(Por César Shabtai Kopelman- Kibutz Hokuk)
El Movimiento kibutziano cumple sus primeros ciento diez años de vida. Hoy es muy diferente de lo que fue en sus inicios. Ha habido muchos cambios y transformaciones con el correr del tiempo. Pero comencemos por el principio.
Un poco de historia
Todo comenzó allá por 1909 con un grupo de judíos rusos que llegaron a Israel (Palestina por aquella época) con la segunda gran ola inmigratoria, después del fracaso de la revolución de 1905, huyendo de las persecuciones y matanzas. Al año siguiente, estos diez hombres y dos mujeres construyen la primera sociedad agraria basada en la cooperación y la fraternidad, en la que la propiedad privada no existe. Había nacido entonces DEGANIA, el primer kibutz del mundo.
Hace unos dias me encontré con mi amigo Shai, bisnieto de uno de los fundadores,quien me dijo sin titubear: "El kibutz es la única creación del judaísmo Israelí". Le recordé la Biblia, Jerusalem, la primera religión monoteista ..Me interrumpió y aclaró: “esas son judías, el kibutz es judío y también israelí”.
Yo agrego que es un experimento único, hay algunos que dicen "anormal", por la necesidad de desarrollar un tipo de vida comunal inspirada en la ideología sionista socialista . Pero ha superado la utopía. Bien sabemos hoy que es inconcebible que alguien visite Israel, sin ir a algún kibutz. Sin eso, es casi como no haber estado en Israel.
El regreso a la tierra
Básicamente los fundadores del kibutz se inspiraron en las ideas del retorno a la tierra de Aharon David Gordon y el sionismo socialista de Borojov y Sirkin. Gordon insistía en que un pueblo no puede ser libre si no produce su sustento por sí mismo, empezando por la producción agrícola. Los judíos no se habían dedicado a la agricultura desde la destrucción del Segundo Templo. En Europa, los oficios agrícolas les estaban prohibidos y donde no lo estaban, no eran prácticos ya que los judíos eran frecuentemente expulsados de sus países o regiones y el trabajo agrícola require un alto grado de arraigo. Por lo tanto, los judíos se dedicaron mayormente al comercio.
En opinión de Gordon, la redención del pueblo judío, debía pasar necesariamente, no por la formación de un Estado o el retorno a la tierra de Israel, sino sobre todo, por el retorno a la actividad agrícola. Por su parte Borojov afirmaba que la revolución podría darse en el pueblo judío, solo una vez que tuviera su propio Estado en el que los judíoss pudieran ocupar todos los lugares de la pirámide productiva.
La actividad agrícola de los kibutzim era vista por sus miembros, bajo la profunda influencia de la ideologíaa sionista socialista, como un paso necesario hacia la revolución del proletariado. Más que nada es importante resaltar el valor que tiene la tierra y quien la trabaja.
Un rol central en la nación
Y desde aquel lejano 1910 podemos decir que los kibutzim han desempeñado un importantísimo papel en la vida del país y fueron esenciales para la creación del Estado de Israel. En los primeros años cumplieron un papel central en el desarrollo de la economía del país, produciendo una parte importante de las exportaciones. Mientras que la importación de productos agrícolas aún no era viable en los primeros años, los kibutzim suplieron en forma casi exclusiva, las necesidades del país en esa área.
También cumplieron-y siguen cumpliendo- un papel importante en la colonización de la tierra y en la defensa de las fronteras. Asimismo, fueron centro de absorción y adaptación para muchos de los inmigrantes.
Los kibutzim han dado a Israel un número desproporcionadamente elevado de los líderes militares, intelectuales y políticos del país, aunque en términos de población el movimiento kibutziano nunca superó el 4% de la población Israelí.
Postulados básicos de los kibutzim:
a) Propiedad colectiva: Tanto los medios de producción como los servicios y demás bienes, pertenecen a todos los miembros.
b) Trabajo propio: Para evitar la plusvalía, los miembros del kibutz debían ser los dueños de los medios de producción y también los que aportaran la fuerza de trabajo.
c) Salarios igualitarios: Tanto los salarios para gastos personales como los demás recursos, se distribuyen entre los miembros del kibutz según la pauta de "cada cual otorga según sus posibilidades y recibe según sus necesidades". No importa si el miembro del kibutz es cocinero, bananero, lavador de vajilla, jubilado o mazkir (secretario general) del kibutz, todos reciben en proporción a la cantidad de hijos a mantener u otros indicadores de sus necesidades, en alguno casos según su antigüedad en el kibutz (lo que en hebreo se llama vetek).
d) Rotación de los puestos: Se considera muy importante que los altos puestos del kibutz roten entre varios miembros.
e) Decisiones democráticas: Las decisiones importantes, incluyendo todo lo concerniente a cambios en los postulados o su aplicación, deben ser tomadas por la asamblea general de miembros (instancia máxima), en la que pueden participar todos los miembros que así lo deseen.
f) Judaísmo secular cultural: Si bien hay unos pocos kibutzim religiosos, la mayoría siguen una línea secular cultural y enfatizan los significados agrícolas, comunitarios y socialistas de las distintas festividades judías por encima de su valor como conexiones entre Dios y el hombre o rectores de la vida judía.
g) Voluntario: Tanto el vivir en el kibutz como el ser miembro del mismo es totalmente voluntario.
h) Centralidad del trabajo agrícola: fue así en las primeras épocas.
Un proceso de cambio
Hoy en día hay unos 270 kibutzim, de los cuales aproximadamente dos tercios han realizado o están pasando por un proceso de transformaciones en su forma de vida. Antes de explicar al respecto, quisiera recalcar que el kibutz sigue siendo eso tan especial que todos conocemos como kibutz. En mi modesta opinión, lo seguirá siendo por mucho tiempo mas, por varias razones.
Siempre ha habido detractores, negativos, pesimistas que han querido cavar la tumba del kibutz como modelo de vida y enterrarlo aunque no haya muerto. Hubo varios momentos críticos a lo largo de los años. Cuando el kibutz tomo, allá por la década de los 50 , a los primeros obreros asalariados externos al kibutz, ¨ellos¨ dijeron que era el principio del fin del kibutz. Cuando en la década de los 60 se levantaron las primeras industrias ¨ellos” dijeron que esto ya es la hecatombe. Al comenzarse en la década de los 70 a dar un presupuesto separado a cada familia (estipendio) para que pueda utilizarlo también fuera del kibutz, fueron los "mismos" los que dijeron que esto quiebra la hegemonía. Luego, en la década de los 80, se decidió que los niños del kibutz pasaran a dormir con sus padres en lugar de las conocidas “casas de los niños”, en las que vivían y dormían todos juntos luego de pasar unas horas con sus padres por la tarde. Los críticos tuvieron lo que decir también entonces, que se había vendido el rico patrimonio (no de los orientales) y también la ideología. En la década de los 90 el kibutz decidió poner precios a algunos de los servicios brindados a sus miembros (comedor, lavandería, electricidad, etc.,) para tener mayor control de los gastos tanto de los miembros como del kibutz en general. “Ellos” dijeron que el "muerto" está agonizando y le quedan pocos días de vida.
Pero aquí estamos aunque la llegada del nuevo milenio, también trajo nuevos cambios.
TRES MODELOS
Hoy en día los kibutzim (plural de kibutz, como es sabido), están clasificados en tres modelos distintos:
Kibutz Shitufi (clásico, tradicional)
Kibutz Mitjadesh (renovado)
kibutz Ironi (urbano).
La decisión al respecto quedó confirmada por el secretario de las sociedades cooperativas registradas (rasham haagudot hashitufiot) perteneciente al ministerio de Industria, Comercio y Empleo de Israel, quien tras varios meses de discusiones ordenó a los kibutzim en esos tres grupos, en agosto del 2009.
En los tres casos hay temas que tienen que seguir cumpliéndose para poder seguir funcionando y seguir llamándose kibutz: los medios de producción tienen que seguir en manos del kibutz (todos los miembros), garantizar ayuda mutua (arevút hadadit), pensión mínima e igualitaria para los jubilados, etc.
Dado que el kibutz shitufí es el que más mantiene características del modelo original del kibutz, no entraré aquí en detalles sobre su funcionamiento. Tampoco lo haré en relación al llamado “kibutz urbano”, que son muy pocos.
Procuraré sí explicar mejor cómo funciona el Kibutz mitjadesh o sea renovado.
Según la instancia antes mencionada, el secretario de las sociedades cooperativas registradas (rasham haagudot hashitufiot) determina que debe darse por lo menos una de tres opciones para que un kibutz pueda ser denominado y considerado “Kibutz Mitjadesh”.
1) salario diferencial: cada miembro recibe según lo que ingresa en las arcas del kibutz de su empleo tanto dentro del kibutz como de afuera. Para los que trabajan en el kibutz se ha realizado un cálculo según precios del mercado.
2) implementación de la propiedad privada: dar la posibilidad que el miembro del kibutz pueda inscribir su casa a su nombre para luego poder heredarla a sus hijos. Algo que en la ciudad es común, cualquier persona que compra un bien y lo anota a su nombre, en los kibutzim no era posible.
3) privatización de servicios y ganancias: repartir las ganancias que tuvo el kibutz de su funcionamiento comercial a los miembros y también a los herederos en el caso del fallecimiento del mismo.
Dentro de los kibutzim renovados existen a su vez otras sub divisiones.
a) método de red de seguridad, b) método red cooperativa y c) un método combinado.
a) método red de seguridad (reshet bitajon): el kibutz planifica una cifra de dinero que sea suficientemente decente, digna, que alcance a cubrir los gastos de la familia para aquellos que no trabajen o estén enfermos o con problemas de salud en todo el período hasta que mejoren su situación. En el caso del kibutz hay que tomar en cuenta que el seguro nacional (Bituaj Leumi) no da derechos sociales a los miembros del kibutz como seguro de paro o complemento de ingresos en caso que la persona perciba un sueldo muy bajo, algo que sí tiene la mayoría de los ciudadanos de Israel.
b) Método red cooperativa: el miembro del kibutz aparte de pagar al Estado los impuestos que paga todo ciudadano, como ser impuesto a la renta, impuesto por salud pública y demás, también tiene que pagar un impuesto interno en el kibutz que se denomina “mas izún” o sea impuesto de equilibrio. El cometido es equilibrar los distintos sueldos para que la diferencia entre el sueldo más alto y el más bajo no sea más que una diferencia de 2.5 y además poder ayudar mejor a los necesitados.
Un proceso humano
Privatización
Los cambios realizados en los kibutzim al haberse privatizado parte de sus servicio, han tenido varios motivos: los jóvenes abandonaban los kibutzim, cuando el país entro en crisis económica muchos kibutzim estaban al borde de la quiebra, los miembros del kibutz comenzaron a ver que no todos ponían el hombro o entregaban de sí mismos según sus posibilidades y otros motivos. La privatizació fue problemática para algunos que estaban totalmente acostumbrados a un sistema de vida determinado y de la noche a la mañana tuvieron que aprender a arreglarse en un sistema distinto. Comenzar a entender el sueldo, comenzar a trabajar con bancos y entender hasta la terminología (cuenta corriente, depósitos, estar en rojo y mucho más), usar tarjeta de créditos (cuando se estaba acostumbrado solamente a firmar) y demás cambios, cosa que para cualquiera de la ciudad es de todos los días.
¿Por qué?
Para finalizar, sin querer ni mucho menos abarcar todos los aspectos, creo que los cambios realizados en toda la historia de los kibutzim fueron con la intención de ser un poco más "normales" y tomar cosas que en las ciudades son comunes. El kibutz no tiene más remedio que ser una sociedad pequeña, única, con rasgos propios para seguir siendo algo especial. Hoy en día se nota que algunos de los cambios han tenido éxito ya que hay muchos de los jóvenes del kibutz que han resuelto aceptar ser miembros del kibutz y muchos han vuelto de la ciudad para continuar su vida en el kibutz. Hay muchos que han comprado casas en los barrios que no pocos kibutzim tienen, con la intención de incorporarse a la sociedad kibutziana y recibir los buenos servicios que esta brinda en educación, cultura, sociedad y compañerismo.
A modo de conclusión
En el judaísmo se acostumbra a desear (ad mea veesrim-hunder un tzvantzik yor) o sea hasta los ciento veinte. Yo espero que en este caso sea por muchos más. Mucha suerte y muchas felicidades al movimiento kibutziano de Israel en estos primeros ciento diez años de vida.