La composiciòn de las fotos de portada, fue armada y publicada por The Times of Israel
Más allá de la incertidumbre acerca del destino del alto el fuego que hoy parece tambalearse, de la espera de cara a la liberación de tres secuestrados planeada originalmente para este sábado 15 de febrero, que Israel exige se convierta en algo mucho más amplio , estos últimos días son un símbolo especial de los duros tiempos que vive el pueblo de Israel.
Es que han llegado señales de vida de 12 de los secuestrados , de boca de otros que fueron liberados y que contaron que los vieron en cautiverio: Matan Angrest, Yosef Jaim Ohana, los mellizos Gali y Ziv Berman, Omri Miran, Alon Ohel, Nimrod Cohen; Eliya Cohen, Elkana Bohbot, Eitan Mor y otros dos cuyos nombres las familias no han autorizado publicar.
Es aire que va directo a los pulmones y permite a sus padres, hermanos, parejas, hijos, respirar mejor.
Pero en muchos casos, las señales de vida también fueron señales de sufrimiento, de testimonios sobre lo que están viviendo, algunos de ellos encadenados, heridos, golpeados, torturados, casi sin comida.
Imaginamos la angustia de sus seres queridos, que los saben sufriendo. Que no pueden tener certeza si al día siguiente de habérselos visto seguían con vida.Y que temen que el alto el fuego se desmorone y los suyos no salgan nunca de Gaza.
Las filmaciones de los horrores cometidos el 7 de octubre hechas y difundidas por los propios terroristas, no alcanzaron para que el mundo condene debidamente a los modernos nazis de Hamas. ¿Serán los relatos de los horrores del cautiverio la nueva oportunidad del mundo para recapacitar y entender que el terrorismo islamista puede que empiece en Israel pero seguro no termina allí?