(Imágenes: redes sociales, facilitadas por Abu Ali-Telegram)
El dolor por la catástrofe del martes de tarde –la gigantesca explosión en el puerto de Beirut-, la furia por la negligencia de las autoridades y el manejo general del país por parte del gobierno, se canalizaron este sábado en una multitudinaria manifestación en la capital de Líbano. Y uno de sus elementos más notorios, fueron los cánticos airados tanto contra el jefe de Hezbola Hassan Nasrallah, como contra Michel Aoun, Presidente libanés, aliado de la organización chiita pro-iraní.
Decenas de miles llenaron la zona de la avenida Shuhada, donde gran cantidad de jóvenes, hombres y mujeres, se dieron cita para protestar por la situación de Líbano, simbolizada en la gran cantidad de muertos y heridos y en los enormes daños materiales de la última tragedia.
“Nasrallah, terrorista, terrorista!,” gritaba la multitud. También hubo gritos contra el Presidente Aoun. Las figuras de ambos fueron “colgadas” en la horca en las manifestaciones, como clara señal del dedo acusador que gran parte de la población lanza hacia ambos.
En la explanada Shuhada, los jóvenes erigieron un simulacro de ajusticiamiento, con varias sogas colgadas, indicando que son varios los responsables que debe pagar por la explosión.
Según la Cruz Roja libanesa, más de 230 personas habían resultado heridas en las manifestaciones hasta tempranas horas de la noche.
En distintos puntos de la ciudad, manifestantes tomaron control de diversos ministerios: la Cancillería, el Ministerio de Economía, el de Energía y Medio Ambiente , así como también las oficinas del Sindicato Bancario. En el Ministerio de Exteriores proclamaron que esa será la base de “la revolución”.
La gran pregunta es cuánta “cuerda” permitirán Hezbola e Irán, que tanta influencia directa y tanto poder tienen sobre Líbano, lo cual cabe suponer dependerá de la osadía de los manifestantes que salgan en su contra.
La calle será clave en este sentido.
Cabe recordar que cuando el Presidente de Francia Macron visitó Beirut hace pocos días, ciudadanos libaneses se le acercaron gritando, suplicando que los ayude a sacar a Hezbola de Líbano.Pero al parecer, sin una revolución desde adentro, esto será especialmente difícil, porque las armas centrales son las que tiene la organización pro-iraní.
Con un sistema político corrupto y negligente, que en gran parte apoya a Hezbola por alianzas de conveniencia, es difícil concebir una salida ordenada a un futuro mejor.
El Primer Ministro Hassan Diab declaró este sábado que no será posible salir de la crisis actual sin nuevas elecciones y anunció que planteará el tema al gabinete este lunes
