El atentado contra la Embajada de Israel en Argentina perpetrado el 17 de marzo de 1992, hace exactamente 30 años, fue motivo de conmoción en ambos países, pero también en el seno de las comunidades judías de América Latina en general. Para conmemorar el 30° aniversario que se acaba de señalar, el Congreso Judío Latinoamericano convocó en Buenos Aires a las comunidades judías del continente. Y uno de los puntos claves en el programa fue una reunión con el Presidente argentino Alberto Fernández, el Jefe de gabinete Juan Manzur y el Diputado Nacional Leandro Santoro, quienes recibieron a los presidentes de las comunidades judías de toda Latinoamérica en Casa Rosada.
“Los argentinos fuimos víctimas del atentado, por eso seguimos reclamando justicia” declaró el Presidente, quien recordó el ataque a la embajada de Israel como “uno de los atentados más dolorosos de la historia”.

En el atentado, que tuvo lugar el 17 de marzo de 1992 en el edificio de la embajada ubicado en Arroyo y Suipacha, 29 personas perdieron la vida y 242 resultaron heridas. Dos dos años después, en 1994, un segundo atentado tuvo lugar en el corazón de la comunidad judía de Buenos Aires, la explosión del edificio de la AMIA, que dejó un saldo de 85 muertos y 300 heridos. Hasta el día de hoy ninguno de los responsables de los atentados ha ido preso.
Jack Terpins, Presidente del Congreso Judío Latinoamericano declaró que “hacer justicia continúa siendo prioritario para la integridad de la sociedad argentina, para la seguridad de las comunidades judías en la región, y por la memoria de las víctimas”.

Y Gideon Sa´ar, Vice Primer Ministro y Ministro de Justicia de Israel, que también se reunió con las comunidades y tiene en su agenda un encuentro con el Presidente Fernández, declaró que “lo que ocurrió hace 30 años, con la responsabilidad de Hezbollah e Irán, solo se volvió más peligroso, ya destruyó el Estado del Líbano, y continúa amenazando al Estado de Israel y promoviendo la inestabilidad en todas partes” .