Homenaje a los atletas asesinados en Munich
Varios días antes de partir hacia Alemania a un ejercicio conjunto con su Fuerza Aérea alemana, sobre cuyo simbolismo es imposible exagerar, el Comandante de la Fuerza Aérea de Israel General Amikam Norkin tuvo una iniciativa singular: se reunió con familiares de algunos de los atletas asesinados en las Olimpíadas de Munich en setiembre de 1972.
“Como parte de nuestra estrategia, entablamos vínculos con Fuerzas Aéreas de distintos países”, explicó Norkin. “Esta conexión con la Fuerza Aérea alemana va más allá de los temas tácticos que nos permiten aprender y volar a sitios que aún no conocemos. De cierta forma, esta conexión sirve de puente para el Estado de Israel. Mientras hacemos esto, recordamos y nunca olvidamos. Muchos de los combatientes de la Fuerza Aérea son nietos de sobrevivientes de la Shoá. En los años 60 y 70 del siglo pasado, la mitad de los pilotos de la Fuerza Aérea de Israel eran ellos mismos sobrevivientes del Holocausto. Creemos que estamos haciendo lo correcto”.
El General Norkin conectó el simbolismo del ejercicio con Alemania, con la matanza de los atletas israelíes en Munich. “La excelencia es un valor muy importante para nosotros en la Fuerza Aérea de Israel. Pensamos en los atletas que lograron llegar a la Olimpíada y nos inspiramos en la excelencia que lograron en el deporte. Personalmente, cuando sobrevolemos ese lugar, recordaremos a todos aquellos que representaron al Estado de Israel y fueron asesinados como representantes del Estado de Israel. Honramos y recordamos, y miramos hacia el futuro. Entendemos que estamos aquí por el futuro, pero no nos permitimos olvidar, y sabemos que todo lo que hacemos es para asegurar el futuro del Estado de Israel y las generaciones venideras”.

El encuentro con las familias
De cara al ejercicio conjunto, los preparativos en la Fuerza Aérea de Israel no fueron solamente en lo estrictamente relacionado a lo militar. El General Amikam Norkin quiso dedicar un tiempo a un encuentro singular, con familiares de algunos de los deportistas asesinados en Munich. Se reunió con Ilana Romano, viuda del levantador de pesas Yosef Romano, y su hija Oshrat Romano Kandel, así como con Anki Shpitzer, viuda de Andre, entrenador de esgrima en la delegación israelí, que también fue una de las víctimas.


“Saber que la Fuerza Aérea de Israel recordará y conmemorará a las víctimas de la masacre en las Olimpiadas de Munich sobrevolando la villa olímpica, es para nosotros una señal de Dios”, nos dijo Oshrat Romano Kendel, Teniente Coronel (ret) de las Fuerzas de Defensa de Israel. “Nosotros, representantes de las familias de duelo, tenemos un testamento perenne: no olvidar jamás a los atletas elegidos por Israel. Es por eso que esta iniciativa de la Fuerza Aérea nos resulta sumamente emocionante, combinación de esperanza y memoria”.
En opinión de Oshrat “esta es una muestra del triunfo del espíritu y la memoria de una nación que conoce su pasado y lucha por un futuro mejor”. Deseó a los pilotos presentes en el encuentro, “que sean bendecidos, que tengan éxito en vuestras misiones y retornen a casa sanos y salvos”.

Su madre, Ilana Romano, destacó el “fuerte mensaje” de esta iniciativa. “No puedo dejar de pensar que en 1972, cuando el atentado, el gobierno de Bavaria no permitió al ejército israelí participar en el rescate de los atletas que se hallaban en manos de los terroristas. Y ahora, el gobierno alemán aprobó esta maniobra conjunta. Y ver en el encuentro con el jefe de la Fuerza Aérea a los jóvenes pilotos israelíes que son los ojos y la fuerza de Israel, es sumamente emocionante”.

Su hija Oshrat siente que el hecho que esto se lleve a cabo justamente en un año en el que debería haber habido olimpiada pero todo ha quedado cancelado por la pandemia, agrega simbolismo, porque es como una forma de destacar que “pase lo que pase, no se olvidará nunca a las víctimas de la matanza, que merecen ser recordados por siempre”. Para ella, que se desempeñó muchos años como oficial encargada del tema de soldados caídos en su servicio en los blindados y el vínculo con sus familias, siente que es muy fuerte que la Fuerza Aérea esté recordando ahora a su padre asesinado y a todos sus compañeros. El encuentro del General Norkin con los familiares fue transmitido a todas las bases de la Fuerza Aérea, lo cual de por sí es un testimonio de memoria y homenaje.
“Un pueblo que no olvida su historia, tiene la base para crecer y honrar los valores con los que crecimos”, asegura Oshrat. Y no puede evitar recordar una escena muy personal: “Inmediatamente después de aquella tragedia, mamá nos vio a mi hermana y a mí, dos niñas pequeñas, con los labios temblando, tratando de no volver a llorar, con los ojos hinchados ya por las lágrimas, y nos prometió que a papá no se olvidará nunca. Y es cierto. Pero ver esto, 48 años después, no podíamos imaginarlo”.