Fotos: Gentileza El País. Fernández González Roth y Antonio Scuro
Este viernes, con el diario El País, se publica el nuevo libro de Pablo Cohen El hambre y la gloria: Carlos “Pato” Aguilera, la vida de un redentor, otra muestra de la variedad de la pluma de nuestro apreciado colega.Conversamos con Pablo sobre el mundo en el que surge esta nueva obra, así como todas las demás que ha escrito y seguramente las varias que aún vendrán.
P: Pablo, ante todo, felicitaciones de cara a la publicación, este viernes, de tu nuevo libro, “El hambre y la gloria: Carlos “Pato” Aguilera, la vida de un redentor”, sobre el gran ídolo de Peñarol y de la selección uruguaya. Yo no te voy a preguntar sobre fútbol, sino sobre literatura. Pero primero, en términos muy generales… ¿Esto es un poco como un nuevo parto?
R: Gracias, querida Ana. Es un placer, siempre, hablar con vos y, a través de vos, con los lectores de esta publicación ya tradicional. Y sí: sin dudas que es como un nuevo parto o, como se suele decir, un nuevo hijo. La única diferencia, quizás, es que a un hijo uno lo cuida toda la vida. En cambio, una vez que está publicado, el libro le pertenece al público, de manera que uno vuelve a él con nostalgia, con melancolía o recordando alguna parte hermosa o ardua del proceso de producción y de escritura, que es único en cada caso. Pero ese volver a vivir en el libro es ocasional, y la obsesión del proceso abre paso a una etapa en que, pocos meses después de haber editado mis libros, tiendo a mirarlos con cariño, pero a dejarlos vivir a través de los lectores, que es a quienes me debo. Dicho de otro modo: en cierto modo soy un padre orgulloso, pero distante (risas).
P: Ya has escrito más de diez libros. De hecho, este es tu octavo trabajo con El País. Y en los últimos años publicaste “Los dichos del contador”, sobre José Pedro Damiani, “Todo un país detrás”, sobre el GACH, y “Habla Julio”, sobre el ex presidente Julio María Sanguinetti. Además del género entrevista -sobre lo cual hablaremos después-, ¿hay algún hilo conductor entre estos cuatro libros? Son temas variados… aunque quizás los miembros del GACH sean manyas, no lo sé. Vos sabrás, al menos de tu papá. De Sanguinetti lo sabe el mundo entero, Damiani, por cierto, también lo era. Pero bromas aparte, ¿cómo ves esta variedad?
R: Es una excelente pregunta. La versatilidad siempre me ha importado. Recuerdo que poco después de haber empezado a trabajar en el suplemento “O2” del diario El Observador, puse como condición, para aceptar entrevistar a las figuras políticas que a Simón Gómez y a Miguel Arregui les interesaba que entrevistara, poder seguir escribiendo de NBA, una de mis grandes pasiones.
P: Esa no la tenía…
R: Te diré que esos jefes tan especiales que tuve deben haber pensado que estaba loco (risas). Luego, siendo editor de Cultura de Búsqueda, recuerdo que por momentos sentía que la especialización temática –en mi caso, la música, las artes plásticas, la literatura y el básquetbol- podía ser un escollo si quería profundizar en una especialidad de género en la cual me adentré precisamente por consejo de Arregui. Dicho de otra manera: como cualquier persona, yo sé especialmente solo de tres o cuatro temas. Pero la educación que me dieron mis padres en casa, y también la que me dio el Liceo Francés, me volvieron un generalista, pese a que siempre intenté evitar la opinología, tan presente en el mundo de la comunicación actual.
P: Explicame por favor a qué te referís.
R: A que yo hago columnas de opinión solo sobre temas que domino profundamente pero, como soy ante todo un entrevistador, no me molesta para nada entrevistar a personas de distintas disciplinas, sino todo lo contrario. En mi vida también busco esa variedad, que está relacionada con uno de los valores básicos del buen periodismo: el entretenimiento. Luego, ¿hay un hilo conductor entre los libros? El estilo, el formato, siempre con entrevistas, testimonios de personas destacadas de la sociedad civil y textos especiales escritos por colegas a los que admiro, como Carlos Pagni, Santiago Kovadloff o Raúl Castro, y el intento por mi parte, exitoso o fallido, no lo sé, de mantener un estándar de calidad. Pero a mí me interesa que mi obra varíe y no me gusta estancarme. Aclarado esto, ni yo soy fanático del fútbol ni mi papá es hincha de Peñarol: es un fervoroso hincha de Nacional, a diferencia de Rafael Radi, que es de Liverpool, y de Fernando Paganini, que es de Peñarol. Sanguinetti, como su esposa, la querida Marta Canessa, es enfermo de Peñarol. Y el “Pato”, habiendo salido campeón con Nacional, un equipo al que respeta mucho porque le permitió salir de la pobreza, es fanático de Peñarol, aunque no irracional.
P: Lindo mosaico este que planteás. Contame por favor…¿Cómo elegís los temas? ¿Te levantás con una idea?
R: No tengo un sistema, sino que a veces surgen de mí, a veces del propio entrevistado, como en el caso del “Pato”, lo cual me honra, y a veces de un tercero, como en el de “Los dichos del contador”, de cuya idea es responsable Patricia Damiani, o “Peñarol y su gente: gloria y tradición”, de cuya iniciativa es responsable mi adorado amigo y mentor Carlos Maggi, quien continúa vivo en mi corazón.
P: El gigante Carlos Maggi…increíble que ya no esté, a pesar de la avanzada edad en la que se nos fue. Tuve el enorme gusto de conocerlo y entrevistarlo en varias oportunidades.
R: Realmente un gigante. Volviendo a tu pregunta, las ideas surgen, más bien, en relación a los temas, a la estructura y a los títulos de los libros. Pero, más allá de que obedezco mi instinto y mi creatividad, soy una persona pragmática.
P: ¿Qué te importa más, que sea un tema que atraiga mucho o que a vos personalmente te interese? Claro que no tiene por qué haber contradicción.
R: Que le interese a un número limitado de personas es algo de lo que me puedo dar el lujo en una entrevista que haga en Tenfield, en El País o en Perfil. Pero con el trabajo que da un libro, trato de que el tema de interés sea masivo, sin por ello abandonar ni el compromiso con el lector ni el estilo que me da, como a cualquier otra persona, identidad.
P: Hablemos de la entrevista como género, que a vos te encanta y a mí también. ¿Por qué?
R: Porque, a diferencia de la crónica o el reportaje, es un estilo que domino, porque no es minimalista sino maximalista, por su capacidad de síntesis, por la posibilidad psicológica y periodística que da de que el público conozca a personas que de otro modo no conocería, y porque es un vehículo fantástico tanto para la curiosidad como para satisfacer algunas inquietudes formales que tienen que ver con la literatura y con el periodismo. De todas maneras, esta respuesta es un esbozo, espero que bastante feliz, de lo que siento. Creo, en el fondo, que la entrevista como género tiene que ver con mi identidad como persona, que la intuición en mi acercamiento a ella es más importante que cualquier respuesta aparentemente racional que te pueda ofrecer, y que me gusta como género del mismo modo en que el verde me encanta como color. Es decir: no sé bien por qué, pero sé que me fascina.
P: Somos dos, por lo menos. ¿Qué entrevistado más te ha atrapado hasta ahora?
R: Es imposible contestar esa pregunta sin ser inexacto. Estoy seguro de que me olvidaría de varios tratando de llegar a la exactitud. Pero en este momento recuerdo como excelentes entrevistados a José Carreras, a Charles Aznavour, a Dirk Nowitzki, a Alfonso Prat Gay, a Elisa Carrió, a Julio Sanguinetti, a Luis Alberto Lacalle Herrera, a Jaime Roos, a Rubén Rada, a Federico García Vigil, a China Zorrilla, a Carlos Perciavalle, a Chico César, a John Scofield, a Edinson Cavani, a Diego Forlán, a Enzo Francescoli, a Fernando Morena, a Rodolfo Fogwill, a Jorge Asís, a Carlos Pagni, a Gilberto Gil, a Pablo Milanés, a Ignacio Iturria, a Gal Costa, a Leonardo Favio, a Norma Aleandro y, por supuesto, al “Pato” Aguilera.
P: Un gran haber sin duda, hermosísimo. Y de tus libros ¿cuál te dejó más enseñanzas?
R: “Todo un país detrás”. ¡Pero lo padecí más que “Habla Julio”! (Risas).
P: Y para escribbir sobre el “Pato” Aguilera, ¿tenés que ser futbolero?
R: Para hacer una biografía, sí. Para hacer un libro de entrevistas que narre su vida, como el que escribí, no. A mí el fútbol como juego me interesa menos que el básquetbol. Pero como fenómeno sociológico y cultural, y como vía de expresión de los sentimientos más nobles y más arcaicos del ser humano, me parece extraordinario.
P: ¿Y es mejor ser manya para ser autor de este libro?
R: Es indiferente, porque respecto a este tema rigen las mismas reglas que cuando, independientemente de tu filiación política, entrevistás a un político connotado.
P: Estamos haciendo esta entrevista en medio del Mundial, con la decepción de nuestra descalificación. ¿Te interesa el tema, o solamente en la medida en que te permita escribir un libro?
R: Nunca escribiría un libro sobre este asunto desde una perspectiva histórica. Pero el tema me interesa mucho, tanto que para el Mundial de 2018, y en coincidencia con los 100 años de El País, publicamos “Desde adentro: Uruguay Mundial”, con entrevistas a ídolos históricos como José Emilio Santamaría, Víctor Espárrago y Roberto Matosas, a fenómenos como Luis Suárez, Rubén Sosa, Paolo Montero y Enzo Francescoli, y a cracks más recientes como Diego Forlán y Federico Valverde. Más allá de esto, hay una realidad más profunda, y es que, como fenómeno cultural del Uruguay, la selección nacional nos representa a todos ante el mundo, tanto como el presidente de turno, como Pablo Atchugarry o como Henry Cohen. De manera que haber visto un fracaso celeste por razones extradeportivas relacionadas con la supremacía de líderes negativos sobre el entrenador, que es quien tiene que imponer su voluntad, su sistema, su disciplina, su respeto y su ecuanimidad, fue muy triste, desde el momento en que nos privó de ver en su puesto o durante los minutos necesarios a jugadores excepcionales como De Arrascaeta y Valverde. Creo que, independientemente de esto, extrañamos la precisión y la visión de juego de Carlos Sánchez. Pero sobre todo, y no solo futbolísticamente, extrañamos a Diego Forlán.
P: ¿Por qué?
R: Se extraña a Forlán porque era un gran profesional, porque no se inmiscuía en las decisiones del cuerpo técnico, porque es tan buen líder como persona, y porque su clase para aparecer en los momentos difíciles de los partidos y para pasar y pegarle a la pelota con potencia y precisión, y con cualquier de las dos piernas, es insustituible.
P: Hermosa descripción. ¿Algún comentario que te gustaría agregar, que yo no haya sabido preguntarte?
R: Vos preguntás fantásticamente. Solo dejame agregar que haber dialogado con vos y, por intermedio de vos, con tus lectores, ha sido, como siempre, un enorme placer, y que ojalá que a partir de este viernes 16 la gente pueda disfrutar este nuevo trabajo que sale con el diario y que yo he escrito con dos sentimientos opuestos pero preciosos: responsabilidad y alegría.
P: Que sea así siempre Pablo. Gracias mil. Y que también el nuevo libro sea un éxito.
R: ¡Gracias a vos!