Con una rapidez poco común, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel confirmó que el ataque aéreo de este lunes por la noche en el sur de Siria, fue obra de Israel, en respuesta al intento de atentado con cargas explosivas en los Altos del Golan. El atentado fue frustrado por tropas de Tzahal que a la mañana siguiente, este lunes, hallaron varias cargas dentro de territorio israelí, prontas para ser detonadas al paso de una patrulla del ejército.
Horas después llegó la contestación.
“Aviones de combate de la Fuerza Aérea. Helicópteros de combate y otras naves atacaron hace corto rato blancos militares en el sur de Siria, pertenecientes a las Fuerzas Armadas Sirias”, decía el comunicado publicado a las 23.20 hora de Israel por el portavoz militar.
“Entre los blancos había puestos de observación, sistemas de recolección de información de Inteligencia e instalaciones de artillería anti-aérea y sistemas de comando y control en las bases de las Fuerzas Armadas Sirias”, agregó el anuncio oficial.
“Las Fuerzas de Defensa de Israel ven en el gobierno de Siria el responsable por todas las actividades que se lleven a cabo en territorio sirio y continuará operando con determinación contra cualquier violación de la soberanía israelí”, es el resumen del comunicado, que deja abierta la puerta, con una terminante aclaración, a futuros operativos contra todo aquel que lance un ataque contra Israel desde territorio sirio.
Lo más probable-según nuestra evaluación- es que los responsables del intento de ataque con las cargas explosivas no hayan sido soldados sirios necesariamente, sino operativos de Hezbola que hace tiempo quieren convertir ese lado de la frontera en un segundo frente contra Israel. Sea como sea, todo es muy dinámico en esta zona y las opciones son diversas, ya que Siria y Hezbola, aliados de Irán, son de hecho parte del eje chiita que quiere desafiar directamente a Israel.
Horas antes de la respuesta israelí, el Brigadier General Roman Gofman, Comandante de la División 210 de Tzahal y el Brigadier General Efrie Defrin, Jefe de la Unidad de Cooperación Internacional, se habían reunido con el General Ishwar Hamal, comandante de la UNDOF (United Nations Disengagement Observation Force) apostada en la zona. Los oficiales israelíes dejaron en claro que Tzahal no permitirá que sea dañe a civiles israelíes o se viole la soberanía israelí, y que el Estado sirio es el responsable de que ello no ocurra desde su territorio.
Al publicarse este lunes de noche en Siria que había habido un ataque , y muy especialmente al decirse que había sido en las inmediaciones de Damasco, cabía suponer que una opción era que se tratara de una nueva ofensiva contra un blanco iraní, en el marco de los constantes esfuerzos por impedir su instalación en Siria, junto a Israel, para incrementar su amenaza sobre Israel. Cabía estimar que si Israel hablaba claramente de su papel, era otra cosa: no otro eslabón en la guerra contra la presencia iraní en Siria, sino algo más puntual: una respuesta al ataque del día antes de la frontera entre ambos países.
Todo esto en un complejo mosaico que exige atención a varias piezas, todas símbolo de tensión. Por un lado, está el constante esfuerzo israelí por frustrar la instalación de Irán en Siria, que ha logrado demorar considerablemente los intentos de Teherán. Por otro, está la determinación israelí a demorar lo más posible, o neutralizar, los esfuerzos iraníes por lograr concretar el proyecto de misiles precisos de Hezbola. Y además está la compleja maniobra con Hezbola, que se estima no quiere guerra contra Israel, pero no se amedrenta de lanzar ataques tácticos a los que luego Israel responde.
