Con el doble asesinato de este sábado en la aldea palestina Hawara, la cantidad de muertos víctimas de terrorismo en Israel ya supera la treintena, la mayoría israelíes judíos, junto a un israelí beduino musulmán (combatiente en la Guardia de Fronteras), una mujer de Ucrania que había llegado como trabajadora extranjera y un turista italiano. En casi todos los casos, los atentados fueron obra de terroristas palestinos, pero hubo uno en junio perpetrado por un guardia egipcio que se infiltró por la frontera a territorio israelí y mató a tres jóvenes soldados que montaban guardia.
Cada caso es un mundo entero, pero resulta especialmente duro recordar los casos de hermanos asesinados juntos, lo cual ocurrió en tres ocasiones, y también, el sábado último, el caso de un padre y su hijo baleados de muerte: Shai Silas Nigreker (60) y su hijo Aviad Nir (28). Los pequeños hijos de Aviad, perdieron en un instante a su padre y su abuelo.
Las circunstancias singulares de este atentado, en el que por la filmación captada por las cámaras en el lugar parece evidente que el terrorista llegó claramente al encuentro de sus víctimas y no es que se topó con ellas casualmente, requieren un llamado de atención.
Shai y Aviad no fueron los primeros israelíes asesinados dentro de localidade palestinas a las que hay quienes entran para recibir un servicio que del lado israelí es mucho más costoso. A menudo, se trata de compras en distintos negocios, y en este caso, fue el lavado del coche. Una foto de soldados israelíes en el lugar, durante los rastreos, muestra el cartel del negocio, escrito tanto en árabe como en hebreo, para atraer a los clientes israelíes.
Por un lado, eso demuestra que aún en medio de la tensión, hay situaciones propias de la vida en cercanía, sea por conveniencia económica o relaciones personales. Pero las autoridades piden a la población tener presente que con ello arriesgan su vida y que eso no vale todo lo que pueden ahorrarse con mercaderías más baratas.
Este domingo casi hay otra tragedia que lamentar, aunque esta vez, no fue intencional. Un civil israelí entró por error a la aldea palestina Turmus Ayya cerca de Ramallah, corrió riesgo de ser linchado por atacantes locales que lo apedrearon y prendieron fuego a su coche, pero finalmente fue salvado por otros palestinos. Estos avisaron a las autoridades palestinas, las cuales notificaron a las israelíes y soldados del ejército entraron a la aldea para sacar al civil.
Luces y sombras hoy en la aldea palestina Turmus Ayya aledaña a Ramallah. Un israelí entró por error, una muchedumbre lo atacó, le prendió fuego al coche, pero otros palestinos lo salvaron, avisaron a las autoridades y soldados israelíes pudieron llegar a rescatarlo. pic.twitter.com/KilVFLDSkk
— Jana Beris (@JanaBeris1) August 20, 2023
En un incidente separado, registrado en la madrugada del viernes, soldados llegaron a un sitio aledaño al asentamiento Maale Levona en el que se había informado que había pedreas a automóviles. Abrieron fuego hacia uno de los enmascarados, que resultó herido, y poco después se reveló que se trataba de un israelí.