Querida comunidad lectora, me gustaría compartir con ustedes la importancia de celebrar Pesaj cada año, especialmente en momentos de contratiempos y afrentas que estamos soportando como pueblo, nación y gran familia. A pesar de las dificultades que enfrentamos, es fundamental recordar que nuestra tradición nos enseña que saldremos fortalecidos y más unidos, con la ayuda de Dios y cada uno haciendo su parte para traer mayor shalom y alegría al mundo.
La festividad de Pesaj tiene un significado profundo y trascendental en nuestra historia. Conmemora la liberación de nuestros ancestros de la esclavitud en Egipto, un evento que marcó el comienzo de nuestra identidad como nación. Durante esta festividad, recordamos la valentía y la resistencia de nuestros antepasados, quienes atraversaron grandes desafíos y adversidades para alcanzar la libertad.
Año tras años refrescamos la memoria, nos volvemos a conectar, pero también acordamos continuar haciendo el esfuerzo valiente para que libertad y shalom no sean solamente palabras o conceptos filosóficos, sino realidades para todos los habitantes del mundo.
En estos tiempos de zozobra, es aún más importante celebrar Pesaj y tener conciencia de la vigencia de nuestra cultura.
El recuerdo de la experiencia de nuestros antepasados, da aliento y esperanza para superar los desafíos actuales.
Al tiempo que, reafirmamos nuestra conexión y confianza con nuestro Creador, con la ayuda divina y nuestro esfuerzo fraterno, podemos superar cualquier obstáculo y encontrar la luz.
Sin dudas, Pesaj es una festividad que nos une como familia y comunidad. A pesar de las diferencias y los desafíos que enfrentamos, no permitirnos que el caos y la miseria humana nos nieguen nuestra oportunidad de brillar y trascender.
Pero, además, Pesaj nos enseña la importancia de buscar la paz y la alegría en medio de las adversidades. A través de nuestras acciones y nuestro compromiso con la justicia, podemos contribuir a hacer del mundo un lugar mejor. Pesaj nos inspira a ser agentes de cambio y a trabajar por un mundo más justo y equitativo.
Mientras siga habiendo personas que han sido arrancadas de sus hogares de manera salvaje e injusta, mientras héroes estén lejos de sus familias luchando por la libertad de sus hermanos, sabemos que la libertad no es un hecho.
Porque, en tanto, haya un esclavo, un secuestrado, un desaparecido, no existe la plena libertad, ni la justicia.
Mientras por doquier se llena de gente violenta que dice defender “derechos” y aplaude y apoya terroristas, tenemos claro que la idea de Pesaj está en el aire, pero no aún en los corazones y mentes de la humanidad.
Por todo ello, y más, es fundamental celebrar Pesaj este año. Teniendo presente a quienes no pueden hacerlo, a quienes no están en sus hogares, a quien queremos con salud, integridad y nuevamente en familia pronto.
¡Que todos tengamos un Pesaj significativo y lleno de bendiciones!
¡Que sea el último en medio del sufrimiento y el primero de redención!