“La colectividad judía siempre contará con mi voz firme contra la judeofobia”
En octubre del 2018, al entregarse el tradicional Premio Jerusalem al Dr. Jorge Chediak, Ministro de la Suprema Corte de Justicia, fueron entregadas también por primera vez en ese marco, menciones especiales a figuras que se consideró realizan un aporte especial a la colectividad judía uruguaya en diferentes aspectos. Uno de ellos tuvo una particularidad muy singular: era muy joven y no era judío. Fabián Álvarez, gran merecedor de esa distinción.
Al recibir la tristísima noticia de su súbito fallecimiento, tras el estupor y profundo pesar que esta causó, recordamos aquel evento, la emoción de Fabián y lo merecido del reconocimiento.
Así se explicó en su momento tan digna elección:
“Tras integrar de forma voluntaria Amnistía Internacional Uruguay en 2010, en 2011 conoce Proyecto Shoá y en 2012 se convierte en el primer educador no judío de la misma. Desarrolla con pasión e intensidad su trabajo como educador, habiendo dado cientos de talleres en Mestontevideo y en localidades, pueblos y ciudades del interior del país. Asimismo integra desde 2013 el equipo de voluntarios del Centro Recordatorio del Holocausto, haciéndose más fluida la relación entre ambas instituciones que dejan todo de sí para honrar la memoria de la Shoá. Fue uno de los directores del Proyecto entre 2015 y 2017, trabajando asimismo en las redes sociales de la organización, en las jornadas con estudiantes y en la coordinación de un equipo de voluntarios adolescentes, los Embajadores de Proyecto Shoá. En esta labor coordina con su equipo actividades educativas relacionadas al Holocausto como también otras en las que salir de la indiferencia e integrarse a la comunidad es el valor subyacente”.
En su momento preguntamos a Fabián al respecto. Este fue su comentario:
“Es un privilegio que te premien por hacer lo que amas y estar en el lugar que tenés que estar. Cada día siento con más fuerza que mi deber es contar esta historia porque quien escucha a un testigo se convierte en tal, como decía Elie Wiesel (Z’’L)”. Fabián agrega que “este momento histórico les permite a todos reflexionar sobre las actitudes propias e intentar construir un mundo mejor. Para mí, combatir el antisemitismo así como cualquier forma de discriminación, habiendo sido discriminado e integrando el colectivo LGBTQI, es algo que me mueve”.
Y agregó: “La colectividad judía contará siempre con mi voz más firme condenando cualquier episodio en donde se vea judeofobia”.
No fueron meras palabras, lo cumplió con creces.
En medio del dolor que sin duda estará sintiendo su familia en estos momentos tan difíciles, así como también sus amigos cercanos, esperamos que sirve de consuelo que sepan cuánto significaba para tantos, qué vacío de valores dejó detrás suyo. En la colectividad judía se lo recordará mucho, de corazón.
La triste noticia la recibimos de Rita Vinocur, Directora del Centro Recordatorio del Holocausto, que sonaba devastada por haber perdido a alguien tan cercano y valioso para ella.
“La pérdida en este plano físico, de un amigo sincero deja a mi mundo más triste, más vacío, más hueco con la sorda sensación de una ausencia irreparable, con silencios repetidos por sus conversaciones profundas que faltarán, que ya no ocurrirán”, escribió Rita. “Lloramos por quien partió y por nosotros mismos por la falta que nos hará ese ser querido. Y para la sociedad, un muchacho tan joven tan conocedor de la historia de la Shoá y tan defensor de la verdad en la causa del Estado de Israel, no siendo integrante de nuestra colectividad, hasta perder falsos amigos que lo abandonaron por esa razón, es un dolor irreparable para la sociedad uruguaya toda y por ende para el mundo”.

Jeannette Dreifus, Directora de Cultura de la Kehilá, que precisamente en estos días está, junto a su equipo, preparando el acto central de Iom HaShoá que se llevará a cabo el 23 de abril, tiene claro cuánta falta hará este joven valioso y valiente que era parte integral de ese marco todos los años. Esto, claro está, además del vínculo personal.
“Ayer nos enteramos del fallecimiento de Fabián Álvarez, a quien para nosotros siempre será Fabi”, escribió.
“Desde hace varios años, Fabi formaba parte del equipo de contenidos y del equipo creativo del acto central de Iom Hashoá de la Kehilá. Hasta la semana pasada estuvimos trabajando juntos, con todo el equipo. ¿Quién iba a pensar que algo así podía pasar, que ya no estaría más con nosotros?
Fabi era una persona con un gran corazón, cuyo compromiso y pasión dejaron una huella profunda en todos los que tuvimos la suerte de conocerlo y trabajar a su lado. Su sensibilidad, dedicación, conocimiento, humildad y entrega eran cualidades que lo definían, y que quedarán para siempre en la memoria de nuestro equipo.
Fue una persona de fuertes principios, fiel y luchador por sus creencias. Apoyaba al pueblo judío incluso cuando personas muy cercanas se le ponían en contra”.
Esto último, probablemente haya sido la muestra más fuerte de su valentía y sus principios.
“Amaba enseñar. Era profesor de inglés y volcó su vocación educativa al trabajo de memoria sobre la Shoá, transmitiendo su importancia a través del Proyecto Shoá, el Centro Recordatorio y los actos de Shoá de la Kehilá”, recordó Jeanette. “Para él, lo humano estaba por encima de todo. Gracias por haber defendido la memoria del pueblo judío y por acompañar a la colectividad incluso en los momentos más difíciles que nos tocó atravesar.
Siempre estarás en nuestros corazones Fabi”.
Fabián Álvarez se fue físicamente mucho antes de lo debido. Pero no sólo por lo joven que era sino por lo mucho que tenía aún para dar de sí, para hacer de éste un mundo mejor.
Bendita sea su memoria.