Entrevistas

Con Álvaro Garcé, Director de la Secretaría de Inteligencia Estratégica de Estado de Uruguay

Una condena categórica al ataque terrorista sobre Israel

Este reportaje es para nosotros una clara confirmación de los posicionamientos del Uruguay democrático del lado de los valores del mundo libre, que consideramos son los que defiende también Israel. 

Con gran amabilidad y la cercanía de siempre, Álvaro Garcé accedió gustoso a nuestra solicitud de entrevista. En su responsabilidad como Director de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado, en una era en la que el terrorismo cruza fronteras con facilidad, nos pareció clave poder escuchar su análisis y relato sobre lo que se hace y se planea en Uruguay para combatir eventuales amenazas. Destaca la importancia de compartir información con países amigos interesados en vivir en paz y libertad.

Publicamos la entrevista en dos partes. La primera es sobre la conciencia acerca del desafío del terrorismo internacional, también desde Uruguay y su profunda visión sobre el significado del ataque terrorista a Israel el 7 de octubre. 

 

La segunda parte, que publicamos por separado, aborda el tema del antisemitismo en Uruguay, entre otros.

Apretando aqui, puedes leer la segunda parte.

P: Álvaro, nos conocemos hace años, y es por eso que abro la entrevista con lo que podría parecer cierta informalidad, tuteándote, pero claro está que no es falta de respeto a tu cargo, que creo es, además, de los más delicados en el sistema de gobierno.  Quisiera comenzar preguntando cuál es el desafío singular de tu posición. Es que aunque Uruguay no  tiene afortunadamente amenazas bélicas desde afuera, está insertado en un mundo en el que la globalización no es sólo saber con rapidez qué pasa del otro lado del mundo sino también violencia y preparativos terroristas que cruzan fronteras. Y lo planteo ya que uno nunca puede decir “acá no nos va a pasar”, cuando se habla, por ejemplo, del terrorismo internacional.

R: Yo te diría que la globalización tiene efectos muy positivos si lo miramos desde el punto de vista de las posibilidades de integración, complementación, trabajo conjunto en lo cultural pero al mismo tiempo los tiene negativamente en el plano de las amenazas, como tú bien señalas.

El terrorismo, el narcotráfico, las distintas formas de crimen organizado, las alianzas que se van creciendo crecientemente entre el terrorismo y el crimen organizado son amenazas reales que impactan en todas partes del mundo. En algunos países, y no hace falta que te lo diga a ti, la probabilidad, la virulencia de esas amenazas son muchísimo mayores si hablamos de terrorismo. Pero ningún país, en ningún rincón, por más apartado que parezca del mundo, puede considerarse exento de esta amenaza.

P: Sería peligroso pensarlo ¿verdad?

R: Exactamente. Si alguien partiera de la errónea premisa que no tiene nada que ver con el terrorismo o que sus efectos no le alcanzan, está partiendo de una base peligrosamente equivocada. En el caso de Uruguay, es muy claro. Uruguay no tiene organizaciones terroristas propias, autóctonas, pero esto no lo aísla o neutraliza de la amenaza. Y entonces, para nosotros, es una línea de trabajo constante.

P: ¿Quién se ocupa de eso?

R: Cuando digo “nosotros”, me refiero no sólo a la Secretaría de Inteligencia Estratégica de Estado, sino toda la comunidad de inteligencia uruguaya que está ocupada en el tema. Y partimos además de la premisa que la importancia de este tema hace que los países que compartimos valores universales de democracia, respeto a los derechos humanos, tengamos que ser muy solidarios y cooperantes entre nosotros porque el crimen organizado lo es y el terrorismo también. Diría resumiendo este primer concepto que en Uruguay las posibilidades de ocurrencia de un evento terrorista son bajas, pero dado el eventual alto impacto que puedan tener, hacen que sea una de las líneas fundamentales de trabajo de inteligencia.

P: Si se parte entonces de la conciencia que nunca se puede decir “acá no va a pasar”…¿Qué significa? ¿A qué tienen que estar atentos? 

P: La tarea en esta materia de prevención y combate al terrorismo implica estar atentos, con la guardia alta. Las distintas agencias de inteligencia del Estado, la comunidad de Inteligencia toda, tiene una línea de acción común que está prevista en el Plan Nacional de Inteligencia y se trata de identificar cualquier actividad o cualquier indicio sospechoso. El desafío es hacerlo en forma temprana  y tener también esa línea abierta de trabajo conjunto con otras agencias de otros países que tienen en ese sentido la probabilidad de ocurrencia mayor. Diria entonces que el trabajo doble es en lo interno, siendo cooperativos y solidarios entre nosotros en la Comunidad Inteligencia, pero a su vez estamos muy abiertos al trabajo conjunto, al intercambio de información, a la capacitación, a la prevención con otras agencias de inteligencia del mundo. La Inteligencia a nuestro juicio no tiene un sesgo ideológico, no debe tenerlo, porque hay amenazas que son globales, pero naturalmente la base de la inteligencia es la confianza y la confianza se construye a partir de lineamientos comunes en torno a valores que son esenciales. 

 

P:¿Todo esto significa que ahora hay sólo una actitud de ojos abiertos y ninguna amenaza concreta? Y claro que no me refiero solamente a algo directo sobre Uruguay sino a algo que pase en la región que te haga pensar, por ejemplo, que mejor subir el estado de alerta de amarillo a anaranjado, que hay que prepararse para una eventualidad determinada.

R: Yo diría que en abstracto y sin referencia a ninguna línea concreta de investigación tenemos razones para elevar los umbrales de alerta. Eso implica un intercambio de información más cercana con países vecinos . Repito que más allá de que hoy, a esta hora, en este momento, no estamos trabajando en una hipótesis firme de terrorismo aquí y ahora, eso no quiere decir que aquí y ahora no estemos ocupados efectivamente del tema, porque en esto nos va la vida, la vida como país, la vida como ciudadanos, la calidad de vida de nuestros hijos.

 

Un antes y un después del 7 de octubre

En el aeropuerto internacional Ben Gurion en Israel al finalizar una visita hace pocos años

 

P: ¿Cómo ves desde Uruguay el fenómeno del terrorismo?

R: El mundo cambió, lamentable y definitivamente el 7 de octubre de 2023, porque el terrorismo se caracteriza ante todo por el desprecio a lo más valioso que es la vida. Y en ese sentido, la novedad, la triste novedad del 7 de octubre y lo que vino después, es que ciertos eventos terroristas, como el ataque masivo que sufrió Israel, muestran, yo diría, una pérdida de códigos, incluso dentro de lo que es una actividad terrible como el terrorismo. Por la magnitud del ataque, por los tipos de medios empleados, esto ha implicado una dolorosa lección para todo el mundo, especialmente para el Estado de Israel, naturalmente.

Y por eso, así como el 11 de septiembre de 2001 cambió el mundo y ya no fue el mismo, de mismo modo, cabe suponerlo y decirlo respecto del ataque del año pasado. Entonces, ya eso, la conciencia de estar en un mundo distinto, donde se han superado límites que era difícil de imaginar que ocurrieran, ya nos pone en una actitud diferente. No es que fuéramos antes omisos o que no fuéramos proactivos, porque es una responsabilidad y un gran desafío trabajar en esta materia de inteligencia.

Pero la lectura del curso de los acontecimientos nos obliga a estar mucho más atentos y a ser, como te dije recién, mucho más  solidarios. 

 

P: Aparte de la emoción que me hacen sentir tus palabras por la condena contundente al ataque que sufrió Israel, siento que confirman lo que Israel suele decir, que en la guerra que lanzó contra Hamás por la masacre, Israel está luchando por los valores del mundo libre todo. Fue un ataque a decenas de comunidades en el sur de Israel pero su significado fue mucho más allá de ello ¿verdad?

R: Por supuesto, es un cambio cualitativo, sin precedentes. Creo que lamentablemente irreversible, porque muestra los niveles de odio que inspiran esa clase de atrocidades. Y que, en la medida en que son irreversibles, instalan escenarios nuevos que tenemos que enfrentar. Y la primera medida es ser consciente de la ocurrencia de esos cambios y del sentido y del impacto que tienen. Entonces, para nosotros, como Estado soberano, en el caso de Uruguay no basta con decir que tenemos una baja probabilidad de ocurrencia, y por lo tanto, esta es nuestra cuarta prioridad. No, no lo es. Es una prioridad de primerísimo nivel, por lo que implica, y que hay realidades que nos impactan, que nos golpean a todos, que nos amenazan a todos, particularmente cuando se trata de los países que estamos viviendo, que pretendemos vivir en paz y en torno a valores que son universales, que están universalmente consagrados en los derechos humanos, pero que no son, lamentablemente, respetados y asumidos por todos. 

 Yo te agregaría a todo eso, querida Ana, que hay crímenes que comenzaron a perpetrarse el 7 de octubre, pero que se están reproduciendo en este momento. Y me refiero a los secuestrados, arrancados injustamente y violentamente de sus familias, de sus casas, en sus kibutz. Ese crimen sigue cometiéndose en la media que esas personas no aparezcan y sean devueltas a sus hogares, a sus familias. Y en el caso de los fallecidos, por lo menos que aparezcan los cuerpos, como últimamente han sido rescatados algunos, para al menos el último consuelo de su familia y llevar algo de paz.

 

Traducir la conciencia en alerta

P: Me pareció muy especial tu afirmación anterior, que este tipo de hechos, ocurridos en este caso en Israel, deben incidir de hecho en la percepción general de la amenaza terrorista.

R: Todos estos conceptos que estamos compartiendo, para nosotros constituyen premisas de acción. Cuando hablamos de amenazas, cuando hablamos de un cambio cualitativo general y muy peligroso en el mundo, eso se traduce en el trabajo que realizamos diariamente. Por eso  tenemos que ser más solidarios, y puedo asegurar con toda la convicción que Uruguay está en esa línea. Uruguay está trabajando en el tema, está ocupado, estamos abiertos y somos sensibles a cualquier requerimiento de información que pueda ayudarnos a todos en la prevención y la neutralización a tiempo de cualquier amenaza terrorista. No olvidemos que, si en el caso de Uruguay, la probabilidad de ocurrencia de una amenaza terrorista en nuestro territorio es, como dije, baja, esto no quiere decir que no se puedan realizar desde aquí o desde países vecinos, actividades precursoras o actividades de financiamiento, que en el momento de cometer un atentado terrorista. Si  no hay una cadena de planificación y ejecución de cada uno de los pasos, el resultado final del terrorismo no es posible.

Por lo tanto, nosotros que estamos decididamente apostando a la prevención, asumimos que hay actividades que en sí mismas parecería que no representan un mayor peligro, pero que inscriptas en esa cadena de realización y planificación de los actos terminan siendo fundamentales. 

 

P: Basta con recordar que en el mosaico de preparativos terroristas que terminaron con el atentado contra la AMIA en 1994, una de las piezas se armó en Uruguay, con aquel departamento alquilado que era parte del plan. El tema no es solo si,  Dios nos permita, alguien va a poner una bomba en Montevideo

R: Exactamente. Alquilar un apartamento en sí es un acto ilícito conforme a derechos establecidos en el Código Civil. Ahora, si se usa para planificar un atentado terrorista, es otra cosa. Y nosotros tenemos que estar atentos y saber detectar las señales.

 

(La segunda parte, por separado:Antisemitismo en Uruguay, Resumiendo un período de trabajo con su gran desafío, y un análisis de lo hecho y lo pendiente en el tema de la lucha anti terrorismo y anti crimen organizado en Uruguay). 

 

Ana Jerozolimski
(02 Septiembre 2024 , 10:54)

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(Texto y fotos: Lily Dayton, cristiana israelí residente en Haifa)

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