1) Comencemos por la actualización de los números. Según fuentes libanesas, los 4.000 heridos de los que se habló horas después del ataque, parece haber sido un error, y la cantidad real serían algo menos de 3.000, también enorme. Habría por lo menos 20 muertos, aunque el número no está totalmente claro ya que algunos de los confirmados por Hezbolá eran a raíz de ataques israelíes a posiciones de la organización en el sur del Líbano, sin especificación de las circunstancias de muerte de cada uno. Fuentes libanesas dicen que fueron heridos tres guardaespaldas del jefe de Hezbola Hassan Nasrallah. Él, Nasrallah, pronunciará un discurso este jueves a las 17 hora local.
2) Sin entrar en el tema de la autoría del ataque, que todos atribuyen (lógicamente) a Israel pero Israel no ha reivindicado, está claro que fue un operativo clásico de lucha anti terrorista contra múltiples blancos absolutamente legítimos desde el punto de vista del Derecho Internacional. Los aparatos beeper en manos que estallaron eran usados únicamente por miembros de la organización terrorista Hezbolá, importados por Hezbolá para esquivar seguimiento israelí a través de los teléfonos inteligentes que hoy son de uso común. Nadie en la población civil libanesa tenía estos beepers, solamente miembros y colaboradores de Hezbolá. La información sobre la muerte de Muhamad Nur a-Din, empleado en hospital A Rasul al-Adím en Beirut, no significa que fue eliminado un funcionario médico sino que el citado hospital era de Hezbolá y todos los allí empleados son parte del aparato de la organización.
En Líbano decían el martes que había muerto una niña de 8 años, pero nadie vio pruebas de ellos. Si bien no es de descartar que pueda haber habido algún daño colateral, se ve claramente en los numerosos videos de las explosiones, que la gente alrededor de la persona con el beeper, no resulta dañada. En cuanto a la identidad de los blancos elegidos, fue una operación anti terrorista especialmente quirúrgica, en la que los dañados fueron solamente los terroristas, con muy pocas excepciones, si es que las hubo.
3) Según informaciones que circulan en medios israelíes, algunas de ellas citando medios extranjeros, quien decidió llevar a cabo este martes el ataque sincronizado contra miles de terroristas de Hezbolá, no tuvo más remedio que hacerlo aunque su plan original no estaba destinado a ese momento. Parecería que en Hezbolá hubo algunas sospechas sobre los beepers y si no se activaba el plan rápidamente, se corría el riesgo de perder todo. No tenemos forma de confirmar la autenticidad de dicha versión, pero no parece descabellada.
4) Mencionamos que la versión planteada en el punto anterior suena probable, más que nada por el hecho que no es que se amaneció al día siguiente del ataque masivo con una ofensiva a gran escala por tierra o aire contra Hezbolá. O sea, más allá de la importancia táctica y sicológica del golpe dado a Hezbolá, éste tendría un valor enorme estratégicamente si se enmarca en una ofensiva más amplia que aprovecha el momento de debilidad y confusión de la organización para asestarle un duro golpe. Haber neutralizado a miles de terroristas y haber dejado en claro a Hezbolá que es permeable, que se le infiltraron en la mayor brecha de seguridad de su historia, tiene un gran valor en la guerra en su contra. Pero quedarse con eso, con un operativo de película sin precedentes que no se aprovecha para desequilibrar y debilitar más seriamente a Hezbolá, termina siendo un logro parcial, aunque alcanzado de forma espectacular. Si ese enorme golpe no ayuda a amedrentar realmente a Hezbolá, si no lo obliga a alejarse de la frontera y no hace posible que los 60.000 evacuados del norte israelí vuelvan a sus casas, no se alcanzó la meta estratégica clave de la guerra en el frente norte.
Pero claro está que esto lo escribimos al día después del ataque y nadie puede descartar que próximas etapas en un plan mayor estén en camino. Los próximos días lo dirán.
Lo seguro es que ya este miércoles, se reveló que dos brigadas de las Fuerzas de Defensa de Israel que estaban operando en la Franja de Gaza, han sido enviadas a la frontera norte. Especialmente relevante es que una de ellas sea la brigada número 98, considerada la punta de lanza de operativos especiales por el tipo de unidades que incluye. Este paso podría ser señal de que se acerca una entrada por tierra a Líbano o un intento de dejar en claro a Hezbolá que le vale la pena sopesar bien la envergadura de su reacción, ya que Israel está pronto al máximo nivel para cualquier eventualidad.
5) Israel da por sentado que Hezbolá no se podrá permitir no reaccionar. Aunque no hay reivindicación oficial del ataque, Hezbolá acusó a Israel, que se halla en alerta de cara a la venganza. La defensa anti aérea está alerta al máximo nivel.
