Entrevistas

Con Gabriel Benayon, el famoso rabino que inspiró a millones al regalar sus zapatos en un tren

Benayon, rabino de Jabad en Panamá, es uruguayo

Estimamos que no es necesario siquiera explicar qué es eso de “regaló sus zapatos”, porque el tema se ha hecho viral en las últimas semanas, pero por las dudas, resumimos. Hace algunas semanas, poco después de recuperarse del Covid- 19, durante un viaje a Nueva York, cuando el rabino Benayon venía de comprarse un par de zapatos nuevos, tomó la línea 4 del subway, el tren subterráneo, que iba de Manhattan a Brooklyn. Desde su asiento, vio a un hombre descalzo. En pocos segundos decidió: se paró, se dirigió a él y le preguntó si le permite regalarle sus zapatos.  El hombre aceptó, emocionado y feliz. Alguien que estaba en el tren filmó el encuentro, corto pero sin duda significativo. Comenzó a circular por las redes y se viralizó totalmente, siendo consultado luego Gabriel por diversos medios internacionales, por lo cual su historia llegó a millones. Para él, lo principal es que eso haya inspirado a otras personas a hacer buenas acciones de ayuda al prójimo. 

 

El Rabino Gabriel Benayon, que hace pocos días cumplió 41 años,  es  desde hace casi 20 años uno de los shlijim  (enviados) de Jabad a Panamá. Se ocupa de la parte educativa, es el director del colegio Mitzva Tots que abrió hace 15 años  junto a su esposa que cuenta con casi 100 niños. 

Está casado con Nejama y tienen 7 hijos. Sus padres también están con él en Panamá.

 

Con su libro “De mi ansiedad a tu felicidad”  se convirtió  en conferencista internacional. Escribió también “Conectados” y estos días está presentando “SOS-Sufrir o Sanar”.

Conversamos con él y es un placer compartir sus conceptos.

 

El Rabino Benayon en un shiur, una clase de Torá

 

P: Gabriel, es ineludible comenzar con el tema del tren y los zapatos. Creo que no exagero si digo que te hiciste famoso por tu buena acción en el tren. Pero en realidad, algo relacionado aunque distinto. Tus buenas acciones comenzaron mucho antes. Tu ayuda a tantos uruguayos que fueron a probar suerte en Panamá cuando la crisis económica, no fue un mero mimo. Y muchos fueron receptores de ello. ¿Podés contarnos un poco al respecto?

R: BH (con la ayuda de D´s) tuve el mérito de llegar a Panamá en el 2003 junto a una oleada de 30 familias uruguayas. Cuando vi ese fenómeno, me dije,”tengo que ayudarlos en todo lo que necesiten”. Iba a visitarlos en sus puestos de trabajo, los invitábamos a cenas de Shabbat, Sukot, Pesaj, colocabamos mezuzot, conseguíamos trabajo para los que necesitaban, y fuimos creando una gran familia que hasta hoy es muy especial en la comunidad de Panamá.

P: Y ese es un tema sin duda muy conocido, tu ayuda a los uruguayos en Panamá.  Gabriel, vayamos al subte…¿Cuánto te llevó decidir entregarle tus zapatos al hombre descalzo?

R: Me llevó un minuto. En esos instantes solo lo miraba, luego me dije, “¿Por qué yo estoy viendo esto? ¿Por qué yo tengo conmigo dos pares y él no tiene ni uno"? Fue entonces cuando me acerqué y con respeto le pregunté si le podía entregar mis zapatos.

P: Hermoso. ¿Cómo describirías la reacción de la gente?

R: Fue increíble, comenzaron a aplaudir, y no me dejaban de mirar. Una señora cuando se bajó, me dijo tres veces,”hiciste algo muy lindo”.

P: ¿Cómo te sentís al ver cuánto se viralizó tu buena acción?

 

 

P: ¿Te parece que has inspirado a otros a que hagan buenas acciones?

R: Bueno, la verdad… eso es lo que espero, que esto no quede sólo como una anécdota de algo que por casualidad se filmó, difundió y se hizo viral,  sino que inspire y contagie  a la gente en el mundo para seguir “caminando” juntos hacia un mundo mejor, donde abramos los ojos a la necesidad del prójimo y hagamos algo al respecto. Todos podemos hacerlo y debemos hacerlo.

P: Sin subestimar la importancia de que un hombre que andaba descalzo ahora tiene zapatos gracias a ti, ¿te parece que quizás lo más importante sea la inspiración que tu acción puede haber dado a otros?

 

 

P: ¿Qué se necesita para poder hacer una buena acción?

R: Absolutamente nada, solo la acción misma, querer hacerla. Y para la acción no hay que usar ni la cabeza ni el corazón, sino más bien las manos y las piernas. No hay excusas para no ayudar.

P: En realidad, el corazón sí, porque se requiere empatía, capacidad de pensar en el otro, y eso pasa creo yo por el sentimiento. Pero entiendo lo que decís…lo central es concretar la iniciativa en algo activo, hacer la buena acción.

R: Así es.

 

P: ¿Dónde ubicarías este “incidente” y la repercusión que ha tenido, en la larga lista de vivencias que seguramente has tenido en tu vida?

R: Creo que es el que mas repercusión tuvo, pero no sé si será el de mas impacto. Para  eso debemos ver cómo canalizar toda esta energía y poder lograr llevarla a otro nivel.

P: ¿Qué reacciones más te emocionaron?

 

P: ¿Cuál es tu mensaje central de todo lo que has vivido desde el regalo de los zapatos?

 

 

Historia personal

P: ¿Me podés contar de tu vida en Uruguay antes de partir hacia Panamá?

R: Te cuento que  fui al colegio ARIEL, mi bar mitzva la hice con Rufo, quien nos mostraba que el judaísmo había que vivirlo con alegría y significado. Fui Janij de la tnua (movimiento juvenil)  Israel Hatzeira, hice el curso de madrijim (líderes juveniles) en Nativ, e iba a ver a Peñarol en el medio de la Colombes junto a la barra brava entre otras cosas.

P: Genial combinación . ¿Qué llevás contigo hasta ahora de Uruguay?

R: ¡Todo! Cada aspecto del Uruguay es parte de mi y lo llevo en cada paso que doy. Todo  mi pasado es lo que formó mi presente, no hay nada que ocultar, todo lo contrario, todo para agradecer. Mi formación académica como rabino me la dieron las yeshivot (institutos de estudios religiosos judíos) donde estudié, mi formación personal me las dieron mis padres y todo lo vivido en Uruguay principalmente.

De cara a las Eliminatorias previas al Mundial de Rusia, la Celeste jugó un partido amistoso con el seleccionado panameño, lo cual despertó gran emoción en el Rabino Benayon. Consiguió un contacto para poder reunirse con ellos en el hotel en el que se hospedaban, les dijo por cierto que es uruguayo y les regaló su libro. Luego, Miguel Pastorino de Tenfield le contó que vio a varios de los jugadores leyendo el libro en el comedor. “Eso es muy importante para mí”, nos dijo Gabriel después de la entrevista. “Llevar el mensaje de humanidad y Torá a todo el mundo, no contentarme con el trabajo comunitario sino aportar a todo el que uno puede”. Aquí con De Arrascaeta , Josema Giménez y De La Cruz.
Con Martín Cáceres

P: Entiendo que toda tu familia pasó un singular proceso de acercamieto a la religión, de Tshuvá. ¿Qué podrías contarnos al respecto? 

R: Yo diría que todo comenzó un 18 de julio de 1994, cuando mi papá llegaba a su almacén en el centro y veía las noticias del atentado a la AMIA. En  ese momento algo cambió en él. Se enteró en ese momento  que esa noche jugaban la final del torneo de basket Macabi contra Cordón, y mi papá dice “no puede jugarse el partido, es una falta de respeto por  las victimas”. La historia tiene muchos detalles hermosos, pero para resumirla, fue a la cancha de Trouville con el estadio lleno y convenció a los dos equipos,  siendo Macabi una institución judía, que en homenaje a las víctimas el partido no  debía jugarse. Y a pesar de la gente en las gradas y toda la organización que había requerido el evento, el partido se suspendió, gracias a la “voz” de un individuo y su deseo de honrar a los muertos. Este fue su primer gran acto comunitario y lo demás es historia… así comenzó nuestra Teshuva, nuestro camino hacia la religión, hacia la vida con FE.

 

P: ¿Cómo lo explicarías? ¿Es súbitamente ver la luz o es la búsqueda de algo significativo que faltaba?

R: Yo creo que no es encontrar algo que esta afuera, sino encontrarse a uno mismo,  es un despertar espiritual, que viene de adentro, dentro de cada alma está esa chispa y eso que surge no es algo directamente relacionado con lo técnico de la religión sino es algo relacionado con el ser, el alma, buscar llevar a trascender nuestra propia personalidad y mejorar uno y ayudar al otro. Luego de esa “implosión” llegan las mitzvot y el estudio de la Tora.

P: Años atrás escribiste un libro a raíz de una situación en la que lidiaste con pánico. ¿Cómo lo viviste? ¿Qué pasó? 

R: Tenía  20 años y a partir de una situación familiar delicada, me llené de pensamientos negativos que me llevaron a una situación de ansiedad y ataques de pánico, que hicieron que mi vida diera un vuelco importante y me diera cuenta que mi misión es ayudar a aquellos que padecen de esto y ayudarlos a salir adelante. Estas enseñanzas no surgen solo de los libros sino de mi experiencia con el tema. Yo digo que hay rabinos que tienen alumnos para enseñar, yo digo que tengo alumnos para conectar, y la conexión se da cuando somos auténticos y podemos hasta mostrar nuestra vulnerabilidad.

P: Y combinando la FE, el sentido y sentimiento de misión y toda esa experiencia ¿qué  significa para ti ser rabino en Jabad? 

R: Fue mi sueño desde que comencé este proceso, significa dedicarse a salir de uno mismo en pos de los demás. Significa vibrar el “am Israel jai vekaiam” (el pueblo de Israel vive y existe) con cada mitzva (precepto) , con cada encuentro con otro. Es ser parte de un movimiento que le preocupa la “causa judía” 24 horas los 7 dias de la semana. Un rabino de Jabad, no es solo un rabino, puede ser un amigo, un psicólogo, un consejero, un simple hombro en quien apoyarse, un maestro,  un jugador de fútbol, y tantas cosas más… es para cada judio lo que el necesita. 

P:¿Qué quiere decir soñar con ser rabino?

R: Soñaba inspirar a la gente como mis rabinos me inspiraron a mi, entre ellos el rabino Eliezer shemtov y su bella familia.

P: Eliezer y Mendy, sin duda trabajan incansablemente, o mejor dicho actúan incansablemente, para inspirar. 

R: Así es.

 

 

 

P: Algo que quisieras agregar?

R: ¡Solo agradecerte por esta nota! Siempre quise ser parte de la familia del Semanario Hebreo. Y del portal Semanariohebreojai. Muchos saludos a Janet también.

P: Janet Rudman, compañera en el portal, que te aprecia muchísimo porque ha tenido el gusto de conocerte personalmente. Muchas gracias por tu tiempo Gabriel. Y te deseo que continúes inspirando.

R: Muchísimas gracias. Amén.

Ana Jerozolimski
(30 Noviembre 2021 , 03:11)

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