Está claro que en términos generales, las diferencias entre la coalición de derecha que gobierna hoy Israel y los partidos opositores de centro e izquierda, están presentes en la disputa actual sobre la reforma judicial presentada por el ministro de Justicia de Netanyahu. Pero son solamente un elemento de un mosaico muchísimo más amplio.
La polémica sobre la reforma en cuestión no es un tema de derecha e izquierda, no de laicos frente a religiosos ni de ashkenazíes contra israelíes de origen oriental o sefaradí, sino de dos concepciones muy distintas sobre cuál debe ser el carácter de Israel y cuántos esfuerzos hay que desplegar para garantizar que siga siendo un Estado judío y democrático.
Aquí vemos, en la cuenta de Twitter del periodista israelí Ben Caspit, un compendio de imágenes de manifestaciones y marchas con participación clara de judíos observantes . Uno de ellos dice claramente que Israel no podrá seguir siendo un Estado judío, si no es democrático.
“No hay religiosos en las manifestaciones” , dice con sarcasmo Caspit.
— Ben Caspit בן כספית (@BenCaspit) March 3, 2023
Las críticas a la reforma cruzan claramente líneas entre los distintos sectores, contrariamente a lo que quieren presentar quienes defienden la reforma recurriendo a un constante intento de quitar legitimidad a las protestas.
Algunos les llaman “anarquistas”, otros “agitadores”, algún cartel ya decía “izquierdistas traidores” y a todos los superó, como es su costumbre, el polémico hijo mayor del Primer Ministro, Yair Netanyahu, acusando a los manifestantes de ser “terroristas” financiados por enemigos del exterior.
Dado que las críticas que se oyen en la opinión pública israelí son mucho más amplias que las manifestaciones mismas- porque no todos los ciudadanos se sienten cómodos yendo a una manifestación- podríamos recordarle al citado incitador serial algunos ejemplos de quienes se han expresado contra la “reforma” tal cual ha sido planteada.
Esta es una lista sumamente parcial.
-Cientos de oficiales de las Fuerzas de Defensa de Israel en la reserva incluyendo numerosos de altísimos rangos y hasta algunos que fueron Comandantes en Jefe de Tzahal.
-Cientos de ex miembros del Shin Bet, el Servicio General de Seguridad que tiene a su cargo la guerra contra el terrorismo.
- 18 ex jueces en la Suprema Corte de Justicia
-40 ex asesores y vice asesores jurídicos en ministerios del gobierno
-Decenas de los principales economistas de Israel, incluyendo ex Presidentes del Banco Central.
- Muchos miles de trabajadores en las industrias de alta tecnología, incluyendo directores y máximas autoridades de empresas centrales
-Decenas de ex Directores Generales de ministerios
-Enorme cantidad de juristas, profesores de Derecho, abogados,médicos, asistentes sociales, estudiantes y catedráticos en distintas áreas
Y uno de los puntos más problemáticos es que a la lista se agregan cientos de oficiales en la reserva , incluyendo de unidades de élite, que advierten sobre la problemática de cumplir órdenes de un Estado que temen ya no sea democrático. A ello se sumó algo especialmente preocupante este viernes, revelado por Nir Dvori, el cronista de asuntos militares del Canal israelí N12: cerca de 50 pilotos de combate de la Fuerza Aérea que sirven hoy en la reserva, se reunieron con el Comandante actual en Jefe de la Fuerza Aérea General Tomer Bar y compartieron sus duros sentimientos al respecto. No se reveló todo lo que él respondió pero sí que les exhortó a seguir presentándose en la reserva si son convocados, ya que se los necesita, y por otro lado, que no permitirá que se los presente a ellos en forma distorsionada, ya que son “patriotas defensores de Israel”.
Y como Israel sigue siendo un país en el que el tema de la seguridad es clave, por razones obvias, daremos algunos ejemplos concretos de figuras que ocuparon puestos altísimos en los distintos servicios de seguridad, que dedicaron sus vidas a proteger a Israel y que hoy se dicen preocupados por lo que consideran es una revolución jurídica perjudicial para Israel. Y no descartamos que estemos omitiendo por error algunos nombres.
Ex Comandantes en Jefe de Tzahal Dan Halutz, Moshe Yaalon (que fue también Ministro de Defensa) , Ehud Barak (que fue también Primer Ministro y Ministro de Defensa), Gadi Aizenkot (hoy diputado) , Beni Gantz (ex Ministro de Defensa y hoy jefe del partido “La unión nacional” en la oposición).
Ex Jefes del Shin Bet (Servicio de Seguridad) Yuval Diskin, Yoram Cohen (que además, es un judío religioso), Carmi Gilon, Ami Ayalon y Nadav Argaman.
Ex jefes del Mossad Tamir Pardo, Dani Yatom.
Y tantos, tantos más...los ex Inspectores Generales de la Policía Roni Alshekh, Shlomo Aharonishki, ex altos oficiales de la Policía como Arie Amit, Generales (retirados) como Amram Mitzna, Matan Vilnai, Mendi Or, Aharon Zeevi Farkash, Amnon Reshef, Nitzan Alon, Gadi Shamni y muchísimos más.
Si todas estas figuras son “anarquistas”, “traidores” o “terroristas”, no está claro cómo es que Israel no ha desaparecido ya. Al parecer, el problema está en quien los tilda así, ensuciando con ello a la democracia israelí.
