Por Enrique Rotemberg
Próximo a la transición democrática en Uruguay las organizaciones gremiales que representan a los trabajadores, a los estudiantes y funcionarios universitarios de nuestro país (PIT-CNT, FEUU, AFFUR); las organizaciones sociales como FUCVAM, CRYSOL, SERPAJ, Plenaria Memoria y Justicia y otras; así como Comisiones de Apoyo al Pueblo Palestino, presionan al actual y al futuro gobierno electo para dejar sin efecto o no firmar proyectos de cooperación e intercambio académico con universidades, instituciones o empresas israelíes. Los argumentos aluden al actual conflicto bélico en Medio Oriente y se refieren a prácticas colonialistas, de apartheid y genocidio por parte del Estado de Israel contra el pueblo palestino.
En contra del argumento de la práctica colonialista, Israel completó la evacuación de los asentamientos en la Franja de Gaza y Cisjordania en agosto de 2005, quedando gobernados ambos en ese momento por la Autoridad Palestina y solo por Hamás en la Franja de Gaza desde 2007 hasta el presente. En setiembre de 2005 se retiraron los últimos soldados israelíes cuya presencia comenzó tras la Guerra de los Seis Días en 1967. Israel dejó en 2005 unos 3000 invernaderos con cultivos para mejorar la economía de la Franja de Gaza, que fueron destruidos por los gazatíes.
En contra del argumento del apartheid, la frontera entre Israel y Gaza estaba abierta a los palestinos con visa de trabajo, quienes ingresaban a diario en número considerable al sur de Israel donde tenían sus fuentes laborales y un salario digno, hasta el 7 de octubre de 2023. Muchos de esos trabajadores suministraron información a los terroristas que utilizaron para el ataque masivo con una crueldad desconocida en la historia de la humanidad. Los hospitales israelíes también estaban disponibles para los palestinos que los precisaran.
En contra del argumento del genocidio la mayoría de las “víctimas civiles” son terroristas que se confunden con la población civil, sin uniformes que lucían con orgullo hasta la masacre cometida en Israel. La población civil los apoya porque la educación fomenta el odio a Israel y el mayor orgullo de una madre palestina es que su hijo sea un mártir por la causa palestina que conduce al exterminio de Israel. El gobierno de la Franja de Gaza con sus ministerios, sus representantes en el exterior así como las organizaciones de ayuda a los refugiados y los cuantiosos fondos internacionales donados son controlados por grupos terroristas. La resolución de la ONU de 1947 de crear dos estados independientes: Israel y Palestina, fue rechazada por los árabes y aceptada por los sionistas, en una región donde convivían ambas poblaciones bajo el mandato británico en toda la extensión del territorio.
El tema es debatible pero lo que me provoca rechazo hacia las organizaciones que sostienen estos argumentos es que nunca reclamaron por los secuestrados en poder de Hamás por más de 15 meses. Esos seres víctimas del terror están en túneles profundos a oscuras, inmovilizados, sin ventilación, higiene, medicación ni alimentación adecuada, prisioneros de grupos que usan la violencia sexual como arma, con la posibilidad de morir de un disparo en la cabeza ante un intento de rescate como ocurrió hace pocos meses. En el intercambio de rehenes por presos retenidos en cárceles israelíes en noviembre de 2023, Hamás no cumplió el acuerdo de liberar a Kfir y Ariel Bibas, de 10 meses y 4 años en ese momento, ni a su mamá Shari Silberman, lo que complica posibilidades de negociación al no tener credibilidad los representantes de Hamás.