En estos días tan complejos y repletos de tensiones y noticias preocupantes, recibir una invitación de la Embajada de Uruguay en Israel para asistir a la apertura de la exposición “Nosotros” del diseñador uruguayo Amijai Benderski, fue una bocanada de aire fresco. Y que la exhibición haya estado ubicada nada menos que en la Academia de Artes Betzalel, es de destacar.
Antes de seguir contando sobre la exposición, debemos hacer una aclaración que es también una “disculpa” pública a Amijai , por el hecho que demoramos mucho en publicar esta nota y mientras tanto la exposición ya ha finalizado. Dudamos cómo proceder pero finalmente decidimos que lo conceptuoso de las explicaciones del diseñador y los afiches mismos expuestos, justifican que esto salga aún tardíamente, ya que la obra realizada no desaparece y sin duda, nos dará aún lo que hablar.
Todo aquel interesado en conocer más de su trabajo, puede acceder a su página www.benderski.design
Apretando aquí también puedes llegar a ella.
Mirábamos los numerosos afiches diseñados por Amijai, con distintos mensajes sociales- muy humanos, en lo que nos pareció una combinación de ideales y realismo- y conversamos con él, y todo junto nos permite entender la obra.
“Es más importante la paz que tener razón”, nos dice Amijai cuando preguntamos qué no puede faltar de su presentación. “Vos te expresás como periodista, con palabras, y yo con imágenes. Somos comunicadores. Y sí, lo que yo intento que la persona comprenda es que más importante es la paz que tener razón. Siempre fue un tema central para mí”.
Siempre, quiere decir no sólo ahora que desde hace aproximadamente ocho meses está radicado en Israel. A los 36 años, tras una exitosa trayectoria profesional en Uruguay-en la que se destaca el diseño de la decoración del estadio “Campeón del Siglo” del Club Atlético Peñarol- decidió dar el paso de sumarse al hogar ancestral del pueblo judío. Llegó con sus padres y vive en la ciudad de Afula. Empezó a diseñar en Uruguay en el 2011 y ahora comienza una nueva etapa.
Tratamos de adentrarnos en el tema que mencionó ya al comienzo. Y Amijai explica: “Siempre fue el tema desde el primer afiche que diseñé en el 2011, la paz, como ideal máximo. La pregunta es cómo hacer para llegar a la paz.
¿Por qué ponerse de acuerdo entre todas las personas que somos diferentes?”. No es que brinde una respuesta concreta a la pregunta, pero la diversidad es parte de ello, reconociendo que hay gente muy diferente y que todos somos parte del mundo. Por eso, el afiche que presenta la exposición es una singular combinación de colores y formas, y la palabra “Nosotros” aparece en distintos idiomas.
Todo, pasando por una forma de hacer las cosas que es muy propia suya y que él considera es “un uso del color que llama la atención y un extremo grado de simpleza”.
Amijai irradia pasión por lo que hace. Aclara que un diseñador no es un artista, que no hay que confundir ambas cosas, y que su diseño no vale hasta que no esté completado el producto para el que el diseño está destinado. Si queda en el papel, no se concretó.
“La diferencia entre el artista y el diseñador es que el artista dialoga con su obra y el diseñador dialoga con el público objetivo a través de la obra. Al artista, si el público entendió o no entendió, no le importa. Pero a mí, como diseñador, me contrata una empresa o una persona, para transmitir un mensaje. Y si yo no lo transmití, no cumplí mi función”.
“Otra diferencia entre el arte y el diseño es que el arte no es democrático”, afirma. “Tenés una Mona Lisa en el Louvre, nada más. El diseño de un producto a menudo se verá en grandes cantidades. Pensá por ejemplo en una silla, hay en todas las casas”.
Amijai tiene un encare alentador de la vida. También cuando cuenta sobre el accidente que tuvo un mes después de llegar a Israel, al pisar una tabla floja en el piso y caer de 3 metros de altura. Es un milagro que “sólo” tuvo fracturas en una pierna. Está en silla de ruedas por un tiempo, cuenta sobre lo complicado que eso es para las cosas más sencillas del diario vivir, pero también destaca que lo mejor es poner la mejor cara y ver en cada cosa una oportunidad.
“Esa es la forma en la que funciona. Porque si vas a estar frustrado, ¿qué vas a hacer? Solo haz lo mejor que puedas.Y para hacer lo mejor que puedas, necesitas la mejor mentalidad, el mejor encare”.
Un hito, el “Campeón del Siglo”
Ver en la pantalla gigante del auditorio en el que brinda una clase magistral, las imágenes de miles de hinchas de Peñarol con los logos que él diseño, es muy potente.
Y no sólo porque Amijai es de Peñarol.
“Habría diseñado el estadio de Peñarol aunque fuera de Nacional.
Me hubiese encantado poder trabajar para Nacional. Porque hubiese demostrado de mi profesionalidad, nunca hubiese hecho nada mal”.
Le comentamos, que más allá de su simpatía futbolística y del hecho que Peñarol sea el campeón de este año, es un ícono uruguayo, y haber diseñado su estadio es algo difícil de emular.
“Totalmente. Esto fue un trabajo que se hizo en equipo con los hermanos Fabián y Santiago Bicco. Yo tenía en ese momento 25 ó 26 años. Y hasta hoy pienso que fue el mejor laburo de mi vida. Es que…, ¿qué puede venir después de esto? Yo puedo hacer el estadio, yo que sé, del Chelsea, digamos. Pero este es el Estadio de Peñarol, para los uruguayos”.
Preguntamos si lo ve como una cúspide-palabra nuestra, no suya- porque él es hincha de Peñarol, por lo que significa para Uruguay o porque le gusta el resultado del trabajo.
“Por todas esas cosas. Estamos muy contentos por la recepción del público con respecto a nuestro diseño.Lo que pasa es que uno, en eso, trabajó para Peñarol, trabaja para la institución, pero trabaja para el hincha, para el fanático. ¡Maniáticos! ¡Michígenes! (locos, en idish)”, dice riendo.
Un afiche singular sobre los desaparecidos
Ha hecho varias cosas en el tema de Derechos Humanos, inclusive para las Naciones Unidas. Y en Uruguay, de una forma muy singular, sobre los Desaparecidos, considerando que es un tema humano que debe ser abordado. “Gente desapareció y fue asesinada por pensar diferente y eso hay que contarlo. No tiene nada que ver si uno es de izquierda o de derecha. Pero con ese afiche, fue la primera vez que recibí mensajes con insultos de gente que me tildó de comunista. Y yo dije : Gracias a Dios. Se ve que el trabajo está bien hecho si despierta estas reacciones”
Logró transmitir el mensaje a través de una técnica especial, ya que de lejos uno ve sólo algunas letras de la palabra Desaparecidos, y recién al acercarse se percata de las letras que parecían faltar, que estaban como hundidas en el afiche.
Confusiones que aportan
Amijai tiene una particularidad. Es disléxico y tiene problemas de comprensión lectora. Pero más que nada, lo encara como una ventaja. “Esta situación, si quiero ser escritor, no me sirve para nada. Me perjudica. Pero hoy en día me doy cuenta de que el tema de tener dislexia me ayuda a la hora de pensar diseños. Porque yo cambio la manera de pensar”.
Explica más a fondo: “Un disléxico no ve las cosas en orden. Soy disléxico con los números, soy disléxico en español y en hebreo. Cuando me di cuenta que era disléxico en hebreo, me maté de la risa. Nunca pensé que podía llegar a atravesar barreras idiomáticas. Entonces, eso de que yo cambio mi manera de ver, o sea, que veo una cosa y después veo otra cosa, a mí como diseñador me ayuda. Yo creo que me hace ser bueno. Porque puedo cambiar mi manera de pensar, no es que soy una piedra que está trancada”.
A la nueva casa
Amijai ha trabajado con el Ministerio de Educación y Cultura, con el Ministerio de Relaciones Exteriores, con UTE, Peñarol y mucho más. Siente que tocó un techo que difícilmente pueda superar dentro de Uruguay. Ahora comienza el desafío de trabajar en Israel. “En Israel nadie me conoce, así que esto es una nueva oportunidad”.
P: ¿Dónde ubicás en tu trayectoria el hecho que por primera vez estás exhibiendo en Jerusalem?
R: Es casa. Estoy exhibiendo en casa. Vuelvo a casa y vuelvo a casa con una exhibición. Yo viví durante 36 años en Uruguay, que fue mi casa. Y ahora decidí mudarme. Ahora mi casa es acá.