Fotos tomadas del canal de Telegram Abu Ali Express
El fenómeno no es nuevo, ha ocurrido prácticamente después de todos los grandes atentados en Israel. En la Franja de Gaza, siempre hay alguien que toma la iniciativa de celebrar públicamente el asesinato de israelíes a manos en lo que ellos llaman “amalía askaría”-o sea “acción militar”- una forma muy poco fiel de referirse a un atentado terrorista. A menudo, es una “amalía batalía”, o sea “una acción heroica”, y el terrorista que termina muerto es un “shahíd”, mártir. Y lo hacen repartiendo golosinas y dulces.
De fondo, esto siempre se nutre de las redes sociales palestinas y los medios de comunicación palestinos en los que hay una incitación directa al asesinato de israelíes, sea en forma explícita o de hecho presentando como héroes y figuras a emular, a terroristas responsables del asesinato de civiles israelíes.
No sorprendió tampoco que varias organizaciones terroristas hayan felicitado públicamente la realización del ataque, aunque según la Policía israelí todo indica que fue una iniciativa individual del asesino, Muhamad Abu el-Kyan, beduino ciudadano israelí, identificado con la ideología del Estado Islámico, ISIS, al que trató de sumarse años atrás , siendo detenido antes de lograr viajar a Siria.
Hamas, Jihad Islámico, Frente Democrático para la Liberación de Palestina y las Comités de Resistencia Popular felicitaron por el atentado, aunque no hayan estado involucrados en su preparación.
Para Hamas, que despliega continuamente grandes esfuerzos para incitar a la ciudadanía árabe israelí contra el Estado- y su éxito en este sentido es sumamente limitado- cuando ocurre algo así, un terrorista que es parte del Estado, es motivo de fiesta.
