Terminando el año y agradezco a mis libros el sostén y la alegría que me brindan. Me acompañan en todos los momentos de mi vida.
Satan en Goray – Isaac Bashevis Singer
La historia nos lleva a Goray, un pueblito judío en Polonia, entre 1665 y 1666. Para ponerlo en contexto: unos años antes, los cosacos liderados por Bogdan Chmielnicki armaron un desastre tremendo, con una ola de antisemitismo que dejó cerca de cien mil judíos asesinados y marcó el inicio de los pogromos.
En medio de tanto caos, algunos cabalistas empezaron a decir que el Fin de los Días estaba cerca, y ahí apareció Sabbatai Zevi, un rabino de Esmirna (Turquía), que prometía llevar a los judíos piadosos al paraíso. En Goray, sus ideas prendieron fuego: el pueblo se lanzó a un movimiento mesiánico radical, ignorando las advertencias del rabino local, Benish Ashkenazi, que decía que “apurar el fin” era pecado. El resultado: un desastre total.
Lo mejor del libro es cómo mezcla realidad, tradición y un tono casi profano para reflexionar sobre cómo la fe desmedida puede terminar en tragedia. Además, tiene un giro erótico sorprendente, con el personaje del rabino Gedaliya, que lleva al pueblo a romper las reglas religiosas de Pureza Familiar y Kashrut entre muchas otras. La historia es intensa, inquietante y el final... ¡espectacular! Súper recomendado.
Tarántula – Eduardo Halfon
Eduardo Halfon sabe cómo elegir los momentos justos. En Tarántula, nos lleva a un majane de verano en la selva guatemalteca, organizado como siempre por una tnua. Él y su hermano viajan desde Florida, donde su familia había escapado de la violencia en Guatemala.
El libro alterna entre los días en el campamento, donde los chicos aprenden a sobrevivir en un entorno salvaje, y el narrador adulto, que años después se reencuentra con personas de esa etapa en Europa. Halfon, como siempre, juega con el contraste entre pasado y presente para mostrar cómo la violencia y las raíces nunca terminan de irse.
Lo más impactante es el tono reflexivo y contenido con el que aborda temas como la memoria, la identidad judía y las marcas del Holocausto. Halfon tiene un estilo preciso, que te atrapa sin necesidad de grandes dramatismos. Es fascinante cómo describe Halfon, un gran exponente de esa literatura del yo tan comentada hoy en día. Personalmente, lo que más me impacta de él es haberlo escuchado en entrevistas decir que decidió alejarse del judaísmo, y aun así no deja de explorar su identidad judía en cada texto.
Este libro me conmovió y lo recomiendo sin dudar.
Las Amandas – Nancy Ghan
Este libro es un misterio de principio a fin. Cinco mujeres ciegas que comparten el nombre Amanda viven en una finca en Salto. Su ceguera, su vínculo y una escena clave –un casamiento donde comparten mesa– forman el núcleo de esta breve pero intensa novela.
La trama, construida como un rompecabezas, combina múltiples voces narrativas y paratextos que enriquecen el relato. Además, reflexiona sobre temas como la soltería, la crisis de la mediana edad, la presión social del matrimonio, la obsesión amorosa, la iniciación sexual en ambientes conservadores y la fragilidad de la belleza física. Todo esto se enmarca en un universo donde los objetos adquieren tanta relevancia como los personajes, como lo ilustra la descripción de una casa que refleja los anhelos y miedos de sus habitantes.
Amanda sobresale por abordar un tema universal: la identidad. Las tres secciones del libro –“Ser única”, “Ser bella” y “Ser amada”– exploran cuestiones vinculadas al rol de la mujer en la sociedad actual, sin caer en teorías explícitas ni debates ajenos al ámbito literario. Su mayor logro radica en que trata temas que nos convocan de una forma atrapante, es una novela corta y condensada.
Es corta, profunda y te deja pensando. ¡Recomendada!
El descontento – Beatriz Serrano
Marisa tiene treinta y pico y está atrapada en la publicidad. Vive en Madrid, sobrevive a base de ansiolíticos y sueña con un accidente que le dé una excusa para tomarse una licencia del trabajo. Sí, es así de realista.
La novela ofrece una aguda crítica al entorno laboral moderno, con su competitividad extrema, la deshumanización del trabajo y las tensiones emocionales que provoca. El “juego de las oficinas” está descrito con ironía y humor, exponiendo la falsedad, las dinámicas de poder y la obsesión por la productividad. Más allá de su aparente ligereza, el libro aborda temas profundos: la soledad, la precariedad laboral y las contradicciones del consumismo, como vender ideales de belleza que la propia protagonista no consigue des ligar de sus inseguridades.
La autora, con una prosa sencilla y eficaz, transmite de manera precisa las emociones de Marisa, haciendo que el lector empatice con su frustración. El tono irónico y cínico equilibra el drama con momentos de humor, mientras que la inclusión de términos del ámbito publicitario añade autenticidad al relato.
Lo mejor: cómo conecta la frustración de Marisa con temas más grandes como la maternidad o la obsesión por la productividad. Es imposible no empatizar con ella. El libro te deja pensando si vale la pena sacrificar tanto por trabajos que no nos hacen felices. ¡Léanlo!
La vida te despeina – Ana María Shua
Este libro es una invitación a dejarse llevar. La vida te despeina reúne relatos de quince escritoras latinoamericanas que exploran el universo femenino desde una perspectiva fresca y auténtica.
Aquí la belleza no es superficial; es la conexión íntima con una misma. Es un verdadero manifiesto para abrazar la autenticidad y la libertad, sin caer en correcciones políticas ni clichés. Tiene textos que, aunque tienen años, siguen siendo maravillosos por su honestidad y se leen mirando las marcas de época.
Es una lectura que inspira y deja una gran lección: disfrutar la vida, aunque te despeine. ¡Recomendadísimo!
El corazón del daño – María Negroni
Este libro es un combo de poesía, narrativa y ensayo. Negroni utiliza la escritura para explorar su pasado, especialmente la relación con su madre, una figura autoritaria que marcó su vida.
Escribir aquí no es solo un oficio, es una forma de sobrevivir. Entre el dolor y el silencio, la autora convierte sus heridas en palabras que calan hondo. La prosa es intensa, reflexiva y te obliga a enfrentarte con las partes más incómodas de tu propia memoria.
El libro también reflexiona sobre el oficio de escribir, entendido no solo como técnica, sino como necesidad vital. Negroni nos recuerda que escribir es enfrentar lo que somos, habitando un silencio lleno de voces. Como ella misma afirma:
"Escribir es penoso. Hay que hurgar hasta dar con la carta infectada, esa que dice lo que no dice, que va dirigida a uno mismo y que nunca se envía."
El corazón del daño es más que una historia familiar. Es un manifiesto sobre la escritura, una exploración del dolor y la memoria, y un canto a la poesía como salvación y condena.
Lo recomiendo.
El secreto – Donna Tartt
El secreto es un thriller oscuro que no me dejó indiferente. La historia sigue a Richard Papen, un estudiante que entra en un grupo exclusivo de amantes de las letras clásicas. Desde el principio sabemos que alguien muere, pero eso no le quita tensión a la trama.
La primera mitad es perfecta: el ritmo, los personajes, la atmósfera. Pero en la segunda parte el ritmo decae un poco, y algunos detalles de la trama resultan difíciles de creer.
En cuanto a los personajes, inicialmente resultan fascinantes y únicos, con excepción de Richard, que parece insulso en comparación. Henry, el líder, es enigmático, culto y distante, mientras que Francis destaca por su apariencia excéntrica y amanerada. No obstante, a medida que avanza la trama, su profundidad se diluye. Esto podría ser intencional, mostrando que tras la fachada intelectual y sofisticada, solo hay jóvenes desilusionados; o bien, una limitación en su construcción inicial.
Lo más destacado de la novela es su atmósfera, impregnada de tristeza, melancolía y desasosiego. Tartt logra transmitir un sentimiento de decadencia constante que culmina en un epílogo profundamente sombrío.
Es un libro que se disfruta por su profundidad, sus personajes complejos y ese final cargado de desazón. Súper recomendado.
