Fuente: ACOM
¿La adhesión de España a la IHRA no fue más que papel mojado? Nuestra preocupación es más que razonable.
El anuncio del Gobierno de España
El día 22 de julio de 2020, la Ministra de la Presidencia y Vicepresidenta Primera, Carmen Calvo, anunció la decisión del Gobierno de España de refrendar la definición operativa del antisemitismo de la IHRA.
La declaración IHRA señala que cualquier muestra de odio o deslegitimación generalizadas contra Israel o sus ciudadanos y la aplicación de doble rasero contra ellos podrá ser considerada como antisemita. Por tanto, la realización de actividades de boicot de campañas deslegitimadoras, como el BDS, que buscan la discriminación de los que apoyan al estado judío y a sus empresas y ciudadanos, se encuadran dentro de comportamientos antisemitas. Con la aprobación de este texto, cualquier financiación pública de esos grupos y cualquier cobertura a sus actividades podrá ser formalmente considerada como judeófoba en España.
Desde ACOM, como no podía ser de otro modo, acogimos con satisfacción ese primer paso, que debía traducirse a la mayor brevedad en una VOTACIÓN en el Congreso de los Diputados A INSTANCIAS del ejecutivo. Máxime, teniendo en cuenta que una de las dos patas del Gobierno se sustenta en un partido como Podemos, con un amplio historial antisemita, tal y como quedan encuadradas sus programas y resoluciones según la Alianza Internacional de Recuerdo del Holocausto.
Antisemitismo en la Universidad
El pasado 1 de septiembre dimos la voz de alarma sobre un curso de marcado sesgo antisemita organizado por la Universidad Pública de Navarra. A la campaña pública que iniciamos, exponiendo el error de la UPNA de dar tintes academicistas y validez intelectual a una campaña política que busca la demonización de Israel, se han ido sucediendo numerosas adhesiones, además de ser ampliamente difundido este hecho tanto en medios españoles como internacionales. La declaración IHRA desenmascara el hostigamiento y la discriminación del Estado judío vestido de “antisionismo” como antisemitismo, que es precisamente lo que el curso de marras hace.
La concesión pública de la organización del curso ha sido asignada a una organización vinculada a movimientos extremistas y cuyos responsables no han dudado en difundir libelos antisemitas en ocasiones previas. Reconocen sin pudor su adhesión al discriminatorio BDS, de hecho, el pilar central de contenido del curso. Con siglas, sin siglas, bajo parapetos lingüísticos (“defensa de los DDHH”, “solidaridad con los palestinos”), una organizada ideología con un objetivo claro: La fijación enfermiza anti israelí, el doble rasero contra el único estado judío, y sólo contra ese estado, su demonización permanente, la criminalización de sus representantes, la deshumanización de sus ciudadanos, la deslegitimacion de su derecho a existir.En una palabra: ANTISEMITISMO.
El odio de siempre, disfrazado
¿Pero qué es el BDS, y sobre todo, qué postulados propugna el BDS que lo convierten de facto en un comportamiento antisemita por la propia declaración IHRA?
El BDS representa el antisemitismo de siempre bajo un nuevo disfraz. Es la máscara solidaria y antisionista cuyo objetivo es negar a los judíos el derecho a vivir en paz y seguridad. Sus instrumentos son la deshumanización y el doble rasero, métodos de propaganda nazis.
El BDS se hace pasar por un movimiento de derechos humanos, pero singularmente está obsesionado con Israel en particular y los judíos en general pues no discrimina para hacer boicot en cuanto a nacionalidad o ideología se refiere.
El BDS tiene por objetivo deslegitimar mediante difamaciones a Israel y busca la destrucción del Estado judío utilizando un lenguaje radical y racista,además de coaccionar a personas e instituciones que no se adhieran al boicot, comportamiento antidemocrático e inaceptable en cualquier país occidental.
El BDS plantea la desaparición PRÁCTICA del Estado de Israel. No apuesta por la PAZ, por la solución de dos estados.Su propio fundador y ponente del curso lo reconoce orgulloso: “No se puede conciliar el derecho al retorno de los refugiados con una solución de dos estados. Un retorno de los refugiados terminaría con la existencia de Israel como Estado judío”.El BDS está siendo perseguido política y judicialmente en todo el mundo: Francia, Alemania, Reino Unido, Canadá,…El parlamento alemán, por ejemplo, declaró en mayo de 2019: «el patrón de argumentación y los métodos del movimiento BDS son antisemitas». Especialmente revelador el caso alemán, por razones históricas obvias, al considerar la campaña BDS como una expresión de antisemitismo, analizando sus antecedentes, desde la Shoá a los últimos años, o Austria, tan tristemente asociada al antisemitismo de los años 30 del pasado siglo, donde se cataloga como judeofobo al BDS.
En España, más de 70 instituciones han recibido sentencias condenatorias del BDS al considerarlo como una campaña ilegal, discriminatoria, y que vulnera derechos fundamentales de la Constitución española.
La adhesión a la IHRA, en entredicho
El sesgo tan marcadamente antisemita del curso ha provocado que numerosas organizaciones internacionales se hayan sumado a la voz de alarma que dimos desde ACOM el pasado 1 de septiembre: El Centro Simon Wiesenthal, Unidos por Israel, United with Israel, Fight online antisemitism, la Federación de Comunidades Judías de España, entre otras.
El gobierno, si pretende ser tomado en serio y que le creamos en su intención manifestada de combatir el antisemitismo, debe pronunciarse y tomar acción contra este acto juedofóbico en una universidad publica.
Si no lo hacen, si mantienen el silencio, se confirmará que aquello que fue un mero brindis al sol, nada más que una fachada.Por no decir un fraude.