Es difícil escribir estas líneas con el temor que en los mismos instantes en que lo hacemos, ya estén desactualizadas, y que el número real sea mayor, pero aún desconocido. Por ahora, es 9. Nueve de los secuestrados por Hamas, fueron asesinados en cautiverio.
Semanas atrás, cuando tropas israelíes operaron en la zona del hospital Shifa en Gaza, convertido desde hace años en uno de los comandos centrales del terrorismo de Hamas, hallaron allí los cuerpos sin vida de Yehudit Weiss del Kibutz Beeri y de la joven soldado Noa Martziano. Ambas habían sido secuestradas con vida.
Y en los últimos días, justamente al celebrar Israel el regreso a casa de 105 de los secuestrados por la organización terrorista Hamas – 81 de ellos israelíes y 24 extranjeros- en el marco de los siete días de alto el fuego, se confirmaron varias malas noticias: siete de los secuestrados fueron asesinados en cautiverio.
Se trata de cuatro civiles secuestrados de sus casas en el kibutz Nir Oz , una mujer de Beeri y dos jóvenes del festival Nova junto a Reim. Los cuerpos de todos, menos uno, se hallan en Gaza. El cuerpo de Ofir Tsarfati, que había sido secuestrado del festival de música Nova, fue recuperado por soldados israelíes en Gaza, en base a información de Inteligencia, y traído a Israel.
El primer nombre de los secuestrados con vida que fueron muertos en Gaza, revelado este viernes, fue Arie Zalmanovich (85), uno de los fundadores del kibutz Nir Oz, donde era considerado una figura legendaria de su historia.
Arie apareció hace algunas semanas en un video difundido por Hamas, que Israel calificó de terrorismo sicológico. Se lo veía en mal estado de salud.
Muy poco después se confirmó que también la maestra Maia Goren, Ronen Engel y Eliahu Margalit, conocido por su apodo “Churchill” – de Nir Oz- y el músico Gai Iluz, secuestrado en la fiesta, habían sido asesinados en cautiverio.
Lo mismo con el último comunicado del viernes en este sentido, respecto a Ofra Keidar (70) del kibutz Beeri.
Y cuando uno se adentra en cada caso, ve el desgarramiento múltiple que causa la organización terrorista.
Casi todas las familias que este viernes estaban de duelo por la noticia de la muerte irreversible de un ser querido en Gaza, habían tenido muy poco antes momentos de alivio al recibir a otros miembros de la familia tras su liberación. Así fue con la familia Engel. La madre Karina y sus dos hijas Yuval y Mika volvieron a media semana en el marco del acuerdo durante el alto el fuego.
La familia seguía preocupada por el destino de Ronen, pero evidentemente con la esperanza de verlo regresar sano y salvo. Ahora saben que ello es imposible.
El caso de Eliahu Margalit es muy especial ya que un día antes de informarse públicamente de su muerte, había sido liberada su hija Nili, una enfermera que actuó como una heroína durante su cautiverio enfrentándose a los terroristas para poder atender y ayudar a los demás.
En realidad, la mayoría de las familias de los liberados tienen aún a alguien secuestrado en Gaza. Yelena Trupanov, que fue liberada el miércoles de noche junto a su madre- de la que estuvo separada durante el cautiverio- perdió a su esposo Vitaly en la masacre del 7 de octubre, y su hijo Sasha sigue en manos de Hamas.
Y a media semana, en la familia Atzili del kibutz Beeri festejaron la liberación de Liat, madre de 3 hijos, esperando que su esposo Aviv vuelva pronto del cautiverio. Pero al día siguiente de su liberación, le notificaron que contrariamente a lo pensado, Aviv no estaba secuestrado: se acababa de reconocer su cuerpo.
Todo esto , la comprensión de lo realmente ocurrido y la determinación de la muerte, es producto de un intenso trabajo que combina esfuerzo de Inteligencia, de medicina forense y de diversos expertos , así como del ministerio de Cultos y el Rabinato central.
También hay casos inversos, aunque no menos preocupantes. La familia de Ron Biniamyn de 57 años, del kibutz Beeri, creyó durante 57 días que él estaba desaparecido. Ahora se ha confirmado que está secuestrado en manos de Hamas.
Es oportuno recordar que hace varias semanas, le habían notificado a Thomas Hand de Beeri que su pequeña hija Emily estaba muerta, a lo cual él reaccionó aliviado pensando que sufrir en manos de los terroristas habría sido peor . Tiempo después le notificaron que había indicios claros de que estaba viva, en Gaza. Días atrás se reunió con ella al ser liberada.