Shlomo Ron, de 85 años, del kibutz Najal Oz, fue una de las víctimas mortales de la masacre del 7 de octubre. Fue asesinado por Hamas de un disparo sin que los terroristas entren siquiera a su casa. Lo vieron por la ventana sentado solo en el sillón de su salón y abrieron fuego. Pensaron, al parecer, precisamente lo que él había estimado que pensarían: que si está allí sentado solo en medio de las alarmas y del ataque de Hamas, era porque vivía solo.
Pero no.
En ese momento, en el refugio de su propia casa, estaban escondidos su esposa, sus dos hijas y su nieto. Cuando todo comenzó y en los teléfonos celulares circulaban mensajes por los que se entendía que los terroristas entraban a las casas, Shlomo decidió que su familia entre al refugio y que él se quedaría afuera. Les haría creer que está solo. Si no ¿por qué no va a estar en la pieza segura?
Su trampa funcionó. Shlomo pagó con su vida la salvación de su familia.
Bendita sea su memoria.
Compartimos un poema que escribió en diciembre Gadi Vadnai, un israelí que no conoció a Shlomo y que se enteró de su loable acción, como nosotros, por la prensa. Vaya esta traducción libre-en la que lamentablemente se pierde el valor agregado de la rima en hebreo- en homenaje a este gran héroe del kibutz Najal Oz.
Cabe señalar que Gadi, autor del poema, luchó en la guerra de Iom Kipur en octubre de 1973 y nos cuenta que “cargo con muchos nombres en el corazón”, por la cantidad de compañeros caídos.
Recalca que incluyó al final del poema la escena de los cañones que truenan en Gaza porque consideró importante destacar que parte de la imagen de la victoria está en el hecho que los judíos se pueden defender y combatir cuando son atacados. Si hay que morir, se muere, pero empuñando un arma para luchar, recalca, algo que los judíos no podían hacer antes de la fundación del Estado de Israel.
Café de la mañana
(Por el Dr. Gadi Vadnai , en memoria de Shlomo Ron, el abuelo héroe de Najal Oz que se sacrificó por sus seres queridos).
Aroma de café
En una taza vieja
Una mañana tan hermosa
En la radio, suena una vieja canción
Esta es al parecer la forma
De esperar allí en calma.
Restan aproximadamente
Unos minutos más
La esperanza y el sentido:
Proteger a tus seres queridos.
Cuando rompan la puerta
Verán solamente a un anciano
Solitario, sentado solo…solo
Con su última sonrisa.
Y pasaron de largo sin entrar al refugio
Gracias a Shlomo Ron.
Y cuando la pesadilla terminó
Salieron del escondite
Vieron al abuelo que montó guardia
Rodeado de una aureola de luz.
Allí estaba sentado con la cabeza caída
En un silencio luminoso
Ese hombre con corazón de oro
En el que había una bala de plomo.
Un abuelo en guardia
Hasta último momento
Esta, ninguna otra, es la foto de la victoria.
Su alma no desapareció
Ángeles le cantan.
Y en las puertas de Gaza
Los cañones responderán.