Rosh Hashana

El resumen y las expectativas de la Rabanit Musya Shemtov de Jabad

Fotos: Michelle Mayer

A modo de presentación

Está claro que en la colectividad judía uruguaya, la Rabanit Musya Shemtov no precisa presentación. Y quien conoce la dinámica de Jabad, sabe que ella no es solamente la esposa del rabino Mendy. De todos modos, vale la pena conocer datos de su trayectoria y antecedentes.

Su apellido de soltera era Goldman. Musya vivió en su país natal, Sudáfrica, hasta los 18 años. Luego estudió en una Midrashá en Australia durante 6 meses, de allí entró a un programa estadounidense en Israel en cuyo marco estudió teología y educación en Safed durante un año.  Después volvió a Sudáfrica y dirigió en Ciudad del Cabo un programa para jóvenes y enseñó en una escuela Montessori. Volvió a Israel como directora en  una escuela internacional de estudios judíos para mujeres llamada Mayanot, donde trabajó  con chicas y mujeres de entre  18 y 35 años. 

Recientemente se certificó en asesoramiento pre-marital, con un sistema internacional.

A continuación, su nota resumiendo el año que termina y con las expectativas para el nuevo que comienza.

 

El año que termina en Jabad ha consolidado muchas cosas en las que venimos trabajando hace años Beezrát Hashem, con la ayuda de Ds. Nada sería posible sin nuestro equipó fantástico y realmente lo digo con mucha admiración y respeto porque en Jabad  somos pocos pero realmente cada uno da todo de sí mismo y eso se nota en toda la comunidad por el impacto que tenemos ya que cada uno de nosotros está apasionado por el camino que seguimos.

Como equipo estamos muy unidos y satisfechos con lo que hemos logrado. Tenemos una nueva sección para universitarios , empezamos un nuevo Club de Bat Mitzvá complementando los programas de las escuelas con mucho éxito, nuevas oportunidades para mujeres para tener oportunidades de socializar y estudiar en profundidad. Estamos por inaugurar un nuevo espacio para chicos y familias y hay otros proyectos que todavía no puedo divulgar. Estamos siempre viendo cómo redoblar nuestras fuerzas, más en este momento  en que precisamos estar inspirados y tener una mirada positiva a nuestro futuro uruguayo Judío.

La situación en Israel

Creo que cada uno en nuestro pueblo, en Am Israel , sufrió junto a todos nuestros hermanos en Israel por todo lo que ocurrió. Seguimos todavía en esa realidad, con nuestro corazón completamente roto y un nudo constante en el estómago. Pero sabiendo que nuestro dolor, por más fuerte y auténtico que sea, no se puede comparar con el de las familias que están allá en su vida diaria, que han perdido a alguien y han sufrido tanto. He tratado por un lado de ponerme todo el tiempo en sintonía con ellos y a la vez sentir que tenía que levantar el ánimo de todos desde mi lugar aquí, ya que de lo contrario, nos embarga a todos una profunda tristeza. Y como es bien sabido, en Jabad la vida siempre pero siempre va por el camino del encare positivo, buscando  cómo transformar la oscuridad en luz .

Esa es la base de la vida del Jasíd, y con  esas herramientas he tratado de inspirar a los que están alrededor mío, para  hacer algo espiritual en honor de todos que están en el frente y principalmente los jaialim, los soldados de Israel, sus esposas y familias, así como los familiares de los secuestrados…Y quiero decir que también gente como Ana, que me ha pedido esta nota, que vive esta situación en su día a día y tiene su propio peso influyendo seguramente sobre muchos.

Entre lo personal y lo general

En el año que termina, y siempre, me marcó mucho cada momento con nuestros hijos y seres queridos, momentos tan apreciados que nos recuerdan que ellos son la prioridad. En la actividad comunitaria con tanta demanda y la urgencias que surgen, ante las que uno no saber decir “no”, hay que tener siempre presente que también un hijo o un familiar puede precisarte.

Lo que más quisiera destacar es que cuando no nos dividimos estamos mucho más protegidos desde arriba.

Siempre hemos ganado a pesar de haber sufrido grandes pérdidas. La única manera  de salir de esta es juntos y sabiendo que sólo D-os puede salvarnos y hacer milagros aunque tenemos que hacer todo lo posible de forma natural para salir adelante, y sé que podemos porque somos un pueblo milagroso. 

 En familia

 

La mirada al nuevo año

 Mi esperanza es que después de tanta angustia que no podemos explicar, Hashem nos mande al Mashíaj para restaurar el orden y la belleza en este mundo.

En el marco comunitario espero que logremos seguir avanzando en lo que ya hemos hecho y darle continuación. Pero al mismo tiempo siempre me gusta agregar algo nuevo para crecer como comunidad en Jabad.

Claro que también en lo personal tengo esa actitud, no quiero nunca conformarme con lo que ya he hecho y espero siempre poder seguir creciendo.

La verdad es que este año pensé mucho si podemos realmente separar lo personal de lo comunitario. Este año más que nunca. Y entendí que no es posible hacer una separación completa entre ambas dimensiones. Y en realidad, entendí que tampoco quiero separarlo ya que contradeciría mis ideales en este momento de mi vida, y lo que elegí como pasión y misión de vida.

En este nuevo año estoy embarcada en un proyecto personal que también va enlazado del tema comunitario, enfocado en un curso de asesoramiento premarital para novios que creo se puede aprovechar en la comunidad en general. Es algo que ayuda a bajar la tasa de divorcios porque se enfoca en la ayuda a la pareja y la familia para tener una base sólida. Y eso es importantísimo ya que como sabemos, en el Judaísmo la familia es la base de una sociedad sana y plena. Este es un ejemplo que parte de una iniciativa que yo he tenido que permite combinar herramientas para marcar una diferencia comunitaria.

 

La familia

Al pedirme Semanario Hebreo esta nota sobre mi visión del año que termina y el nuevo que está por comenzar, Ana aclaró que no olvide contar sobre nuestra familia. Por eso les cuento sobre nuestros hijos, lo central de nuestra vida.

El mayor, Tzemaj, ya tiene 13 años. Está empezando una nueva etapa en sus estudios en la yeshivá. Fue a Michigan para seguir sus estudios y hacer allí secundaria, por lo cual estamos todos en la familia en una nueva etapa de transición. Sabemos que vendrá con cambios, pero seguramente nos ayudará el acompañamiento de nuestra comunidad que sabe también de nuestro compromiso para con ellos. 

Shneior, de 11 años, estudia en Argentina para poder optimizar sus tiempos y estar al mismo nivel que otros chicos Judíos de su edad en otras partes del mundo, con el estudio de la Torá como prioridad. Esperamos que se pueda vincular bien con compañeros y tener vida social con chicos que tienen su mismo enfoque.

Tzvi , de 10 años, sigue aquí en la escuela Yavne y está  muy contento. Pero como siempre nos pide estudiar más Torá.

Jana, de 7 años, esta divina. Nuestra princesa está yendo a la Escuela Integral, ahora en 1º de escuela. Hace gimnasia artística, vemos que es muy querida por sus amigas y gracias a D-os ya notamos que tiene  pasta de líder.

 

El menor es Jaim, de 3 años, un bombón. Él también va al Gan de la integral. Empezó este año, se adaptó muy lindo. Es el único de su clase con Kipá y Tzizít pero eso no es un problema. Lo lleva todo  feliz y algunos lo llaman mini Rabino.

Sentimos que cada uno está haciendo su parte en nuestra shlijut, en esta misión aquí en Uruguay.

 

La noche de Rosh Hashaná

Este año mi Rosh Hashana será un poco diferente ya que nuestro hijo mayor no va a estar con nosotros porque a esta edad ya empiezan a enseñarles todos los rezos en profundidad (me enteré después de haber decidido mandarlo) para que no sean simplemente palabras sino un contenido dicho con mucha intención, meditado. Creo que es un regalo que le estamos dando, aunque lo vamos a  extrañar mucho. 

Se me ocurre que contar esto puede ser interesante para que los lectores sepan que la preparación de un rabino comienza de hecho a temprana edad, porque se la encara para que pueda liderar .Claro que eso depende también de sus instintos naturales pero también de años de preparación. Lo que me alegra es saber que para Sucot llega y estaremos todos juntos.

Más allá de eso tan personal, siempre pensé que  Rosh Hashana es uno de los jaguim más lindos acá en Uruguay, una de las fiestas más hermosas porque la gente vienen al shil , a la sinagoga porque desea compartir esos momento en comunidad, aunque no suelan hacerlo en la rutina. Eso hace que estemos todos juntos, lo cual trae mucha alegría. También pasa que hay quienes no tienen familia acá, que llegan de distintos lados y precisan un lugar. En el shil es hermoso recibir a todos, ver que la gente viene con sus familias, realmente me encanta recibirlos. Y esta es una oportunidad que aprovecho para invitar a los lectores  a venir y pasar Rosh Hashana con nosotros, también si esta es la primera vez que venís a nuestro shil. 

¡En JABAD estaremos felices de conocer a todos, de ver las caras de siempre y también de conocer a las nuevas que nunca han estado! 

 

Estos días son maratónicos porque Mendy está yendo a todas partes, anda recorriendo Montevideo para tocar el Shofar con quien lo desea y no se puede acercar a nosotros. Y los muchachos que participan en nuestro esfuerzo son muy dedicados siempre. 

Yo llevo comida al shil para que todos puedan cumplir con eso antes que baje el sol. Realmente es una labor de amor en la que cuenta lo que hace cada uno y su deseo de cumplir con la mitzvá.

A veces me preguntan si no me molesta que haya tanta actividad todo el tiempo porque influye también en la dinámica familiar y mi respuesta es que en Jabad la costumbre no es charlar tanto en la mesa de Rosh Hashana sobre cosas triviales ya que eso, aunque no haya sido nuestra intención, puede llevarnos a hablar de los demás como algo mundano .Pero como sabemos que ese día Hashem está  mirándonos para inscribirnos en nuestro libro de vida y nos juzga para bien si nosotros sabemos también juzgar a los demás positivamente, entonces nuestra costumbre es decir muchos Tehillim (Salmos) y procurar expresarnos sobre cosas  sagradas, porque así elevamos el comienzo del año a otro nivel.

Les mando con estas líneas un saludo hermoso, de curación, de redención, deseando que cada uno de nosotros tenga una ktivá y jatimá tová, o sea que seamos inscriptos y sellados en el libro de la vida, y una Shaná Tová Umetuká, un buen año, que sea también dulce.

Y no puedo dejar de agradecer a Ana por la oportunidad de compartir todo esto. Espero recibirte pronto en Uruguay. 

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