Su voz es conocida en todo el mundo hispano-parlante e identificada automáticamente con una entusiasta defensa de Israel. En realidad, Pilar Rahola es ante todo una voz que denuncia el terrorismo, el fundamentalismo islámico extremista y la opresión del libre pensamiento, lo cual está convencida no es nocivo sólo para Israel y los judíos sino para los propios musulmanes. Días atrás llegó el turno de defenderla a ella, o mejor dicho , de solidarizarse públicamente con Pilar por el ataque personal que sufrió. No a ella físicamente, pero sí a su residencia de verano. Los agresores: radicales de izquierda catalanes, furiosos por sus pronunciamientos a favor de Israel.
Este es un resumen de la entrevista realizada, en la que por cierto fuimos mucho más allá del incidente puntual recién mencionado. Su versión en zoom fue publicada ya días atrás. Esto es un resumen, escrito, de esa misma entrevista, para quien no la vió o simplemente prefiere el texto escrito.
Esta conversación es un acta de acusación a aquellos sectores de izquierda que buscan continuamente cómo criticar a Israel y así, de hecho, parecen defender al terrorismo, aunque lo presentan, claro está, como preocupación por los derechos humanos de los palestinos.
P: Pilar, siempre es un gusto estar en contacto contigo, pero esta vez un poco menos, porque lo que detona esta entrevista que te solicité es un ataque del que has sido objeto, cometido por extremistas catalanes, compatriotas tuyos, que te acusan de ser “cómplice” de Israel. Cuéntanos por favor qué ha pasado y cómo estás.
R:Primero, gracias por tus crónicas durante toda la escalada. De verdad nos ponía la piel de gallina, pero era información en vivo, extraordinaria . Sobre tu pregunta, yo diría que esto no es una sorpresa para nadie. Por supuesto no lo es para los judíos, pero tampoco lo es para las personas que defendemos los valores, que significa la defensa de Israel, que es una defensa de los palestinos.
Yo me considero una defensora de los palestinos. Los quiero libres de terroristas, libres de organizaciones corruptas y fanáticas. Los quiero con buena relación comercial y vivencial con sus vecinos judíos. Quiero que sean el pueblo más avanzado de toda la región.
Y para todo eso, justamente para todo eso defiendo muchas de las razones de Israel, porque son razones de valores fundamentales y son razones que tienen que ver con los valores que nos unifican a todos. Defender un país al que de golpe le tiran 4000 misiles y defender que se defienda y al mismo tiempo señalar a sus verdugos, a Hamás como los verdugos también de los palestinos, eso no es ir a favor de Israel. Es ir a favor de la tolerancia, a la convivencia del futuro, la libertad.
Un ataque distinto
P: Y resulta difícil concebir cómo eso no se entiende…o sea, cómo hay tantos que no lo entienden.
R: Tú sabes muy bien que el conflicto de Israel con con el mundo árabe, incluso con el mundo islámico y específicamente con el mundo palestino, no se perpetra o no se percibe en el mundo como un conflicto, sino como una religión. Aquí hay fe, hay una fe cósmica, una fe dogmática, una fe ideológica que de golpe te obliga a pensar en un solo pensamiento, en un dogma de fe. Ese dogma dice que Israel es muy malo, siempre es malo y siempre es culpable. Los palestinos son buenos, buenos, buenos, nunca tienen ninguna responsabilidad. Sus organizaciones, hagan cualquier barbaridad, siempre son “guerrilleros defensores” , “se inmolan”, dan su vida por una causa, etcétera, etcétera. Por supuesto, siempre hay judíos israelíes “armados hasta los dientes” y niños con piedrecitas.
Todo este maniqueísmo atroz que destruye el periodismo, que destruye el pensamiento libre, la capacidad de preguntarse, de saber, de conocer a todo esto. Cuando tú vas en contra de ello, que es un gran tsunami de pensamiento único, sabes que te pones en la diana. Es decir, para mí no es una sorpresa. Es muy desagradable.
Pero yo ya llevo muchos años viendo siempre una agresión sutil, de baja violencia, ir a hacer una presentación de un libro sobre política o de cualquier cosa en una universidad y encontrarme con una manifestación o pintadas en anuncios con mi cara. Y en algunos momentos he tenido que llevar seguridad policial. Ultimamente vivía una época tranquila en este sentido, pero la escalada reciente lo cambió. Y fíjate que yo solo hice un tweet. Luego después di entrevistas. Pero lo que los puso histéricos es un tweet donde escribi: “De ningún conflicto en el mundo se miente tanto, se manipula tanto como el conflicto de Israel con Palestina”. Solo eso. Y enloquecieron.
P: Y ahí vino el ataque.
R: Así es. Estuve dos días con una cantidad de acoso en redes. Yo me lo tomo con calma y bloqueo mucho aunque no es muy sano bloquear. Pero no me vuelvo loca.
P: Es que a veces no hay alternativa. No es que puedes tratar de convencerlos o de que al menos te escuchan. No hay con quién hablar.
R: Primero, tú no explicas 70 años de un conflicto tan complejo en 140 caracteres. Y, además, como siempre, el ataque es dogmático. Esos son buenos. “Matan niños, mira qué foto, mira esta foto de un tipo del ejército con un rifle y el niño ahí asustado. ¿Eso defiendes tu Rahola?”¿Cómo vas a entrar en ese debate? Es un debate imposible, es un debate mentiroso, torticero y maniqueo. Es una anulación absoluta del pensamiento.
De manera que, a partir de esta escalada, una de las organizaciones independentistas catalanas en este caso de extrema izquierda, muy antisistema que ha hecho otros escraches por otros temas, empezaron a tomarla conmigo a nivel de redes.Pero lo que no había ocurrido nunca era una agresión con vandalismo en mi propia casa. Ir hasta mi casa, mi segunda residencia, supongo que no se han atrevido en la primera porque yo vivo en el centro de Barcelona.
Al lado mismo de de la Rambla. En el Paseo de Gracia. Pero han ido a la residencia de playa, que es una casa familiar importante, y la vandalizaron con palabras.
Te puedes imaginar, “cómplice de genocidas”, etcétera. Estas de locuras terribles, no. Esa banalización de los conceptos del totalitarios que hace esta gente, ¿no?
Y eso sí que me ha parecido que es un nivel más de de acoso.
P: Imagino que lo has denunciado.
R: De hecho, la policía fue quien me avisó. Después estos tipos lo colgaron en redes haciendo propaganda. Tengo que decir, Jana, que la humanidad aún existe porque estos agresores han recibido muchísimos bofetones, también de catalanes. Es decir, le han dicho de todo. Totalitarios, fascistas... yo que sé. Pero lo cierto es que la policía me ha dicho que esto puede que vaya más, ¿no? Así que esto ha sido miserable.
Fascismo de izquierdas
P: ¿Tienes miedo, Pilar?
R: Mira, desde que empecé con todo el tema del yihadismo y el terrorismo y me metí en el lío de Israel, la verdad es que el miedo forma parte de de la normalidad de mi vida. O sea, no lo tengo porque ahí está, es decir, no te lo planteas porque si te lo planteas, dejas de ser tú misma.
Si yo tuviera miedo no podría hacer esta entrevista ahora. Me escondería bajo las piedras y pediría perdón por pensar o por estar informada, pero no.
P: Y esto viene, recordemos, de extremistas de izquierda.
R: Exacto. Es muy difícil reconocer que existe un fascismo de izquierdas. Por supuesto conocemos muy bien el fascismo de derechas. Conocemos los Pinochet, los Franco. Todas esas maldades. Los Videla. Estas maldades extremas tan letales para los pueblos. Yo que he tenido en mi familia fusilados por Franco, ¿que te voy a contar? Lo primero que aprendí a luchar fue contra el fascismo de derechas. Pero siempre ha existido también el fascismo de izquierdas que ya no es tan reconocido, aunque creo que la inmensa mayoría de la izquierda, no es fascista.
P: La izquierda verdadera que hace honor a lo que son los valores progresistas,no, pero hoy en día uno se pregunta, cómo se explica qué sectores que se dicen, se presentan, o consideran de izquierdas, progresistas de hecho, casi automáticamente piensan primero cómo criticar a Israel, lo cual es prácticamente sinónimo de ver cómo justificar a los terroristas.
R: Ahí está. Yo creo que hay que distinguir entre la extrema izquierda, que es claramente fascismo, de la otra gran izquierda, la que no lo es. La que forma parte de los valores democráticos y con la que nos entendemos. Pero hay una izquierda que, con esos valores compartidos, aunque alguna parte de ella se vuelve medio loca de vez en cuando, cuando habla de Israel se convierte en intolerante, en ignorante, en dogmática, en maniquea y en criminalizadora.
La nueva guerra entre Israel y Hamas
P: Y eso apareció también en la última guerra.
R: Sin duda. Si a un pueblo le caen más de 4000 misiles- que no ha hecho una matanza de miles de personas porque Israel se autodefiende- está claro que quienes los tiran, quieren matar. Que luego no lo consigas, es virtud de la víctima, pero no del agresor. Y ni eso sirve, aunque Israel recibe esos misiles de manos de una organización yihadista que persigue disidentes, persigue opositores, los mata. No permite la libertad de expresión, que esclaviza a sus mujeres. Quieren una República islámica regida por la sharia más obtusa y fanática. Cuando esto lo hacen estos tipos que no creen en ningún valor de libertad, te disparan 4000 misiles contra pueblos, ciudades, con todo lo que esto significa de necesidad de defensa masiva, y la izquierda se lo mira y dice “malo, malo, Israel” el mundo se ha vuelto loco.
P: Y todos opinan sobre Israel, también cuando no saben nada.
R: Nadie se atreve a opinar sobre política interior en Francia, en Alemania, en Dinamarca, pero todo Dios sabe qué es bueno para Israel, qué es malo para Israel. Todo el mundo sabe quién tiene que gobernar Israel. Es decir, cualquier tipo. Cualquier amigo mío, medio ignorante, medio sabiondo. ¿Pero cómo se atreven?
¿Crítica legítima o antisemitismo?
P: Una pregunta precisamente a ti que no eres judía. Yo no soy una judía que considera que cualquier crítica a Israel es antisemitismo. En absoluto. ¿Cómo explicarías tú , precisamente por no ser judía, cómo distinguir entre la legítima discrepancia y la legítima crítica y una crítica que de hecho es expresión de antisemitismo disfrazado de antisionismo?
R: Bueno, es muy fácil, la crítica es crítica. Israel ha hecho bien, lo ha hecho mal, esta ofensiva no me ha gustado, creo que podía haber menos víctimas, pero previamente no puede ser que una organización terrorista dispare 4000 misiles. La crítica también puede recordar que no puede ser que una organización terrorista quiere capitalizar toda la causa palestina utilizando la violencia más extrema, que es lo que ha ocurrido. ¿Pero Israel ha usado demasiado excesivamente la fuerza o tenía que haber encontrado otras vías? Es una crítica legítima. Estamos de acuerdo, no estamos, pero cuando tú haces una crítica, diciendo: “Israel está arrasando Palestina, Israel es genocida, Israel hace limpieza étnica”, y te lo hace gente razonable que escribe en periódicos razonables, que tiene carreras y que no son fascistas de izquierdas, sino que son gente con la que nos entendemos en muchos temas, cuando eso ocurre ahí hay antisemitismo y no me vale lo del antisionismo. De entrada, estar en contra del sionismo es estar en contra de la creación del Estado de Israel.
Y cuando tú no pones en cuestión ningún país del mundo de los ciento y pico que hay en la ONU, y solo pones el de Israel, tienes un problema muy grave y no es crítica. Es una maldad y eso es puro antisemitismo, reinventado porque estamos en el siglo XXI y porque ahora ya los judíos no tienen la nariz curvada, no van de negro por la noche robando la sangre de los niños, como decían siempre los libelos antisemitas. Todos los libelos históricos vinculados al pueblo judío, siempre se han basado en la más absoluta ignorancia.
Increíbles malabarismos semánticos
P: Y seguimos con la guerra de las palabras, porque recuerdo hace muchos años, en una rueda de prensa contigo en Jerusalem en la que te conocí por primera vez, tú criticaste el titular de un diario español sobre el atentado en el restaurante Maxim en Haifa: “Joven estudiante palestina se inmola en Haifa”. Y dijiste, furiosa, que el titular tendría que haber sido “Terrorista mata 21 civiles en Haifa”.
R: Exacto. Era en El País. Y eso no ha cambiado desde entonces. Y ahí está israel aun plantando su bandera en el mundo y, además, incluso teniendo su población medianamente feliz, algo que no pasa en otros países.
P: Más allá de las duras discrepancias internas, cuando se publican esos Index de felicidad, israel esta siempre los primeros lugares.
R: Exactamente. En el 70 aniversario en Yom Haatzmaut, estuve en Jerusalén. Y lo que más me impresionaba de los 70 años no era haber conseguido pasar de las naranjas a la alta tecnología, sino que además la gente fuera feliz.
¿Daba alegría había fuerza porque ese sí que es un éxito que además si lo consideramos trasplantar a toda la región, imagínate no?. ¡Qué potencial humano nos perdemos! Cada cada niño palestino al que enseñan a odiar, en lugar de enseñar a amar y aprender es un trocito de de la humanidad que nos perdemos.
¿Es que es un desastre para todos y entonces, cuando a mí alguien me dice, tú estás en contra de los palestinos? No, no. Yo estoy en contra de que los dominen.
los tarados, los locos, los fanáticos.Porque yo quiero su liberación. Es como cuando me dicen que atacando el islamismo radical, atacas al Islam. No, al contrario, defiendes al Islam, defiendes a las mujeres. Y con el mismo espíritu, defiendo a Israel.
P: Pilar, podría escucharte varias horas más, pero termino aquí pidiéndote que te cuides.
R: Gracias. Y gracias por este camino compartido durante tantos años. Abrazo.
P: Un abrazo grande. Seguimos en la isma trinchera. Gracias, gracias.
R: Shalom.