Foto: Shabak
El Servicio General de Seguridad de Israel, el Shabak, reveló este jueves que en un operativo conjunto con la Policía llevado a cabo hace varias semanas, detuvo el 29 de noviembre a Hasin Biari (30), ciudadano israelí que tiene familia en Gaza, y a Mahmud Ahmed (33), residente en Gaza con permiso de entrada a Israel como comerciante, bajo sospecha que actuaban como espías de la organización terrorista Hamas dentro de Israel.
Según el Shabak, ambos fueron reclutados por Hamas desde la Franja de Gaza, concretamente por una estructura encargada precisamente del tema espionaje en territorio israelí, y recibían desde allí instrucciones precisas.
Los espías en cuestión se reunieron en la propia Franja de Gaza con sus contactos y luego mantuvieron un vínculo secreto operativo con ellos desde territorio israelí.
El comunicado del Shabak revela que Mahmud Ahmed, que tenía permitido entrar a Israel como comerciante, fue reclutado como espía en el 2019. En el marco de su actividad recolectó información sobre baterías de Cúpula de Hierro (el sistema anti cohetes que intercepta la mayoría de los disparados por Hamas desde la Franja de Gaza) emplazadas en distintas partes del país . Además, tomó fotos de soldados en la estación central de Ashkelon.
Si bien no se trata de imágenes que no se podrían hallar libremente en las redes, su actividad estaba claramente destinada a proporcionar información que sirva a los terroristas, lo cual es considerado especialmente grave.
En cuanto al ciudadano árae israelí Hassin Biari, fue reclutado al parecer el año en curso y se le encomendó juntar información sobre bases militares, soldados de Tzahal y también baterías de Cúpula de Hierro en distintas partes de Israel. Además se le encargó incitar a la población árabe de Israel contra el Estado, conseguir armas y perpetrar un atentado dentro de Israel.
Ambos fueron imputados ante tribunales en Israel.
El significado
Esto vuelve a dejar en claro cómo la organización terrorista que gobierna Gaza, abusa de los pasajes fronterizos y los permisos otorgados por Israel, para planear atentados y todo tipo de actividades hostiles contra la población israelí. “Hamas utiliza los pasajes para promover terrorismo y así hace que civiles arriesguen a sus familiares tanto en Israel como en Gaza”, recalca con razón el comunicado del Servicio de Seguridad. “Esto deja en claro cómo Hamas se aprovecha de los permisos a los comerciantes, para planear atentados”.
No es por cierto la primera vez que ello sucede. Fueron innumerables los casos a lo largo de los años, en los que Hamas usó a civiles palestinos para sus propósitos. Recordamos claramente el caso de Rim a-Riashi, una mujer palestina que detonó una carga explosiva que llevaba debajo de sus ropas en el pasaje fronterizo de Erez , muriendo al instante en el atentado. Tenía permiso de pasar a un tratamiento en un hospital israelí.
Hubo casos de explosivos e indicaciones para atentados escondidos en frascos de remedios. Y muchos ejemplos más.
Si a raíz de esto, se limita la cantidad de permisos dados a comerciantes de Gaza o se agregan exigencias para cerciorarse que no haya riesgos de seguridad, los perjudicados serán los palestinos que simplemente quieren mantener a sus familias. Pero la culpa la tendrá el que abusó de su permiso para hacer de espía, y la propia organización Hamas que no vela por el bienestar de su pueblo y se preocupa sólo por su agenda de terror.
