Si bien son insistentes las noticias en los medios israelíes que hablan de un mayor optimismo de cara a un acuerdo con Hamas para recuperar a los secuestrados, no está claro que realmente todos los elementos sobre la mesa sean buenas noticias. Es que por un lado, cada secuestrado que pueda volver a casa será un mundo que se recupera. Pero por otro, si el acuerdo que se concreta es, como parece estarse negociando, un acuerdo en cuyo marco vuelvan primero sólo parte de los rehenes especialmente los considerados “casos humanitarios”- mujeres, enfermos, heridos, ancianos- el gran temor es que finalmente, los hombres jóvenes, tanto soldados secuestrados como civiles, vean su regreso tan postergado que algo ocurra en el camino y todo vuelva a complicarse. El resultado terrible podría ser que se les esté, de esa forma, condenando a muerte en los túneles de Hamas en Gaza.
El temor es que realmente esa sea la vía por la que el Primer Ministro Netanyahu está intentando marchar ahora, para preservar la posibilidad de volver a combatir tras el alto el fuego.
Un alto funcionario israelí dijo que había "progresos significativos" en las negociaciones para llegar a un acuerdo, pero admitió que en ellas regresaría un "número desconocido de secuestrados, de mujeres, niños y adultos secuestrados” y que “cada parte se reserva la opción de volver a luchar".
Es por eso que en la concentración tradicional del Foro de Familiares de Secuestrados que se llevó a cabo este sábado en la Plaza de los Secuestrados en Tel Aviv, el lema era “¡No habrá victoria hasta que regrese el último rehén!” y “¡Exigimos un acuerdo que garantice el regreso de todos los rehenes a casa!".
Una de las voces más terminantes en la crítica al respecto es la de Einav Zangauker, cuyo hijo Matan apareció hace unos días por primera vez en un video de Hamas desde Gaza, en lo que fue la primera señal de vida de su parte desde el 7 de octubre del año pasado. Einav, que recibió una llamada del Primer Ministro Netanyahu después de publicarse el video, dijo este sábado en la manifestación en Tel Aviv que él le mintió y que contrariamente a lo que le dijo, según tiene entendido de elementos relacionados directamente a las negociaciones, “no tiene interés de devolverme a Matan y de recuperar a todos los secuestrados”.
Einav, una mujer con gran valentía pública, que contó repetidamente que ella era votante de la derecha y que había votado por Netanyahu en las últimas elecciones, se convirtió en una de sus mayores críticos. Prometió que si su hijo Matan “vuelve en una bolsa”, ella perseguirá a Netanyahu y se garantizará “de que pague por ello”.
No solamente los familiares de secuestrados que no estarían incluidos en una primera etapa de liberación se manifiestan al respecto, aunque está claro que es natural que las familias de los hombres que querían esperando en Gaza, están en este sentido en el ojo de la tormenta. Eso, aunque todos aclaran que cada rehén liberado será una enorme alegría.
El Teniente Coronel (reserva) Lior Lotan, cuyo último cargo en las Fuerzas de Defensa de Israel fue jefe del departamento de Prisioneros y Desaparecidos y que se desempeñó luego como coordinador en este mismo tema, publicó en el portal Ynet un análisis en el que critica categóricamente la posibilidad de un acuerdo parcial. Sostiene que es un error enorme desde el punto de vista estratégico, táctico y moral, que contradice todos los valores de las FDI. Afirma que debe recuperarse a todos rápidamente, en una transacción, y que de lo contrario es probable que todos los no incluidos en la primera etapa no sobrevivirán. Además recalca que si se trae sólo a unos pocos, se estaría dejando mucho poder en manos de Hamas y se arruinaría los logros de la guerra que tanto han debilitado a la organización terrorista.
En el acto de este sábado organizado por el Foro de Familiares, habló entre otros Sharon Aloni Cunio, que fue secuestrada del kibutz Nir Oz junto a su esposo David, sus mellizas de 3 años, su hermana y su sobrina. Todas las mujeres, grandes y niñas, fueron liberadas en noviembre del año pasado, pero David permanece en Gaza. También el hermano menor de David, Ariel, está secuestrado, al igual que su novia Arbel Yahud, cuyo hermano Dolev fue asesinado en Nir Oz.
“No debemos aspirar a un acuerdo parcial, un acuerdo que condene a muerte a los que quedaron atrás. Un acuerdo parcial es un agujero en el corazón de esta nación", declaró.
"Es difícil para mí estar aquí esta noche. Es difícil porque mi corazón todavía está allí. Mi amado David todavía está allí”, dijo Sharon ante el público, miles de ciudadanos que semana a semana se hacen presentes para apoyar y solidarizarse.”Está allí, lejos de mí, lejos de nuestras hijas, lejos de la vida que soñamos con intentar reconstruir. Desde que regresé con nuestras hijas, escucho las mismas palabras todos los días: 'Mamá, ¿cuándo volverá papá?' A veces preguntan en voz baja, a veces gritando, a veces con lágrimas para las que no tengo respuesta. ¿Cómo le explicas a las niñas de cuatro años que su padre todavía está allí? ¿Que tiene hambre, que está aterrorizado, que está muy lejos y que no tengo forma de traerlo de vuelta? Especialmente cuando saben de primera mano, de cerca, lo que significa estar cautivo en Gaza”.
Sharon recordó una escena estremecedora: “El momento en que nos separaron en cautiverio fue el momento más duro que he vivido en mi vida. David me miró a los ojos y con su voz más asustada me dijo: 'Sharon, no renuncies a mí, lucha por mí. Y yo se lo prometí. Se lo prometí entonces y se lo prometo hoy”.
Y ahí pasó a recalcare el tema central del acto: “No estoy aquí esta noche sólo por David. Estoy aquí por todos los rehenes y especialmente esta noche por los jóvenes. Estoy aquí para gritar algo que todos debemos entender: no debemos aspirar a un acuerdo parcial, un acuerdo que condene a muerte a los que quedan atrás. Un acuerdo parcial es un agujero en el corazón de esta nación. Un acuerdo parcial significa que estamos dispuestos a abandonar a David y a todos los hombres que permanecerán allí”.