Foto de portada: Centro médico Schneider
Una nueva decisión aberrante del Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres, marca un hito especialmente preocupante en la tradicional línea anti israelí del organismo mundial. Traicionando los principios sobre los cuales se fundó la ONU después del Holcausto y la Segunda Guerra Mundial, se incluyó a las fuerzas de seguridad de Israel (ese es el término) en la lista negra de organizaciones y países que ponen en peligro a los niños en zonas de conflicto.
Basta con ver a algunos de los “compañeros” en la lista, para comprender la magnitud de la aberración: Afganistán, Congo, Myanmar, Somalia, Sudán, Yemen, Siria, Al Qaeda, ISIS y Boko Haram.
Es difícil decidir por dónde empezar. Y el hecho que Hamas y la Yihad Islámica hayan sido también incluidas en la lista, no es consuelo de nada. Las agregaron ahora, indudablemente, para alegar que hay equilibrio y que se preocupan por todos los niños, pero eso es una burda mentira.
Incluir a “las fuerzas de seguridad” de Israel en esta lista, en tan mala compañía, es una distorsión absoluta de la realidad que se vive en la región. No porque aleguemos que niños palestinos no sufren o que niños no están en peligro. Claro que lo están cuando hay guerra. Es una distorsión inaceptable ya que todos los demás miembros de la lista, son países gobernados por regímenes asesinos que no respetan los derechos humanos ni de sus ciudadanos ni de sus vecinos, y organizaciones terroristas que usan la violencia intencionalmente para alcanzar sus fines, que a menudo es simplemente la eliminación de sus enemigos, con énfasis en civiles inocentes, mientras que Israel, librando una guerra de autodefensa, trata de evitar por todas las vías la muerte de no involucrados, a menudo exponiendo por ello a sus propios efectivos a mayores peligros. Esta guerra fue impuesta a Israel por el salvaje ataque de Hamas.
No ponemos en duda ni un momento que han muerto niños palestinos y que hay niños que sufren. Es trágico porque cada uno, es un mundo. Si lo sabré como madre y abuela. Pero Israel no sólo no buscó la guerra en curso que se la impuso Hamas sino que contrariamente a lo que suele publicarse, la libra de acuerdo al Derecho internacional, desplegando un gran esfuerzo para evitar víctimas no involucradas.
Siempre estuvimos convencidos de que las cifras de muertos en la guerra publicadas por Hamas, lamentablemente repetidas sin cesar por organizaciones internacionales –incluyendo la ONU- y medios de comunicación, están infladas. Hamas miente, distorsiona, eso es indudable. No sólo las cifras totales sino también el desglosamiento. En las informaciones del “ministerio de Sanidad” en Gaza- que es lo mismo que decir Hamas- nunca hacen referencia a los terroristas eliminados, aunque a esta altura ya deben ser por lo menos 15.000, si no más. Los presentan a todos como civiles.
Pues el 6 de mayo, en un informe de OCHA- la oficina de coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU- decía que de los aproximadamente 34.000 muertos en Gaza desde el comienzo de la guerra, 14.500 eran niños. El 8 de mayo apareció la cifra actualizada: 7797, poco más de la mitad. También la cifra de mujeres se redujo súbitamente de 9.500 a 4.959. Esto, tras meses de repetir otras cosas basándose sólo en las cifras de Hamas.
¿Por qué hay que creer siquiera los números reducidos? Yo a Hamas no le creo nada.
Más allá de que incluir a Israel en la lista en cuestión equivale a atribuirle intenciones que no tiene mientras que sí las tienen indudablemente los terroristas, hay otros puntos a mencionar sobre el tema de los niños .
Hamas usa a los niños y a los civiles todos como escudos humanos. Pero además, recluta niños y jóvenes menores de 18 años para sus actividades terroristas. Formalmente, menores de 18 son niños. Pero los terroristas no nacen con 18 años . Y si ya mucho antes están involucrados en actividades terroristas, cargan con toda la responsabilidad.
Y la responsabilidad, por cierto, es de Hamas como organización terrorista que gobierna Gaza y de la sociedad palestina en general, que transmite a distintos niveles el mensaje de adoración de la muerte y no de la vida. Que fomenta y permite programas de televisión no sólo de Hamas sino también de la Autoridad Palestina, glorificando la “Shaháda”, el martirologio, que enseña a los niños que morir matando judíos es honrar a Alá y a sus padres.
Como hemos escrito en otras ocasiones….no, no todos. Pero esa es la línea general, la que se impone. Es por eso que un jovencito , seguro menor de edad, casi niño, escupió el cuerpo sin vida de Shani Luck, una jovencita israelí secuestrada a Gaza el 7 de octubre, expuesto como un trofeo en una camioneta llena de bestias armadas, al regresar a Gaza. Es por eso que tantos niños salieron a la calle a festejar el 7 de octubre. Nada nace en un vacío.
Si les enseñan que al judío hay que matarlo, que Israel les robó un estado aunque en realidad nunca lo tuvieron, si les enseñan que los héroes de la sociedad son terroristas que mataron civiles israelíes y que ellos son los modelos a emular, les envenenan la mente. Todos los responsables de ello deberían haber estado en la lista de la ONU hace décadas.
No Israel que se defiende .
Quiero dedicar esta nota a los niños israelíes víctimas de la masacre del 7 de octubre. A los 38 menores de edad asesinados, de los cuales 3 tenían menos de 3 años y otros 4 entre 3 y 6. A los 42 menores secuestrados a Gaza, entre ellos un bebé de 8 meses y medio (Kfir Bibas),su hermano de 4 (Ariel), otra niña de 4 (Avigail Idan), mellizas de 3 (Emma y Yuli Cunio) y las dos hermanas Aviv y Raz Asher de 2 y 4 años respectivamente, además de Emilia Aloni de 6 años y Yaheli Shoham de 3 , entre muchos otros más. Los Bibas siguen en manos de Hamas.
Dedico estas líneas también a los 20 niños que quedaron huérfanos de padre y madre y a los 96 que perdieron a uno de sus padres . A los miles de heridos y a los 15 menores secuestrados que volvieron del cautiverio pero que aún esperan la liberación de sus padres. Estos datos fueron publicados en marzo en el informe anual que el Consejo por el Bienestar del Niño entregó al presidente del Estado.
Dedico esta nota a los 10 menores de edad asesinados en el kibutz Beeri, entre ellos Mila Cohen de menos de un año, dos hermanos Hetzroni y dos hermanos Sharabi asesinados junto a su madre, mientras su padre y su tío eran secuestrados.El tío Yosi Sharabi fue asesinado en cautiverio y de su padre Sharon se desconoce la situación actual.
Niños fueron asesinados en sus casas, en los coches en los que viajaban con sus familias,por el impacto de cohetes…en medio del horror.
Y quiero recordar especialmente a Arbel y Shajar Siman Tov de 5 años y su hermanito Omer de 2, asesinados juntos a sus padres Tamar y Yonatan en el kibutz Nir Oz el 7 de octubre.Conocí al abuelo de su mamá, Yehuda Kedem de bendita memoria, de los fundadores del kibutz Ein Hashlosha…suerte que no vivió para ver el horror.
Y quiero honrar aquí también a Noya Dan y su abuela Carmela, que no se separaban en vida y tampoco se separaron en la muerte. Noya, de 12 años, una niña en el espectro autista, fue asesinada junto a su amada abuela, mientras sus primos Erez Calderon (6) y Sahar (16) fueron secuestrados a Gaza junto a su padre Ofer. Los niños fueron liberados en noviembre tras más de 50 días en Gaza y Ofer aún está en manos de Hamas.
A los que volvieron les deseo plena recuperación y pronto reencuentro con sus padres. A los que ya no están, descanso eterno.
También a los niños palestinos les deseo salud y buena vida. Que sus gobernantes no los usen para sus fines, que no les enseñen a odiar, que les dediquen recursos para el desarrollo y el avance. Que les enseñan que la vida vale mucho más que la muerte.