Hace ya una semana que vuelven a registrarse junto a la cerca separatoria en la frontera entre la Franja de Gaza y el sur de Israel escenas similares a las del 2018, de múltiples disturbios violentos protagonizadas por palestinos.
Como conocemos la dinámica de la información – o desinformación - sobre gran parte de lo que se refiere a la situación entre israelíes y palestinos, y muy especialmente cuando se trata de Gaza, nos parece imperioso hacer varias aclaraciones. Algunas, referentes a los acontecimientos de los últimos tiempos y otras más de fondo , del contexto que hay que tener presente.
Comencemos por estas últimas.
Para quien sigue el tema de cerca, puede que alguna suene a demasiado elemental. Pero no estará de más para quien se nutre solamente de algún titular en la prensa internacional.
- Israel se retiró completamente de Gush Katif en la Franja de Gaza el 12 de setiembre del 2005. O sea: hace ya 18 años que no hay ni un soldado israelí en Gaza.
- Israel se retiró pero continúa abasteciendo a Gaza de parte de su agua, electricidad, combustible y otras mercaderías. No las regala, pero se encarga de su abastecimiento y traslado.
- Gaza no es “un campo de concentración abierto”, como dicen algunas informaciones tendenciosas . Ante todo, su frontera con Israel está abierta a casos humanitarios y al paso de trabajadores, aunque claro que no en forma ilimitada dado que se trata de territorio hostil. La otra frontera, hacia el sur, es con Egipto, país árabe, cuya frontera con Gaza se mantiene cerrada mucho más que la del lado israelí lo cual hace pensar que Egipto es consciente de los peligros que salen desde Gaza.
Pero más allá de eso, junto a las zonas muy problemáticas y hasta paupérrimas en algunos puntos, están los barrios residenciales y los enormes y lujosos centros comerciales donde no falta absolutamente nada. Esto es producto del manejo interno del gobierno de Hamas, nada tiene que ver con Israel.
- Israel se retiró pero debe seguir cuidando su frontera, ya que Gaza está gobernada desde junio del 2007 por la organización terrorista Hamas que continúa armándose hasta los dientes , y dado-además- que operan alli también los terroristas de la Yihad Islámica. Desde la retirada israelí los disparos de cohetes hacia Israel no desaparecieron, sino al contrario, se incrementaron. En los últimos tiempos la situación ha sido más estable pero esa amenaza es constante y los cohetes lanzados van dirigidos hacia la población civil israelí.
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Y vayamos a los últimos acontecimientos
- Desde hace casi una semana, palestinos atacan la frontera, tratando de romper el obstáculo de separación con potentes cargas explosivas. Una de ellas mató días atrás a 5 palestinos, alcanzados accidentalmente por los explosivos con los que pretendían matar a soldados israelíes y violar la frontera. Este martes murió otro palestino en el lugar, que en Gaza alegan fue víctima de un disparo israelí, aunque el ejército sostiene que no abrió fuego en la zona en la que él murió.
- Los incidentes junto a la frontera con Israel, no son manifestaciones espontáneas ni protestas inocentes sino disturbios violentos promovidos por Hamas, que como siempre, expone a jóvenes que luego terminan heridos. Pero participan activamente también miembros de los distintos grupos armados que operan en Gaza.
- En medios israelíes se ha analizado el tema como intento de Hamas de presionar a Israel para que a su vez presione a Catar a fin de que aumente el pago mensual que efectúa a Gaza. Mediante la violencia quieren obtener frutos económicos que beneficien a Hamas.
- A raíz de la violencia en su frontera sur, que Israel debe cuidar para impedir infiltraciones peligrosas a su territorio, Israel decidió cerrar el puesto de Erez al paso de trabajadores. Desde hace tiempo, 17.000 palestinos de Gaza pasan diariamente a trabajar en Israel, un elemento clave para la economía local. Como es lógico, si su frontera es atacada, Israel toma medidas para lidiar con ello.
Conclusiones
Está claro que Hamas juega nuevamente con la población, la expone, la maniobra, la pone en peligro para conseguir sus objetivos, aunque eso cueste vidas. No sólo arriesga el ingreso económico digno de los 17.000 palestinos que tienen permiso de trabajo en Israel, sino que pone en peligro la vida de muchos otros.
Esto no sorprende, si también sabemos que según reveló este miércoles el servicio de seguridad Shin Bet, la comandancia de Hamas en Cisjordania organizó a comienzo de este mes un contrabando de explosivos dentro de un cargamento de ropa que llegó al pasaje fronterizo Kerem Shalom del que salen – y entran - mercaderías de y a Gaza.
“El cínico uso de parte de Hamas de un canal de traspaso de mercaderías de la Franja de Gaza ,daña directamente la textura de la vida diaria en Gaza y Cisjordania”, dijo una fuente de seguridad israelí citada en un comunicado del Shin Bet. “El duro precio lo pagan los civiles ya que esos actos hacen que se cierre de inmediato el pasaje fronterizo, causan un daño económico y hacen que se actúe de modo más estricto en el futuro al otorgar permisos para el pasaje de mercaderías”.
Todo dicho.
