Al fallecer Elizabeth II-conocida en el mundo hispanoparlante como la Reina Isabel- se destaca por doquier que el suyo fue el reinado más largo, cuántas épocas y altibajos vivió en su país y el mundo y a cuántos altos dignatarios conoció personalmente, especialmente siendo quien confirmó en sus puestos a 15 Primer Ministros en Gran Bretaña. Era sin duda el máximo símbolo del reino.Y su presencia e investidura era importantes también para los judíos de Gran Bretaña. Su relación con la comunidad judía fue siempre positiva, pero hubo también quienes criticaron el hecho que nunca visitó el Estado de Israel, aunque sí recibió en el palacio Buckingham, su residencia oficial, a importantes figuras de gobierno.
En una nota sobre este tema publicada en “The Times of Israel”, la periodista Amy Spiro recordó que ya en mayo de 1952, poco después del fallecimiento de su padre el Rey George VI –tras el cual ella se convirtió en monarca-Elizabeth se reunió con el rabino jefe del Reino Unido y representantes de la comunidad judía británica. Tan solo un mes más tarde fue la coronación oficial en Westminster y allí estuvieron presentes líderes de la comunidad judía y el embajador de Israel.
La mencionada periodista publicó comentarios de algunos dignatarios comunitarios judíos.
“Ha sido una roca para la nación y ha fomentado una larga historia de implicación con la comunidad judía”, dijo Marie van der Zyl, presidenta de la organización Board of Deputies of British Jews, un marco en el que se agrupa a varias instituciones judías. Y Ephraim Mirvis, rabino jefe de Gran Bretaña, agradeció a la reina en junio último sus “70 hermosos años de liderazgo” y su “humildad, sentido de la responsabilidad, dedicación a la nación y desinterés”.
Y el otrora rabino jefe del Reino Unido, Lord Jonathan Sacks, dijo en ocasión del 90° cumpleaños de la reina, según cita el portal israelí en inglés: “”La contribución de la reina a la cultura británica es inmensa, y el respeto que ha mostrado por todas las religiones ha mejorado nuestras vidas”.
La sombra de fondo, a pesar de las buenas relaciones con la comunidad judía británica, fue el hecho que nunca visitó Israel a pesar de los numerosos viajes que realizó por el mundo. En la práctica, recién en el 2018 hubo una primera visita de un miembro de la familia real a Israel, el príncipe William, con la particularidad que se reunió con descendientes de las familias judías a las que su bisabuela paterna la Princesa Alice de Grecia, que está sepultada en Jerusalem, salvó de los nazis, por lo cual fue reconocida como Justa entre las Naciones.
En realidad, su abuelo el príncipe Phillip había estado ya en Israel en 1994 pero en forma privada, en memoria justamente de su madre, participando en una emotiva ceremonia en Yad Vashem junto a su hermana.
Un año más tarde el Príncipe Charles, en aquel momento heredero al trono y hoy Rey, viajó a Israel para participar en el funeral del asesinado Primer Ministro Itzjak Rabin. En el 2016 también llegó para participar en el funeral del Presidente Shimon Peres, pero ninguna de esas visitas tuvo carácter de visita de la familia real.
Según The Times of Israel, en el 2015 un funcionario del gobierno británico que no fue identificado dijo a The Telegraph que “la familia real no puede viajar realmente allí hasta que haya un acuerdo entre Israel y la Autoridad Palestina”.
Cabe recordar que diversas autoridades británicas al máximo nivel han visitado Israel en repetidas ocasiones.
A pesar de haberse abstenido de visitar Israel- y cabe señalar que ella misma nunca se pronunció públicamente al respecto- la Reina siempre tuvo una actividad muy positiva hacia figuras israelíes en su propio país, durante visitas de Estado. Fue así que se reunió en 1976 con el entonces Presidente de Israel Efraim Katzir . Y el el 2008 nombró caballero al Presidente Shimon Peres.
Los nazis y el Holocausto
En la nota de The Times of Israel sobre la relación entre la Reina Isabel y los judíos de Gran Bretaña, hay algunos párrafos especialmente interesantes relacionados al Holocausto y la Segunda Guerra Mundial.
Así escribió la periodista Amy Spiro, autora del reportaje:
“La reina inauguró oficialmente el primer monumento al Holocausto en el Reino Unido en el año 2000, pero debido a conflictos de agenda, no pudo asistir al primer Día de la Memoria del Holocausto del país y envió al príncipe Carlos en su lugar. Desde que se fundó la Fundación del Día de la Memoria del Holocausto en el Reino Unido en 2005 hasta que se la cedió al Príncipe Carlos en 2015, fue su patrona.
La familia real se escandalizó cuando un tabloide británico publicó una película de una Isabel de 7 años saludando a los nazis en 1933 o 1934, pero la mayoría de los judíos británicos defendieron a la monarca.
Cuando el vídeo se hizo público en 2015, Arkush (Jonathan Arkush, ex Presidente de la Cámara de Diputados) , declaró: “No creo que ninguna crítica a un niño de 7 años sea remotamente aceptable y no quiero hacer ninguna”. No creo ni por un segundo que sea correcto que dé a entender que en ese momento se entendía todo el horror de la Alemania nazi.
La reina Isabel recibió críticas por omitir una parada en el campo de concentración de Auschwitz durante una visita a Polonia en 1996. En su lugar, fue a la plaza Umschlagplatz de Varsovia, donde se recogía a los judíos para llevarlos al campo de exterminio de Treblinka, y realizó una visita y dejó una corona de flores en un monumento judío.
No visitó un campo de concentración nazi hasta pasadas casi dos décadas. En 2015, la reina Isabel realizó su último viaje oficial al extranjero antes de fallecer. Durante su estancia, visitó Berlín, Fráncfort y Celle, en Alemania. La reina visitó por primera vez un campo de concentración durante su quinta visita de Estado a Alemania, deteniéndose para depositar una corona de flores en Bergen-Belsen y reunirse con supervivientes del Holocausto”.
Con su fallecimiento, también la comunidad judía británica está de duelo.