Hace unos años lo conocimos por primera vez en su departamento en Tel Aviv. Ali Adi, hoy de 31 años, estaba sumamente emocionado. Poco después iba a realizar su primer viaje con “Miluimnikim bajazit” (Reservistas en servicio) , una organización compuesta por ciudadanos israelíes de distintas minorías, junto a algunos judíos, que dictan conferencias en diferentes partes del mundo sobre la realidad israelí, combatiendo mentiras y desinformación.
Sigue viviendo en Tel Aviv y trabaja en el campo del cine documental, tanto en aspectos técnicos como en edición. Asimismo desgraba y traduce investigaciones policiales. Estudió Cine y Economía en la Universidad de Tel Aviv.
Hoy ya tiene unos años de experiencia y está tan convencido como antes de lo justo del camino por el que eligió marchar. Conversamos con él esta semana. Esta es la entrevista.
P: Ali, cuando estuve en tu casa hace unos años, estabas por viajar a tu primera conferencia .Ya has dado muchas desde entonces. ¿Recuerdas la primera emoción?
R: Sí, fue una experiencia muy fuerte. Nunca había estado frente a un público tan grande en circunstancias de ese tipo. Las reacciones fueron excelentes , especialmente de parte de judíos en Estados Unidos. Nos abrazaron con gran admiración como si fuéramos magos que llegaban de una Tierra Santa de la que se oye sólo en las leyendas. Por un lado era hermoso recibir tanto amor y por otro lado eso refuerza el amor por el Estado de Israel que para muchos es un milagro. Al entender que el mundo es mucho más grande que los problemas políticos internos de este pequeño país, uno se siente como en casa. También con sus defectos, Israel es tan especial tal como es.
P: Recordemos cuál es el objetivo de las delegaciones de vuestra organización.
R: Lo central es disertar ante públicos de distintos tipos y orígenes.A veces a sinagogas, a veces a universidades a hablar con estudiantes., y otras a paneles más íntimos. Recuerdo en especial un centro comunitario judío en Manhattan, donde celebramos Sucot. Y un colegio en Brookly, la Universidad de Tampa y campus universitarios en San Francisco , San José y Los Angeles. Claro que tamibén hay otro tipo de actividad:debatir con quienes difunden mentiras contra el Estado de Israel, como activistas palestinos o pro-palestinos en las universidades.
He participado en delegaciones muy productivas. El problema es que la pandemia ha detenido todo. Sé que puedo dar mucho de mi y estoy ansioso por poder volver a la actividad normal y contar la verdad sobre el Israel que yo conozco.
P: ¿Qué destacarías de las experiencias que has vivido en esta actividad?
R: Una de las cosas que me quedó grabada es lo que me dijo una chica que es líder en la organización Hillel en la Universidad de Tampa del Sur en Florida . “Los judíos aquí prefieren evitar roces o entrar en temas políticos”, lo cual yo vi por un lado como una característica que muestra el buen corazón del pueblo judío. Pero por otro lado, eso nos mostró una situación absurda : si los judíos se abstienen de discutir, optan por no pararse con dignidad frente a las mentiras y la propaganda de los grupos políticos que activan en las universidades y atacan a Israel. Afortunadamente, por otro lado vamos nosotros, minorías en el Estado de Israel, para hablar y defender el nombre del país y del pueblo judío.
P:¿Te preguntan a menudo por qué un árabe musulmán como tú sale en defensa de Israel?
R: Me preguntan, sí. Me dicen que se plantean cómo es que defiendo a un país que “no me reconoce” o que “me deja al margen de la sociedad”. Pero lo que no hay en Israel-y eso es bueno-es una expresión cultural del colectivo árabe desde un punto de vista nacional. Sí la libertad de expresión cultural a nivel de las comunidades árabes. Y el Estado no me discrimina, no me deja relegado ni me perjudica. Todo lo contrario. Gracias a que Israel es un país democrático con una economía desarrollada, tengo mucho campo de acción y oportunidades de éxito en distintas áreas.
P: ¿Cómo ha incidido estas conferencias, esta dedicación tuya al tema de la defensa de Israel en el exterior, en la relación con tu familia y amigos?
R: A mi familia no le gusta que yo me manifieste sobre temas políticos. Y esto, a pesar de que mis posiciones son muy moderadas. Creo que lo que hay de fondo es una concepción en ciertas comunidades árabes conservadoras, que la Política es un campo al que pueden dedicarse sólo personas con fuerza y de determinada posición , no gente “común y corriente”.Yo les demostraré lo contrario.
P: Claro que entras en la política, pero desde otro ángulo…Ali ¿en algún momento dudaste sobre tus posturas? ¿Hubo momentos en los que por hechos que ocurren, problemas que hay en Israel, pensaste que quizás el Estado no es digno de tu defensa?
R:Nunca jamás. Nunca dudé de mis posturas respecto a Israel, dado que éstas nunca pasaron por una visión utópica. Yo conozco los defectos de Israel. Y a decir verdad, ese fue precisamente el punto de partida de todo esto, que conocía través del entorno árabe en el que crecí. Las únicas dudas que surgen todo el tiempo se refieren a aspectos puntuales de mis posiciones políticas enerales, sobre capitalismo y socialismo, izquierda y derecha, posturas conservadoras o liberales, comunidad o individuo, qué es violencia y qué es dinero y qué es una sociedad humana.
P: O sea temas de fondo, digamos de filosofía política y social …
R: Exacto. Esos pensamientos me ocupan todo el tiempo y sé que no llegaré a una respuesta que lo defina todo. Llegué a esta actividad política sabiendo que es un desafío intelectual. Puede que cambie una decisión de apoyar a tal o cual partido, pero nunca cambiará mi posición sobre el sionismo. Es justo y lógico que haya un Estado judío en Oriente Medio. Y es más justo y lógico aún romper la hegemonía árabe en la región y aspirar a convetirlo en un lugar más pluralista y variado.
P: ¿Crees que hay muchos otros ciudadanos árabes musulmanes que piensan como tú pero no se animan a decirlo públicamente?
R: Indudablemente. Lo veo más que nada en los comentarios anónimos en portales de noticias en árabe. La gente reconoce la responsabilidad de la sociedad árabe por sus problemas, y saben que en lugar de acusar a Israel y alegar que todo es por “discriminación”, “racismo” u “ocupación” deben mirar hacia adentro.
Me parece que debe hallarse la forma de plantear ante los árabes israelíes que su lugar está aquí , que es un lugar en el que pueden vivir con dignidad, no como minoría oprimida, un lugar en el que pueden ser socios en la construcción de este país increíble que es nomenos que un fenómeno histórico impresionante. Si se logra, sentirán más orgullo y serán más activos en la construcción activa de su futuro.
P: Te agradezco muchísimo Ali y te deseo éxito en todo esto que estás haciendo, aportando a que se conozca la verdad.
R: Gracias a ti.