En la noche entre el jueves y viernes, terroristas palestinos dispararon 12 cohetes hacia comunidades civiles israelíes del sur. La mayoría fue interceptada por el sistema defensivo anti misiles Cúpula de Hierro, algunos cayeron en campos de cultivo de un kibutz y otro en la ciudad de Sderot, donde por mero milagro no hubo víctimas mortales.
Además, continuaron cayendo globos incendiarios en diferentes partes del sur. Y los globos que portan cargas explosivas llegaron a distintos puntos, descubriéndose uno de ellos hasta en la ciudad de Kiryat Gat. Es un arma primitiva, pero la carga explosiva que llega atada al hilo, no es por ello menos letal.
Los cohetes no son disparados directamente por Hamas necesariamente, pero claro está que sí con su aliento y aval. Nada ocurre en Gaza sin su permiso.
Sea como sea, Hamas trata de fijar en la opinión pública una narrativa mentirosa, según la cual los cohetes que lanzan, son la respuesta a los ataques israelíes. Lo que no dice, claro está, es que los ataques de Israel a blancos terroristas volvieron únicamente al volver los globos incendiarios y explosivos, y no de inmediato. Israel esperó, dando chance a que recapaciten, pero ocurre todo lo contrario.
En detalle
Hamas intensifica sus ataques al sur israelí-cohetes, globos incendiarios, globos explosivos y granadas hacia las tropas que cuidan la frontera-sabiendo que Israel no tendrá más remedio que responder y restringir la ayuda diaria que extiende a Gaza, lo cual indefectiblemente perjudica a la población.
Israel responde atacando blancos armados de Hamas y otros grupos terroristas, restringe la zona de pesca permitida a Gaza y cierra el puesto fronterizo Kerem Shalom por el cual las mercaderías entran diariamente a Gaza. El Premier Netanayahu advierte con firmeza, pero nada ayuda por ahora.
Khalil el-Khaya, vice jefe de Hamas en Gaza, declaró en una manifestación en la Franja contra la normalización de relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos: “No tememos a los ataques (israelíes). A cada ataque se responderá con un ataque. A cohetes se responderá con cohetes. A muerte, se contestará con muerte. Y nosotros protegeremos a nuestro pueblo”.
Es imperioso recordar que los ataques los lanza Hamas e Israel se limita a responder tratando de no tirar de la cuerda demasiado.
¿Guerra?
Hamas no protege a su pueblo sino que lo expone al riesgo al promover su propia agenda.
Cuando de lucha anti terrorista se trata, mucho queda librado a imponderables o a situaciones que no se logró controlar como uno esperaba. Por eso Netanyahu aclaró: “Lamentablemente, nos estamos preparando también para la posibilidad de una o múltiples rondas (de hostilidades). Espero que no lleguemos a ello”.
Aquí está una de las bases del problema. Aunque en términos generales se continúa estimando que Hamas no quiere una conflagración de gran envergadura, la organización tiene menos reparos que el gobierno de Israel en arriesgarse a ella. A nuestro criterio, ello se debe a la irresponsabilidad respecto a la población de la Franja por cuyos intereses no vela. Hamas sabe realmente que la frase de Netanyahu diciendo “espero que no lleguemos a ello”, se traducirá en un gran esfuerzo por no responder en forma masiva a los ataques desde Gaza, a fin de no perder el control y verse enfrascado en una guerra. En ese sentido, la línea de Netanyahu fue clarísima siempre: tratar de evitar una guerra y maniobrar de modo que ésta sea el último recurso.
En el medio: la población
Hamas juega con fuego y no le importa usar para ello a su propia población.
Esta semana, Hamas orquestó ordenadamente la campaña “se nos acaba la electricidad” (no es un nombre oficial, es nuestra forma de llamarla) para lograr el mejor efecto posible. El martes, informaron que fue cerrada la planta local de energía, porque Israel no está introduciendo combustible a Gaza. Difundieron las fotos de la planta cerrada. Luego, el vocero del ministerio de Salud Pública de Hamas en Gaza Ashraf al-Qidra anunció que eso afectará a bebés internados, a enfermos en diálisis, en cuidados intensivos y en departamentos de Corona. Y finalmente, el Alcalde de Gaza salió a decir que la población tendrá menos agua.
El combustible para la estación no se ha acabado. Pero Hamas usa la crisis para promover su agenda. Las mentiras en el camino, perjudicando a la población, no son su vergüenza sino su herramienta.
Últimamente, según cuenta en su canal de Telegram el analista israelí apodado “Abu Ali”, florece en Gaza la “industria” de generadores de electricidad traídos de Egipto, con los que la población-aquellos que pueden- tratan de lidiar con la escasez de energía durante gran parte del día. Los que los manejan, son en su mayoría miembros de Hamas o allegados a la organización. Y evidentemente, no es para ayudar a la población, sino para explotarla y enriquecerse a costa suya. Por un kilowatio de electricidad, que en Israel cuesta 55 centavos de shekel, en Gaza están cobrando 2 shekel, cuatro veces más.
“Abu Ali” difundió en su canal un video corto que alguien en Gaza preparó y difundió en las redes, con una crítica directa a los explotadores. Se ve un hombre trabajando en una instalación y diciéndole a un compañero invisible: “Corta todos los cables de la electricidad, que no quede ni uno, así se conectan con nuestros generadores privados”.
Desde la oficina del General israelí Kamil Abu-Rukun, Coordinador de las Actividades israelíes en los territorios-que se encarga de los vínculos con los palestinos referentes a las necesidades de la población civil- la respuesta fue tajante: “Hamas es quien debe dar cuentas por todo lo que se hace en la Franja de Gaza, así como por las acciones lanzadas desde Gaza contra Israel”, recalcó. “Por ende, Hamas tendrá que cargar con las consecuencias de su violencia contra la ciudadanía israelí”.
A Hamas no le importa.
No hay ninguna duda de que a Israel le importa mucho más la población palestina de Gaza que a Hamas, que roba mercaderías de ayuda que entran a Gaza y se aprovecha de las necesidades de la gente.
De no ser por los cohetes, los globos incendiarios y explosivos, Israel, que en la rutina tiene los pasajes con Gaza funcionando todos los días, no los habría clausurado. ¿Acaso Israel debe quedarse cruzado de brazos cuando se ataca a su población?
Hamas lo retuerce todo. Es el único responsable de la situación y de lo que pueda pasar en Gaza. Pero sus mentiras, como ya escribimos antes, el uso de su propia gente para atacar a Israel, no son su vergüenza sino sus herramientas.