Fotos: Kobi Gideon, GPO
El Presidente de Israel Itzjak Herzog ha procurado esta semana poner énfasis en la necesidad de unión interna-que todo saben nunca significará identidad de posturas-, la búsqueda de seguridad y paz y la importancia de la convivencia pacífica entre los distintos componentes del mosaico israelí.
Lo dejó especialmente claro al visitar justamente antes de Navidad la ciudad de Acre (Akko en hebreo) y la aldea Kfar Yasif, en las que conviven diferentes credos, ambas en la Galilea. En Acre, junto a la mayoría judía (67%) , vive una gran minoría árabe musulmana (25%) y un pequeño grupo de ciudadanos cristianos (2.5%) , tanto católicos como ortodoxos. Y en Kfar Yasif, ubicada a pocos kilómetros de allí, donde la mitad de la población de los cerca de 10.000 habitantes es de fe cristiana (según la Oficina Central de Estadística de Israel en el 2020 eran una leve mayoría), hay también una importante población musulmana y una minoría drusa.
De las numerosas visitas que realiza el Presidente de Israel en forma constante, también en este año en guerra, llegar a localidades en el norte del país que han sido repetidamente blanco de ataques desde Líbano, y llamar desde allí a la paz, es un mensaje especial.
En Acre se reunió con líderes religiosos, miembros del consejo municipal y líderes sociales de diferentes comunidades. “Acre es una ciudad con una rica historia y un tejido de vida único e incomparable”, aseguró el Presidente.” Une un pasado glorioso con un futuro esperanzador y encarna toda la fuerza de la idea de la vida compartida”.
Es imposible olvidar sin embargo que en el 2021, durante el mes sagrado musulmán Ramadán, la ciudad fue escenario de choques violentos entre árabes y judíos, por duros ataques de extremistas musulmanes a propiedades de vecinos judíos especialmente en a Ciudad Vieja. Hubo inclusive ataques con armas de fuego a policías, un muerto y varios heridos. Pero la ciudad logró retomar su cauce normal de convivencia. “Visitar la ciudad siempre me emociona profundamente, especialmente cuando me encuentro con la diversa comunidad que vive aquí en armonía, demostrando que la mezcla de culturas, religiones y creencias es una fuente de resiliencia y fortaleza”, dijo el Presidente.
En el curso del último año, fueron numerosas las ocasiones en las que cohetes lanzados por Hezbolá desde Líbano detonaron las alarmas en la ciudad e inclusive cayeron en la zona.
La parada más multicultural de la visita presidencial fue Kafr Yasif, donde el Presidente fue recibido por el presidente del consejo Issam Naim Shahade (cristiano) y el jeque Mowafaq Tarif, líder espiritual de la comunidad drusa israelí. Durante su visita, el Presidente participó en una ceremonia tradicional celebrada en el árbol de Navidad en el centro de la ciudad, colocado allí como símbolo de vida compartida.
Según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, viven en Kfar Yasif también 8 judíos. Y según la tradición, dos de las veteranas familias del lugar, tienen raíces judías.
El Presidente concluyó su visita en la casa de la familia Osman, donde presentó sus condolencias por la caída de su hijo el sargento Tamer Osman en batalla en Gaza.
Desde Kfar Yasif, Herzog pidió transmitir su saludo navideño a todas las comunidades cristianas de Tierra Santa y la región.
Cabe recordar que el año pasado, un miembro del consejo regional de Kafr Yasif,miembro del partido comunista, comunicó que se habían cancelado las celebraciones navideñas “en solidaridad con Gaza”, debido a la guerra que había comenzado poco antes. El jefe del consejo local aclaró que “en efecto, con la situación general de seguridad, no es momento para grandes celebraciones públicas pero cada uno en su casa celebra la Navidad como desea”.
En el seno de las comunidades cristianas de Israel, la Navidad se celebró con absoluta libertad entre los católicos y se estima que así será también en unos días con la de los ortodoxos, que se señala en otra fecha. Esto, aunque hay sitios en los que los cristianos sostienen que extremistas musulmanes tratan de intimidarlos y exigen a las autoridades israelíes imponerse y hacer orden.
Los mensajes del Presidente Herzog en esta visita, abarcaron distintos aspectos de la situación actual, sin olvidar que su investidura le otorga una posición especial como ciudadano número uno que representa al país todo, y no a un sector político ni social.
“Debemos cuidar el norte y Galilea”, recalcó- “El Estado de Israel está comprometido a apoyar a la región y proporcionar los recursos necesarios para el desarrollo, el crecimiento y la prosperidad. Como Presidente, estoy comprometido con la plena igualdad de todos los ciudadanos israelíes, de todas las religiones y creencias, y con el fortalecimiento de la democracia y el estado de Derecho. Seguiremos trabajando para reducir la violencia y aumentar la seguridad, en particular en la sociedad árabe, mediante un esfuerzo conjunto de todas las partes implicadas”.
Y agregó un mensaje regional:“Desde aquí, me dirijo también a nuestros vecinos del Líbano y Siria: no buscamos la guerra. Esperamos días de libertad, democracia y paz para todos los pueblos de la región, dentro de fronteras seguras y tranquilas”.
Concluyó: “Que 2025 traiga paz, buenas noticias y una vida compartida fructífera para todos nosotros”.