Israel amaneció este sábado con la noticia de un misil balístico disparado desde Yemen por los terroristas hutíes pro iraníes , que no se logró interceptar y finalmente impactó en tierra, concretamente en un parque infantil en Yafo, Tel Aviv. Dejó a 16 personas heridas y daños materiales.
Si bien siempre estuvo claro que la defensa anti aérea, por mayor que sea su nivel, no puede ser absoluta y hermética, cuando sucede algo así, ineludiblemente la pregunta es si algo está mal, algo que vaya más allá de la estadística.
Veamos primero el lugar del impacto.
Estuvo claro siempre que la defensa anti aérea israelí, de un altísimo nivel y sin parangón en todo el mundo, no puede ser absolutamente hermética. El porcentaje de interceptaciones de los misiles y drones lanzados hacia Israel es altísimo, pero cuando un misil logra burlar las… pic.twitter.com/qzbnQjEzLa
— Jana Beris (@JanaBeris1) December 21, 2024
Desde el punto de vista de la impresión que esto deja y de la preocupación, el incidente se sumó a un hecho de hace pocos días, cuando el disparo de otro misil balístico desde Yemen causó serios destrozos a pesar de haber sido interceptado. O mejor dicho, parcialmente interceptado. En ese caso muy poco común, tras la interceptación, el misil atacante se quebró y nada menos que su propio cabezal explosivo impactó sobre una escuela en Ramat Efal, Ramat Gan, causando gran destrucción.
En otras ocasiones, hubo muchos casos en los que fragmentos del misil interceptador cayeron en tierra y cobraron víctimas o daños materiales.
A raíz de esta secuencia de hecho, el analista militar del portal Ynet y el periódico Yediot Ahronot Ron Ben Yishai escribió un artículo al respecto, concentrado en lo que presentó como una “brecha” en el sistema de defensa anti aérea de Israel.
Estos son sus principales conceptos:
“Los fallos de interceptación registrados esta semana revelan la brecha en las distintas capas de defensa aérea. Es posible que hubiera habido un fallo técnico o que el misil que impactó en Jaffa fuera lanzado en una trayectoria que dificultaba su detección por los sistemas de alerta fuera de Israel, o que llevara una ojiva que cambió su trayectoria antes del impacto. La cuestión que hay que examinar ahora es por qué ninguna de las capas de defensa pudo interceptar la amenaza, cuando el peligro se intensificará incluso si Irán tiene ojivas nucleares”.
Ben Yishai mira hacia adelante, de cara a la entrada en etapa operativa del sistema defensivo que interceptará las amenazas aéreas activando un rayo láser:
“El sistema de interceptación láser "Maguén Or" puede que en el futuro, después de un mayor desarrollo, resuelva los problemas planteados por los lanzamientos, pero hasta que entre en uso, es necesario recolectar rápidamente la información de Inteligencia necesaria y bombardear los sitios de lanzamiento y producción de los misiles”. Recalca que “ los hutíes, que operan en nombre de Irán, sólo tienen unas pocas docenas de ellos”, con lo cual deja en claro que desde un punto de vista militar, ello no es un gran desafío para Israel. Interpretamos que si bien Israel ha asestado serios golpes a los hutíes hace pocos días, respondiendo a la acumulación de casi 200 misiles balísticos y cerca de 170 drones lanzados hacia Israel- la mayoría de los cuales ha sido interceptada a tiempo-,lo central aquí son los blancos sugeridos por Ron Ben Yishai.
En cuanto a qué puede haber ocurrido, Ben Yishai plantea tres opciones principales.
La primera, que sostiene es la más razonable, es que haya habido una falla técnica en la interceptación. La segunda: que el misil haya sido lanzado en una trayectoria balística "plana" y quizás desde una dirección inesperada, por lo que los sistemas de alerta israelíes o los de los estadounidenses en Arabia Saudita no lo detectaron, fue descubierto tarde y los interceptores no tuvieron tiempo de maniobrar hacia él. La tercera razón, según Ben Yishai-que nos parece la más preocupante- es que los iraníes hayan podido desarrollar una ojiva maniobrable, que se separa del misil en el último tercio de su trayectoria y maniobra (es decir, realiza cambios de rumbo y giros programados) hasta que alcanza el objetivo previsto.
El mayor peligro está en otro plano: “El peligro de las ojivas de maniobra de los misiles iraníes pesados y de largo alcance aumentará hasta proporciones existenciales desde el punto de vista de Israel, si Irán logra desarrollar una ojiva nuclear para estos misiles. Basta con que una ojiva nuclear manipuladora penetre en nuestro sistema de defensa aérea para causar pérdidas y destrucción masivas”.