zaher, la Gerente de la compañía Al Arz Tehina, gran empresaria.
Y hay tantas más. Diputadas, catedráticas, periodistas, políticas. Pueden discrepar con tal o cual política y tener muchas reivindicaciones. También las mujeres judías las tienen. Pero las presentan, empujan y plantean mientras viven, se desarrollan y avanzan en la sociedad israelí, como pocas mujeres lo logran en otros lados.
Casi me olvido…cantantes como Lina Makhul, que ganó el concurso de la canción “The Voice”, actrices, y muchas más.
Hace unos meses leí un estudio interesante sobre los logros de la mujer árabe israelí en la academia. Lo busqué ahora para poder compartir sus hallazgos principales con usted Canciller. Pues bien: el 15% de los estudiantes universitarios de Israel son mujeres árabes, aunque constituyen el 10% de la población. O sea que estudian un 50% más que su proporción en la población. Este número se ha duplicado desde el año 2000. La mujer árabe es mucho más instruida que los hombres, con el 70% de los egresados de primer título universitario. Claro que esto deriva de otro dato, anterior en el tiempo: un considerable aumento en la cantidad de alumnas árabes de secundaria que finalizan exitosamente sus exámenes finales, también en áreas como ingeniería y ciencias. Tres ejemplos concretos: las jovencitas árabes son el 52% de las estudiantes de orientación electrónica en el liceo, el 55% en matemáticas y el 70% en química.

Yo terminé mis estudios universitarios hace ya unas décadas, pero recuerdo siempre la clara presencia de estudiantes árabes en una diversidad de carreras. Pero este fenómeno, lógico en una sociedad inclusive como la israelí, se intensificó considerablemente en los últimos años en absolutamente todas las universidades de Israel. Las hemos visto personalmente, como parte integral de la sociedad. Como debe ser.
Israel no le hace ningún favor a sus ciudadanas árabes con todo esto. Es simplemente parte de su realidad. Es que no concibe otra cosa.
Me pareció importante que usted sepa todo esto Canciller Bustillo.
Es que imagino que no lo sabía…porque si no…es inconcebible que Uruguay haya votado tal cual lo hizo. ¿Sabe qué? No porque es amigo de Israel. Simplemente, porque votó una mentira colosal.