Entrevistas

Ilana Gritzewsky, terrible testimonio de abuso sexual y otros horrores en Gaza

La saga de los secuestrados que el 7 de octubre del 2023 fueron llevados por la fuerza a la Franja de Gaza , tanto los que fueron recuperados en el marco de acuerdos de alto el fuego como los que aún están en manos de los terroristas, tiene varios símbolos, nombres y rostros de ciudadanos que quedan registrados en la historia nacional no sólo como víctimas del horror sino también como luchadores. Y una de ellas es sin duda la mexicana israelí Ilana Gritzewsky secuestrada de su casa en el kibutz Nir Oz junto a su novio Matan Zangauker.

Foto: Paulina Patimer

 

Ilana fue liberada en el primer alto el fuego a fin de noviembre del 2023, pero en Gaza quedó su compañero, por lo cual ella no puede realmente iniciar un proceso de sanación y rehabilitación que tanto precisaría por el cúmulo de heridas físicas y emocionales con las que tiene que lidiar.

En los últimos meses Ilana concedió diversas entrevistas, pero hace pocos días, en conversación con The New York Times, reveló por primera vez que fue abusada sexualmente.

Hace pocos días se llevó a cabo una rueda de prensa virtual con Ilana, organizada por Media Central, Fuente Latina y el Foro de Familiares de los Secuestrados.

Compartimos a continuación un resumen de los principales conceptos de Ilana, que no fue fácil escuchar pero que es importante conocer.

 Comenzó con un pronunciamiento clave:

 

“Mi cuerpo está aquí, pero mi corazón y mente recuerdan a Matan, a mis amigos, a todos los rehenes que todavía están detenidos en Gaza. Desde el momento en que fui liberada, no he tenido un día o noche de descanso. Vivo con una pregunta que me sigue constantemente. ¿Por qué yo estoy aquí y ellos no lo están? Creo que si estoy aquí significa que tengo una misión. Estoy aquí hoy porque no quiero estar en silencio”.

 

Al preguntársele por qué decidió finalmente dar testimonio sobre su abuso sexual, respondió: 

“Porque yo sé que los abusos sexuales no son sólo con las mujeres sino también con los hombres que siguen en cautiverio. Y yo les prometí a los que dejé en los túneles que alzaría mi voz lo más posible para liberarlos.

El 7 de octubre, mientras me estaban llevando en la moto en medio de los golpes, el terrorista decidió empezarme a tocar y meter su mano debajo de la playera y tocarme las piernas. En ese momento ya me desmayé.

Yo estaba dispuesta a soportar los golpes y todo. Me rompieron la cadera, me dislocaron la mandíbula, me quemaron la pierna, perdí el oído, me explotaron una granada al lado del oído. Hasta que empezaron a tocarme, ya no estaba dispuesta a soportar eso.

Me desperté en un lugar abandonado, destruido, en Gaza, con terroristas arriba mío ,medio desnuda y rogándoles que no me violen. Decía que estaba en menstruación, les dije que me dolía el estómago. Se enojaron, me golpearon, me levantaron y me llevaron en un coche diciéndome bienvenida a Gaza, a tu nueva vida. 

En una casa uno de los terroristas me abrazó, dijo que  era muy bonita, que me iba a casar con él, que íbamos a tener unos hijos, mientras me apuntaba con arma”.

 

Y el abuso sexual fue sólo el comienzo:

“Tengo colitis y diabetes, entonces todo el tiempo estaba desmayada, sin fuerza. Bajé 11 kilos durante 55 días. Pasaba interrogaciones a mitad de la noche.

No recibí tratamiento médico, no para todos los daños que me hicieron el 7 de octubre y no para mis problemas que tengo del estómago ni para la anemia. Estuve en casas, hospitales y túneles. Eres una marioneta para ellos”.

 

Explica sobre las condiciones del cautiverio:

“Allí no tienes derechos humanos. Te dicen cuándo puedes ir al baño, cuándo te puedes levantar, cuándo puedes hablar, cuándo tienes que callar, cuándo te vas a dormir. Saber que tu vida está en un hilo y depende de que alguien decida liberarte, que sigan luchando y que te aferres a eso.

Yo hubo veces que me fui al baño y me encerré y me peleé con los terroristas y que ya no aguantaba más. Prefería romperme la cabeza en el lavamanos a que estar así  fuera mi vida. Vivir en miedo, en oscuridad, en soledad, sin esperanzas, sin comida, sin medicamentos, sin saber ni siquiera si están luchando por ti”.

Preguntamos cuál fue su vivencia con la población civil de Gaza, a la que muchos de los liberados acusaron de no haber hecho nada para ayudar a los secuestrados.

“A mí los que me cuidaron parte del tiempo dijeron que eran maestro y un abogado.  Si querían me daban de comer, si no, no. Me leían el Corán, me hacían interrogaciones a mitad de la noche, te levantan a las cuatro de la mañana con los rezos en tu cabeza. Eran civiles que trabajaban con Hamas”.

 

Sobre su propia necesidad de recuperación

“Es muy difícil tratarme y salir a una rehabilitación cuando la persona con la que debía continuar mi vida sigue en cautiverio. Cada vez que abro el refri pienso que hay allí  personas que no tienen un plato decente. Es ir al baño o bañarte, y saber que ellos están en un túnel, que hacen sus necesidades en un bote, enfrente de todos. ¿Cómo puedo salir a rehabilitación si mi pareja sigue en ese infierno?

No me puedo quedar callada, sabiendo que ahorita mi novio podría estar pasando algún abuso sexual.

 

El mensaje al mundo

Ilana se refirió también al hecho que hay quienes desmienten o relativizan los hechos del 7 de octubre:

“Me duele que muchas organizaciones mundiales, y protectoras de derechos de mujeres, no alcen su voz. Estoy  aquí yo hablando, contando mi historia, y aún se sigue escuchando, que son cosas que no pasaron. Y no creen a nuestras mujeres que pasaron abusos el 7 de octubre, por el hecho de ser judías.

Todo el mundo debe estar a favor de liberar a personas que fueron secuestradas de sus casas en pijamas. Mientras nadie alce su voz el mundo está a favor de los terroristas y en contra de los derechos humanos. Espero de la comunidad internacional  que alce su voz por los 59 secuestrados, personas que siguen siendo abusadas sexual, físicamente y mentalmente sin derechos humanos básicos, sin que los vaya a visitar nadie, ni la Cruz Roja ni ninguna organización mundial”.

 

De cara al futuro

Ante la pregunta si logra imaginar el reencuentro con Matan, su novio, y planear la continuidad de su vida juntos, responde con una combinación de esperanza y realismo: 

“Todos los días es algo que sueño, el día que Matan y yo nos podamos reencontrar y seguir la vida juntos. Pero al mismo tiempo tengo miedo por  todos nuestros traumas y me pregunto si todos nuestros miedos, si después de pasar el infierno del cautiverio de Hamás,  nuestras almas van a volver a poder estar en la misma línea que estábamos antes. Espero poder reconstruir la vida con él. Pero el secuestro te cambia la vida”.

 

 

 

Ana Jerozolimski
(31 Marzo 2025 , 15:17)

Ultimas Noticias Ver más

Las nuevas acusaciones de la ONU y la respuesta del ejército israelí
Noticias

Las nuevas acusaciones de la ONU y la respuesta del ejército israelí

01 Abril 2025


Sobre la muerte de supuestos funcionarios humanitarios

Esta página fue generada en 0.1585882 segundos (3915)
2025-04-02T06:09:38-03:00