Más allá de lo impactante de las noticias que llegan en los últimos días desde Siria, con el avance avasallante de los elementos opuestos al régimen del Presidente Bashar el-Assad , el tema es importante para Israel. Cabe recordar ante todo la dimensión de lo que está ocurriendo: en pocos días los opositores conquistaron el distrito de Aleppo, la segunda ciudad de Siria, han completado la conquista del distrito de Idlib y avanzan decididamente en Hama. Sería prematuro vaticinar la caída de Assad, pero no se lo podría descartar. Para Israel, bastaría con recordar que Assad es una pieza clave en el eje del mal encabezado por Irán, aliado férreo de Hezbolá. Por otro lado, las fuerzas sunitas que avanzan ahora son jihadistas extremistas, que lejos están de amar a Israel.
Las opiniones sobre el escenario más conveniente para Israel, son diversas. Ante el entusiasmo inicial de pensar que quizás se logre derribar a un gran aliado de Irán que tiene frontera con Israel, la pregunta es si el caos que podría reinar en Siria si se imponen los jihadistas, sin una dirección central, no sería más peligroso aún que la situación actual. Los propios expertos en seguridad están divididos al respecto.
Compartimos a continuación el análisis de Abu Ali Express, el seudónimo de un experto israelí en el mundo árabe que hace un seguimiento intenso de las redes en la región, que opta por no usar ni revelar su nombre verdadero. Su conocimiento es profundo y por ende optamos por compartirlo, aunque no tenemos su nombre oficial.
“Mirando el mapa vemos la “media luna chiíta" que se extiende desde Irán hasta el Líbano.Una sucesión continental de países aliados a Irán y sus intereses.
Siria es la parada principal y central en el camino hacia el Líbano y también es... un vecino de Israel con una frontera terrestre común.
Irán reconoció el potencial hace mucho tiempo y aprovechó la difícil situación del presidente Bashar Assad tras la guerra civil que estalló en Siria en 2011 para penetrar profundamente en Siria y realmente tomar el control del país y su gestión. Irán, que introdujo a Rusia en todo esto, salvó al régimen de Assad, que estaba a un paso de sufrir una dura derrota en la guerra contra sus oponentes en Siria en 2015-2016.
Desde entonces, Irán ha estado haciendo en Siria lo que se le antoja: coloca milicias leales a él en la frontera de Israel en el Golán, transfiere armas a Hezbolá por tierra y también controla la producción de armas en Siria.
Siria es el vínculo continental central y más importante en el plan iraní para rodear a Israel con amenazas reales en la frontera de Israel en el norte y el este.
Sin Siria, la "media luna chiíta" se interrumpe y el Líbano permanece aislado. Sin Siria, Hezbolá pierde su abastecimiento de oxígeno.
Si hay algo que los rebeldes suníes sirios odian a muerte más que nada, es a los chiítas.
Más allá de la enemistad religiosa centenaria que corre por sus venas, los rebeldes suníes sirios tienen un relato fresco y abierto de la última década con los chiítas por todas las atrocidades cometidas contra ellos en la guerra civil por miembros del eje chií: Irán, Hezbolá. y las milicias chiítas.
Ahora es para ellos el momento de la venganza y ésta burbujea en la sangre de los rebeldes.
Ésta es la situación actual.
Si los rebeldes tienen éxito en su misión de expulsar a los chiítas de la tierra de Siria, entonces se interrumpirá la continuidad continental de la media luna chiíta, lo cual es algo positivo desde el punto de vista de Israel. Algo que ayudará a impedir la restauración de la organización Hezbollah cuando el énfasis aquí está en la zona de Homs que limita con el Líbano y está al sur de Hama, la próxima parada que tienen como objetivo los rebeldes sirios.
¿Son los rebeldes sirios amantes de Israel?
Para nada.
Pero ahora odian a los iraníes y a los chiítas más que a Israel y eso nos basta por ahora.
Después, seguiremos evaluando”.